Adara, Bea y Meritxell declaran la guerra a Simona tras besar a Rodri y Alain

La casa de 'Gran Hermano 17' vuelve a estar en pie de guerra. Parecía que la paz había llegado a Guadalix de la Sierra tras la reprimenda de la organización hace algo más de una semana, pero todo se ha venido abajo con la entrada en la convivencia de Simona, la concursante sustituta de Fernando. Y es que la joven ha llegado a la convivencia muy fuerte, jugando sin complejos con los hombres de la casa. Así, durante su primera fiesta, aceptó el reto de besar a todos los chicos, dando lugar a la apertura de una nueva batalla contra ella por parte de Bea, Meritxell y Adara, esta última por solidaridad.

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Lo que empezó como un juego, acabó provocando una herida que podría poner a Simona en el disparadero. La rumana se encuentra ya en el punto de mira de Bea y Meritxell por haber besado a 'sus chicos', un gesto que fue a más cuando a la mañana siguiente la joven le cantó a Rodrigo y Alain: "Qué ganas tengo de comerme un buen pollón". ¿Un tonteo inocente para combatir el aburrimiento? ¿Otra provocación? Sea como fuere, las chicas se lo tomaron como una gran afrenta, una batalla a la que se unió Adara por afinidad, y "porque ella había pasado por algo similar con Pol y Miguel".

Viendo la situación, Adara, Bea y Meritxell decidieron arrinconar a Simona por primera vez a propósito de las tareas domésticas. Un primer cruce de acusaciones ante el que la nueva no se arrugó. Fue Meri quien llevó la voz cantante, pues las pullas sobre el lavabo iban hacia ella, pero Adara no tardó en intervenir para apoyar a sus amigas en esta cruzada. Bea, por su parte, no aportó otra cosa más que risas en la cara de Simona.

Simona se posiciona contra Adara

Llegó el domingo y con él los posicionamientos en 'Gran Hermano: el debate'. Uno de los momentos de mayor tensión se vivió cuando Simona se posicionó tras Adara, deseando su expulsión. La nueva concursante supo argumentar su postura en base a la poca cercanía entre ambas y las disputas que ya habían vivido, pero como era de esperar estas palabras no sentaron nada bien a Adara, quien estalló nuevamente abriendo un nuevo frente dentro de la casa.

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