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Los entresijos del Festival de Eurovisión
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Los entresijos del Festival de Eurovisión

Al contrario de lo que muchos aún piensan, Eurovisión es mucho más que una noche. Sin tener en cuenta todo el tiempo de preparación que conlleva, y que prácticamente

Al contrario de lo que muchos aún piensan, Eurovisión es mucho más que una noche. Sin tener en cuenta todo el tiempo de preparación que conlleva, y que prácticamente comienza en el momento en el que un país gana el certamen, la ciudad que acoge el Festival empieza a vestirse de gala para recibir a los países participantes mucho antes. En concreto, dos semanas, cuando empiezan a llegar los países que participan en las dos semifinales.

Durante ese tiempo, la ciudad, en este caso Malmö, no tiene otro objetivo que dejar un buen sabor de boca a los que hasta allí acuden. Algo que se descubre nada más pisar tierra. "Todos somos uno", recuerdan diversos carteles tanto en el aeropuerto de Malmö como en el de Copenhague, ciudad 'dormitorio' de esta edición gracias a su cercanía. Sólo diez minutos separan a la capital danesa del Malmö Arena, estadio donde se celebrarán las dos semifinales y la final del certamen.

Pero, además, otra señal de esa hospitalidad es que tanto la prensa como los fans acreditados disfrutan de transporte gratis. Un ahorro necesario teniendo en cuenta los elevados precios de los países nórdicos y a los que pocos eurofans están acostumbrados. O al menos los españoles. Para que se hagan una idea: un menú son casi más de quince euros.

Otro de los 'ahorros' con el que se encuentran los desplazados hasta Malmö son las fiestas de 'promoción' de los países, donde la comida y la bebida corren a cargo de cada delegación. Sin embargo, la crisis no les ha sido ajena y año tras año pocos son los países que se arriesgan a gastar parte de su presupuesto en este tipo de promoción. La de Bielorrusia todavía resuena en los mentideros eurovisivos gracias a su despliegue y la visita de varios países rivales pero amigos, que amenizaron la velada.

La mayoría de ellas se celebran en el Euroclub, uno de los lugares de encuentro de los eurofans, los delegados y la prensa, alejado del Malmö Arena, pero en pleno centro de la ciudad y cuyo camino está indicado por mariposas en el suelo. Allí, la fiesta está asegurada hasta las cuatro de la madrugada y, por supuesto, amenizada con actuaciones y música de Eurovisión. El lugar también cuenta con WiFi para que todo aquel que quiera comparta su experiencia en redes sociales. La visita de algunos famosos cantantes suecos aseguran una foto para el recuerdo.

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La celebración del europeísmo

Otros de los lugares de encuentro son el Eurovillage, un recinto en el centro de la ciudad donde se ofrecen distintos conciertos gratis, yel EuroFan Cafe, muy en la línea del EuroClub, pero al que puede hacer todo el público pagando una entrada semanal de unos 17 euros. Allí también se ofrecen actuaciones, karaokes, concursos y fiestas temáticas. Las banderas no importan, lo importante es la música.

El Press Centre, ubido a escasos 50 metros del Malmö Arena, es el lugar de trabajo para la prensa. Allí, unos 1.550 periodistas de 40 países distintos conviven cada día entre ordenadores y dos grandes pantallas para seguir los ensayos. El café orgánico, autóctono de Malmö, es gratis. El agua, en botellas de ciclista que se rellenan en el ya bautizado por los periodistas como 'abrevadero', y que recuerda que el agua de Malmö es potable. La comida, prohibitiva. Aunque en algunos casos, la intensidad de la programación hace que más de uno olvide acercarse a tomar el 'lunch'.

Y por si alguno necesita un respiro, la organización ha preparado un espacio Chill Out para descansar. En las paredes, distintos cuadros con rostros de artistas decoran el lugar y un gran poster que recuerda a los ganadores del certamen. ABBA, France Gall, Sandie Shaw, Celine Dion, y, cómo no,Massiel y Salomé.

Al contrario de lo que muchos aún piensan, Eurovisión es mucho más que una noche. Sin tener en cuenta todo el tiempo de preparación que conlleva, y que prácticamente comienza en el momento en el que un país gana el certamen, la ciudad que acoge el Festival empieza a vestirse de gala para recibir a los países participantes mucho antes. En concreto, dos semanas, cuando empiezan a llegar los países que participan en las dos semifinales.

Durante ese tiempo, la ciudad, en este caso Malmö, no tiene otro objetivo que dejar un buen sabor de boca a los que hasta allí acuden. Algo que se descubre nada más pisar tierra. "Todos somos uno", recuerdan diversos carteles tanto en el aeropuerto de Malmö como en el de Copenhague, ciudad 'dormitorio' de esta edición gracias a su cercanía. Sólo diez minutos separan a la capital danesa del Malmö Arena, estadio donde se celebrarán las dos semifinales y la final del certamen.

Pero, además, otra señal de esa hospitalidad es que tanto la prensa como los fans acreditados disfrutan de transporte gratis. Un ahorro necesario teniendo en cuenta los elevados precios de los países nórdicos y a los que pocos eurofans están acostumbrados. O al menos los españoles. Para que se hagan una idea: un menú son casi más de quince euros.

Otro de los 'ahorros' con el que se encuentran los desplazados hasta Malmö son las fiestas de 'promoción' de los países, donde la comida y la bebida corren a cargo de cada delegación. Sin embargo, la crisis no les ha sido ajena y año tras año pocos son los países que se arriesgan a gastar parte de su presupuesto en este tipo de promoción. La de Bielorrusia todavía resuena en los mentideros eurovisivos gracias a su despliegue y la visita de varios países rivales pero amigos, que amenizaron la velada.

La mayoría de ellas se celebran en el Euroclub, uno de los lugares de encuentro de los eurofans, los delegados y la prensa, alejado del Malmö Arena, pero en pleno centro de la ciudad y cuyo camino está indicado por mariposas en el suelo. Allí, la fiesta está asegurada hasta las cuatro de la madrugada y, por supuesto, amenizada con actuaciones y música de Eurovisión. El lugar también cuenta con WiFi para que todo aquel que quiera comparta su experiencia en redes sociales. La visita de algunos famosos cantantes suecos aseguran una foto para el recuerdo.