Las ‘Voces de Eurovisión’ que acompañaron a Uribarri

Jose Luis Uribarri dedicó casi toda su vida a sacarle partido a su voz. Aunque también ha aparecido en numerosas ocasiones delante de una cámara formando parte de varios jurados, al locutor siempre se le ha conocido como La Voz de Eurovisión, ese narrador que siempre sabía lo que iba a ocurrir. Año tras año iban llegando nuevos representantes a la que ya era considerada su casa.

Desde que comenzase en 1969 bajo la dirección de TVE, Uribarri se ha hecho cargo de 19 ediciones del Festival y ha guiado a 18 representantes a lo largo de toda su carrera eurovisiva. Ellos son los que mejor recuerdo guardan del locutor, un consejero en un país extraño.

Salomé fue su estreno. Una victoria.

1969 fue el año de su estreno después de haber aterrizado en TVE en 1958. Salomé se convirtió en una de las cuatro ganadoras del Festival, celebrado por primera y última vez en España. Vivo cantando fue su lema.

Repitió en 1970 con Julio Iglesias (cuarto puesto). Parece que Uribarri era un amuleto y el cantante se convirtió en uno de los representantes con más éxito después del Festival.

Así continuaron varios años de locución. Uribarri narró los Festivales de 1974, con Peret, 1975, con Sergio y Estíbaliz, y 1976, con Braulio.

Los 90, su segunda oportunidad y el renacimiento de Eurovisión

1992 supuso el regreso de Uribarri a las filas de Eurovisión con Serafín Zubiri como representante. El cantante siempre ha tenido palabras muy amables para el locutor. Vanitatis se ha puesto en contacto con algunos de sus pupilos, que siempre le recuerdan con cariño. “Uribarri siempre ha sido muy correcto. Era muy amable”, dice Zubiri. “Su consejo fue que controlara a los medios. Yo llevaba ya muchos años trabajando como artista y allí aprendí muchísimo”. Serafín guarda con mucho cariño la primera de sus apariciones en el Festival. “Su desaparición ha sido una sorpresa”.

Le seguirían artistas como Eva Santamaría (1993), Alejandro Abad (1994), Anabel Conde (1995) o Antonio Carbonell (1996).

Marcos Llunas conseguía un muy correcto sexto puesto en 1997 con Sin rencor. El cantante, que ahora se encuentra de promoción en Perú, se declara “muy apenado” porque Uribarri “ha sido uno de los mejores profesionales que he conocido”. “Siempre apoyó a todos los artistas que fuimos a los festivales. Siempre que tenía oportunidad recordaba mis actuaciones”.

Tras Mikel Herzoy (1998) llegó Lydia en 1999, una de las actuaciones más polémicas, que dejó a España en el 23º puesto. La cantante es ahora la voz de Presuntos Implicados. Ella recuerda a Uribarri como “un hombre con muchos conocimientos y buena persona”. Lydia, “muy triste y conmocionada”, asegura que el locutor le dio muchos consejos, “pero que disfrutara” sobre todo.

La llegada de los ‘triunfitos’ en Eurovisión

Si de algo sirvió Operación Triunfo fue para relanzar el Festival y llenar su retrasmisión de espectadores. La actuación de Rosa en 2002 se convirtió en uno de los eventos televisivos más vistos de la historia. Sin embargo, antes vendría la segunda participación de Serafín Zubiri en el Festival y el descubrimiento de David Civera.

Civera se convirtió desde su participación en todo un filón para los veranos. El cantante siempre se ha sentido muy cercano al locutor. “Fue entrañable y cercano. Le ilusionaba mucho el Festival y me dijo abiertamente que se sentía orgulloso de que ese año un turolense nos representara”, dice Civera. “Jose Luis era cercano en lo que creía”. Sin él, “queda un vacío irreemplazable”, admite el cantante.

Tras Beth, Uribarri abandonó el Festival y sólo lo retrasmitió dos año más. Tras Chikilicuatre (2008), Daniel Diges fue el último en contar con la voz de Uribarri como referente. El intérprete de Algo pequeñito declara que trabajar al lado de Uribarri fue "un orgullo inigualable". El cantante confiesa que el locutor le dijo "que aprovechara el momento. Eurovisión sólia ser algo efímero para muchos".

Ellos fueron el rostro que representó a España durante 19 años. Sin embargo, todos tienen en común la voz que les guió por el camino. Una voz que se apagó para siempre el pasado lunes. Uribarri siempre será recordado como la verdadera Voz de Eurovisión. Nunca cantó, pero el micrófono era su verdadera arma.