Adela Ucar, de 21 días: "No somos sensacionalistas"

La sombra de Samanta Villar es larga. Sin embargo, Adela Ucar, la nueva reportera de 21 días, afronta la nueva experencia con ilusión y sin miedos. Sabe que el programa será duro, que deberá enfrentarse a numerosas críticas, a las comparaciones con Villar; pero también sabe que este nuevo reto en su carrera profesional (y personal) se convertirá, para bien o para mal, en una experiencia inolvidable.

"Lo que más temo es cómo me van a afectar las situaciones que voy a conocer. Por lo demás, quiero hacer un buen trabajo y sentirme orgullosa. Preocuparme por algo más sería contraproducente", comenta Ucar en declaraciones a El Confidencial con motivo de su primer 21 días.

Ese "algo más" son las críticas. El novedoso programa ha estado envuelto en la polémica en numerosas ocasiones y distintos medios lo han tachado de "morboso", "sensacionalista" o "exhibiocionista". Sin embargo Ucar, licencia en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra, defiende su nuevo programa porque "no es un formato de periodismo al uso y está bien probar otras fórmulas novedosas como ésta, al margen de los programas tradicionales (...) El periodismo no es algo rígido".

"Evidentemente el periodista adquiere en 21 días un papel protagonista pero para mostrar la realidad (...) Con sólo ver 21 días queda claro que no es sensacionalista. Es un programa riguroso y es un logro que un espacio de reportajes y periodismo haya tenido tanta audiencia. Además, ha conseguido acercar la realidad pura y dura a un público que suele cambiar de canal cuando se abordan esos temas".

Los límites de 21 días

Sin embargo lo más duro puede que no sean las críticas. Villar abandonó el programa por "agotamiento" ya que exigía dedicarse a él en cuerpo y alma. "Va a ser una dedicación de tiempo importante. Yo me lo planteo como una época intensa, luego vendrán otros periodos de menos trabajo", comenta la bilbaína, que ha trabajado en programas como Españoles en el mundo y Mucho viaje.

Obviamente Ucar tiene límites. "Si hay algo que me pueda afectar muy directamente o no esté preparada, podemos decidir hacer otro programa". Sí está preparada, sin embargo, para una misión de ayuda humanitaria. "Eso me parece periodismo casi utópico. Tiene su peligro pero los programas te dan seguridad".

Al igual que Villar, un 21 días de prostitución tampoco está entre sus planes. "Este programa se trata de vivir experiencias en primera persona, pero si no me voy a prostituir no tiene sentido".

De momento, la periodista no tendrá que pensar en esas duras experiencias hasta que se enfrente a su nuevo reto -el segundo-, que será "el más duro de la historia del programa". 

Para su primer 21 días, Cuatro le ha reservado un reportaje "ligero" sobre la fama. Un hecho del que es consciente, aunque le tiene cierto miedo ."Pasar de entrevistar a ser entrevistada tiene una parte divertida, no me importa. Lo que más me preocupa de la popularidad es la repercusión mediática a nivel de prensa de corazón que puede tener y que no deseo".