María Lapiedra desvela su "oscura" infancia: "Mi madre me abandonó"

María Lapiedra sigue siendo la chica del momento en Mediaset España. La filóloga catalana, que lleva de actualidad mes y medio por su relación sentimental con Gustavo González mientras ambos estaban casados, vuelve a la portada de la revista 'Lecturas' para presentar a sus hijas y hablar de su "oscura" infancia.

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En una de sus entrevistas más personales e inesperadas, la colaboradora de 'Sálvame' y 'Cazamariposas' lo cuenta todo: "Tenía 12 años cuando mis padres se separaron, pero luego volvieron varias veces. Era un caos. Mi madre nos abandonó, dijo que se había enamorado de otro y se fue. Me crié con mi padre, pero de repente aparecía mi madre. Yo nunca abandonaría a mis hijas, no podría. Me di cuenta de que mi madre fue mala madre cuando las tuve. Nunca he tenido el amor de una madre".

Profundizando en la relación con su madre, desvela situaciones complicadas: "Uno de mis primeros recuerdos es de ella diciéndome que era más guapa que yo [llora]. Había niños que me decían 'quiero ser tu novio' y yo pensaba 'si soy superfea'. Supongo que por eso empecé a tener muchos novios, pensaba 'al menos a estos les gusto'. También me acuerdo que con cinco años en el festival del cole bailamos la lambada. Todas las niñas iban igual vestidas menos yo porque mi madre no se enteró ni de qué tela tenía que llevar el vestido".

Una vez le dije a mi padre '¿para qué me tuvisteis? Si me hubierais preguntado si quería nacer, te hubiera dicho que no'

Informando de que su madre conoció a sus hijas este pasado 24 de diciembre porque quería que al menos vieran a su abuela, María cuenta más hechos: "Cuando ella volvía me decía 'me he separado de tu padre por tu culpa'. Una vez le dije a mi padre '¿para qué me tuvisteis? Si me hubierais preguntado si quería nacer, te hubiera dicho que no'. Me atormento mucho para que mis niñas el día de mañana no me digan lo mismo".

María con sus hijas:

"Teníamos muchas peleas. Me encantaba el latín y una vez que tenía un examen me escondió el diccionario. Después, con el divorcio quería coger toda la cristalería, vino un día y me dijo 'si no es para mí, no es para nadie'. Y tiró todas las copas. He vivido un infierno con mi madre", continúa confesando.

Cuando escuché que me decían que soy mala madre no paraba de llorar. Sé que no lo soy. Soy otra persona desde que nacieron ellas

Entre sus múltiples declaraciones, destaca el dolor que siente cuando cuestionan su faceta como madre: "Cuando escuché que me decían que soy mala madre no paraba de llorar. Sé que no lo soy. Hay ciertas cosas de mi pasado que no me gustaría que vieran. Soy otra persona y mucho más desde que nacieron ellas. A veces tengo miedo de no conseguir su felicidad. Yo las he traído al mundo y lucharé para que no se sientan abandonadas como me sentí yo".