¿Quién es Lucía Dominguín, concursante de 'Masterchef Celebrity 5'?

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Lucía Dominguín es otro de los sorprendentes fichajes de 'Masterchef Celebrity 5'. La hermana de Miguel Bosé se esforzará por demostrar a todos los telespectadores sus dotes para la cocina compitiendo, entre otros, con la política Celia Villalobos, la actriz Melani Olivares o la presentadora Raquel Sánchez Silva.

Lucía, nacida en Madrid en agosto de 1957, es, sin duda, la gran desconocida de toda la familia Dominguín Bosé. Hija de Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé, recientemente fallecida, es la hermana mediana de Miguel y Paola Bosé. La concursante de 'MasterChef' contrajo matrimonio con el difunto Alejandro Salvatore, con quien llegó a tener dos hijos, Olfo y la inolvidable Bimba Bosé, que adoptaron el apellido de su abuela. Posteriormente, se dio el 'sí, quiero' con Carlos Tristancho, de quien se separó en 2011. Fruto de ese matrimonio nacieron dos hijos más, Jara y Lucía.

Su bancarrota

Aunque la hija de Lucía Bosé también intentó tirar por el terreno del arte dramático como parte de su familia, a Dominguín se la conoce por ser empresaria. Sin embargo, la vida le jugó otra mala carta, ya que su adorado complejo hotelero, Extremadura Rocamador, fue a pique por unas obras cercanas. Lucía anunciaba públicamente años más tarde que, a consecuencia de esta catástrofe, fue desahuciada de su casa y tuvo que irse a vivir con su madre a Turégano (Castilla y León).

Corría el año 2013 cuando Lucía Dominguín se sentó en el 'Deluxe' de Jorge Javier Vázquez para relatar su gran drama. Totalmente derrumbada, la empresaria se lamentó de haber caído en bancarrota por el cierre de su hotel, y por ende, perderlo absolutamente todo, hasta su casa.

Sin embargo, la charla con los periodistas del 'Deluxe' fue por otros derroteros y atizó con fuerza a su familia, concretamente a su madre y hermano Miguel Bosé. Lucía confesó sentirse profundamente decepcionada con ellos a raíz de la crisis económica por la que atravesaba, pero, sobre todo, por las desavenencias que estallaron en el clan a causa de críticas a su hijo Olfo Bosé.

La muerte de su hija Bimba

Sin imaginarlo, cuatro años después de los mediáticos rifirrafes con su madre en programas de televisión y revistas del corazón, Lucía Dominguín recibía el mayor revés de su vida: la muerte de su hija Bimba Bosé, a los 41 años, víctima de un cáncer.

Fue entonces cuando Miguel Bosé también se enfadó con su madre por no haber acudido al entierro de su nieta. Mes y medio más tarde se sentó en el plató de 'Sábado Deluxe' para hablar de la muerte de la hija de Lucía Dominguín, previo pago.

Pique en 'Pasapalabra'

Pero antes de toda esta pesadilla vivida por la mediana de los Dominguín-Bosé, la empresaria aceptaba participar como concursante de 'Pasapalabra' en el año 2015, cuando el concurso estaba todavía en la parrilla de Telecinco y estaba presentado por Christian Gálvez.

El concurso del rosco es uno de los pocos programas de televisión a los que ha acudido Lucía. Muchos espectadores la recordarán por sus jocosos piques con la presentadora Irma Soriano en el juego de la pista musical, donde ambas se mostraron siempre sumamente competitivas. En esa época, la empresaria fue propuesta como concursante de 'Supervivientes' e incluso llegó a plantearse la posibilidad de rodar una serie documental en la línea de 'Las Campos', sin embargo, ambos proyectos fueron rechazados por Dominguín.

Desmintió a Lydia Lozano

La última andanza de la hermana de Miguel Bosé en televisión ha sido en este 2020, semanas después de estallar el estado de alarma por la histórica pandemia del coronavirus. Lucía enviaba un contundente mensaje a la redacción de 'Sálvame' para desmentir unas declaraciones de la periodista Lydia Lozano sobre su familia.

Y es que, según la colaboradora de Telecinco, conoció muy bien a su madre, Lucía Bosé, fallecida ese mismo mes a causa del Covid-19. Lozano se afanaba en contar detalles de la vida privada de la mujer del pelo azul así como historias nunca contadas en televisión cuando Dominguín silenciaba a Lydia con estas cristalinas palabras: "No sabe nada de mi entorno privado y, por consiguiente, no representa en absoluto la realidad, sino más bien una fantasiosa imaginación que llega a rozar la obsesión".