Sobreviviendo a 'Bake off España': un día como concursante del programa de Cuatro

'Bake off España' llega por fin esta noche al prime time (22:40 horas) de Cuatro. El concurso de éxito internacional en el que un grupo de concursantes se juegan 50.000 euros de premio y la publicación de su propio libro de recetas, gracias a sus elaborados y originales postres, desembarca en nuestro país de la mano de Jesús Vázquez.

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Pero como no es lo mismo contarlo que vivirlo, que decía Samanta Villar en '21 días', Mediaset España me invitó (junto a otros periodistas) a vivir la experiencia en primera persona. Acudiendo a la finca que sirve como escenario de este nuevo programa de televisión y bajo la atenta mirada de Betina Montagne, Dani Álvarez y Miquel Guarro, los exigentes jueces, me enfrenté a las cocinas de 'Bake off'.

Tras intentar sonsacar al equipo del programa qué postre tendría que elaborar para poder buscar trucos en internet, ya en mi nuevo sitio de trabajo descubrí que tenía que construir casi desde cero una tartaleta de chocolate. Con la receta del postre, los ingredientes ya preparados y todos los utensilios necesarios, me puse manos a la obra cometiendo el error de no estudiar y analizar correctamente la receta.

El tiempo, mi peor enemigo

Los escasos 60 minutos que me dieron para crear el plato más deseado de cualquier menú no me dejaron respirar ni pensar con claridad. El tiempo se convirtió literalmente en mi peor enemigo al perder la noción, creer todo el rato que no acabaría en hora y saber que no tenía mucho margen para cometer grandes errores. Pero siendo fiel a la verdad, he de confesar que los jueces no fueron demasiado estrictos con el paso de los minutos al dejarnos algunos más. Compasión que al parecer no han tenido con los concursantes de verdad.

Volviendo al tema de la receta, me aventuré a hacer muchas cosas a la vez y no seguir un orden lógico, llegando a echar algunos ingredientes (azúcar) en los preparados que no correspondía (chocolate). Pero como los maestros pasteleros Betina, Dani y Miquel estaban también para ayudarnos y guiarnos, gracias a ellos conseguí completar las fases de la tartaleta con éxito.

Mención aparte merece el horno. La principal herramienta de la mayoría de postres no es nada fácil de controlar, y menos si nunca has utilizado uno concreto y es de última generación. Prácticamente con un solo botón se controla absolutamente todo. Fue caótico hacerse con él y también necesité ayuda del jurado.

La complicación de la presentación

Una vez terminada la tartaleta llegaba el reto de decorarla en el plato para lucirme de cara a la valoración. En los talent shows culinarios la presentación juega un papel importante, y en contra de lo que parece en casa, no es nada fácil buscar un equilibrio y que tu plato sea toda una creación. Asimismo, la elección del nombre del plato genera otro quebradero de cabeza.

Sin mencionar el destrozo que hice al atrezzar el postre sin saber cómo hacerle brillar, al ver el conjunto que me había quedado (que es indescriptible) decidí llamarlo 'Destartaleta'. Mi plato estaba destartalado y me resultó gracioso ese juego de palabras.

Cuando pensé que ya estaba todo hecho y había terminado el 'sufrimiento', faltaba el último trago: vender el plato y enfrentarme a la opinión de los expertos. Este momento es, sin ninguna duda, el más tenso. No solo tienes que describir tu postre y dejar constancia de todo lo positivo que has hecho delante de tres profesionales (aunque no confíes demasiado en lo que has hecho), te enfrentas a los postres de tus rivales, cuyos cocinados crees que están mejor que el tuyo.

Misión cumplida: ¡Está rico!

Por suerte, mi experiencia en 'Bake off' acabó de la mejor manera posible. Tras una magistral lección de Miquel Guarro sobre decoración, que en menos de tres minutos dio una nueva imagen a mi plato con ideas que ni se me habían pasado por la cabeza, los tres coincidieron en que 'Destartaleta' estaba realmente rica. Al menos, el sabor y la textura de mi tartaleta había obtenido su aprobado, que en el fondo es lo que realmente importa.

De esta forma he comprobado lo complicado que es ser concursante de un espacio de estas características y lo fácil que se ve por televisión. Cocinar con un determinado tiempo, frente a eminencias en la materia y triunfar, es toda una hazaña. Ahora solo queda descubrir cómo se desenvuelven los doce participantes del nuevo show de entretenimiento de Cuatro.