Saltan chispas en 'First Dates': cruce de acusaciones en una tensa decisión final

Accidentada decisión final la vivida este lunes, 30 de marzo, entre Pepe y Esther en 'First Dates', con el comensal echándole en cara a Esther la soberbia que había mantenido durante toda la velada. Ella no se quedaba corta, calificándole de "cabezón" en un último encuentro en el que saltaron chispas.

Esther llegó al programa de Cuatro muy optimista sobre sus relaciones sentimentales, pero su actitud cambió rápidamente nada más ver entrar por la puerta a Pepe: "Al ver a Pepe no me ha gustado. No es lo que esperaba. No me gusta ni de cara ni de cuerpo. A mí los hombres me gustan normales, altos, un poco más delgados", explicaba a cámara en su primera reacción.

Esther actuaba en consecuencia a sus palabras, marcando las distancias desde el primer momento. Cabeza alta, mirada esquiva... Una actitud que no gustó en absoluto a Pepe: "Ha empezado marcando la distancia desde el primer momento y ya desde ahí... El trato de Esther me ha parecido un poquitín soberbio y yo por ahí si que no paso", sentenciaba frente al equipo del programa.

Cada tema que fueron sacando los enfrentaba todavía más, con el hecho de seguir conduciendo a los 81 años como foco de conflicto incluso en la decisión final: "No tendría una segunda cita porque vive muy lejos, le veo mayor, le veo grueso, no hace gimnasia, conduce y no debe hacerlo con su edad. Tendría que ser un poco más deportista, le vendría bien de salud", decía ella desquitándose en el último tramo de su velada.

"Yo no tendría otra cita porque no he conectado con ella y además porque la veo un poco altiva de más para mí", replicaba entonces Pepe, sincerándose con ella, que se revolvía en su asiento: "Yo no he sido altiva contigo, te he preguntado por tu vida. Yo no llevo las riendas de nadie ni las he llevado nunca", replicaba Esther, que volvía a repetirle que tenía que hacer más ejercicio y dejar de conducir, acusándole de ser "muy cabezón" con ese tema.

Pese a la tensión, los dos optaban por dejar todo atrás para empezar una amistad: "Ya nos hemos cambiado los teléfonos, así que vamos a ser amigos".