Amaia se sincera sobre sus problemas de salud mental tras su paso por 'OT'

La ganadora de 'Operación Triunfo 2017' pasó este domingo, 30 de enero, por 'Salvados'. El espacio de Gonzo analizó en profundidad el tema de la salud mental en los jóvenes. Para ello, el equipo del programa contó con una serie de estudiantes que compartieron sus experiencias personales junto a la cantante Amaia, el actor Jaime Lorente y el psicólogo Paco Estupiña.

"Es una bonita forma de conocernos", reflexionó Amaia mientras que Jaime recalcó que no hay forma más desnuda de conocerse que hablando sobre salud mental. Según explicó el programa de La Sexta, uno de cada dos jóvenes entre 15 y 29 años reconoce tener problemas de salud mental.

Pero, ¿por qué han aceptado hablar abiertamente de sus experiencias sobre la salud mental en un programa de televisión? "Yo me siento tan orgulloso de lo que he hecho conmigo mismo, de normalizar el tema, de saber lo importante que es para mí y para quienes me rodean, que me parece normal estar aquí", afirmó el actor. "No me parece nada heroico ni valiente hablar del tema".

Por su parte, Amaia Romero señaló que se encuentra en un momento de su vida en el que se siente más segura en sí misma: "Los últimos años ha sido una locura, pero ahora me siento con más confianza. He empezado a ir al psicólogo y estoy más asentada. Por eso, me parecía un buen momento como para hablar de algo así en un programa como 'Salvados'. Me parece necesario visibilizarlo".

La cantante, que con tan solo 19 años, se alzó con el triunfo de 'Operación Triunfo' recordó ante Gonzo cómo comenzó a notar que algo no iba del todo bien. "Desde que terminó 'Operación Triunfo' estuve un año entero sin ser consciente de lo que había pasado y de lo que me estaba pasando. Yo hacía lo que me decían", destacó Amaia, que señaló que nueve meses después de vivir en Barcelona se dio cuenta de que estaba "desganada con todo, a pesar de que había deseado siempre dedicarme a la música. Ni siquiera me apetecía quedar con gente ni salir de casa".

Según Amaia, fue gracias a una conversación con su hermano la que le hizo darse cuenta de la realidad justo en el momento de mayor éxito de su carrera: "Empezamos a hablar y me dijo cosas que él veía desde fuera, como que había cosas que no funcionaban. Yo también me veía sin derecho a sentirme mal porque lo tenía todo: una casa, dinero, amigos... Me estaba prejuzgando y quitándome el derecho de poder estar mal".

Según desveló Jaime, cuando empezó a acudir al psicólogo su entorno "se lo tomó bien", aunque es algo que no siempre pasa, porque para muchos es como un "estigma". En el caso de Amaia, se sintió apoyada, aunque su madre "se preocupó muchísimo" porque no terminaba de entender que necesitase ayuda especializada.

"Yo creo que todos tenemos problemas de salud mental", llegó a decir Amaia. "Ahora se visibiliza más y la gente se está dando cuenta de que es algo normal". Jaime también considera que "es algo normal", sobre todo, teniendo en cuenta cómo están las cosas en la sociedad. "Me da que hay una pirámide jerárquica del dolor y que la gente adulta le da valor al sufrimiento de los jóvenes, en función de si les parece importante o no. Cuando tienes 15 años, dicen que eres un chaval y que ya se te pasará. No le dan importancia. Ese chaval con 35 años igual es un gilipo*** y lo único que necesitaba es que con 15 años alguien le diese un abrazo".

"Nunca he entendido ir al psicólogo como un sitio donde una persona te iba a solucionar tus problemas", afirmó Jaime Lorente, que señaló que el objetivo es "tener las herramientas" para que cuando sufra ansiedad llevarla bien: "Ahora mismo tengo inseguridad y ansiedad, pero las llevo mejor".

Según contó Amaia, en aquella etapa se sintió completamente desprotegida porque sentía que su familia no la terminada de entender. "Me sentía sola y ni siquiera me entendía a mí misma. Nunca me sentí comprendida". Para muchos padres, a su juicio, solo comprenden dos estados anímicos: triste o contento, sin tener en cuenta el resto de opciones. "Para ellos es como si no hubiese nada en el medio. O bien o mal, punto. No hay otra cosa".