EEUU: el bombardero nuclear ‘invisible’ chino es muy inferior al B-21 Raider

China asegura estar muy cerca de presentar su nuevo bombardero furtivo Xi'an H-20, un avión con capacidad para llevar armamento nuclear en el que llevan trabajando desde 2016 y que está pensado para rivalizar con el nuevo B-21 Raider de los EEUU. Por ahora no se saben todas las características del H-20, pero según los analistas, representa una amenaza muy seria para la seguridad de los EEUU y sus aliados. Ahora, un oficial del servicio de inteligencia estadounidense baja el suflé y asegura que el nuevo bombardero chino está todavía lejos de la capacidad del B-21.

"El problema con el H-20 es que, cuando se examina el diseño del sistema, probablemente no sea ni de lejos tan bueno como las plataformas estadounidenses [furtivas], sobre todo las más avanzadas que están por llegar. Se han encontrado con un montón de problemas de diseño técnico, en términos de cómo hacer que la capacidad del sistema funcione de manera similar a un B-2 o B-21", asegura el oficial en declaraciones recogidas por Defense One.

Años estando a punto de volar

El pasado marzo, el Comandante Adjunto de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (EPL), Wei Wang, afirmó que China está a punto de mostrar el H-20 al mundo. El nuevo bombardero, dijo Wang, es una “generación totalmente nueva de aviones [...] un avión transformador” al que no le quedan grandes retos en su desarrollo. Se supone que durante su desarrollo ha habido problemas, pero Wang aseguró que "no hay cuello de botella que no se puede resolver. Nuestros científicos son ahora muy buenos y todos tienen esta capacidad".

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Unas palabras que el oficial estadounidense no se acaba de creer del todo. El funcionario de la inteligencia norteamericana asegura que China lleva años diciendo que el H-20 llegará pronto y que, aunque Pekín lo muestre públicamente para presumir de sus proezas militares, eso "no significa necesariamente que realmente les proporcione el tipo de capacidad que necesitarían, o en la cantidad que necesitarían".

Aun así, el Pentágono no se fía del todo de la supuesta inferior capacidad bélica de estos aparatos, o de otros, como su caza avanzado J-20, y sigue modernizando su Ejército en previsión de un posible conflicto en el Pacífico a cuenta de Taiwán.

"No quiero confiar en que los chinos no sean buenos”, asegura el oficial estadounidense. “Porque no sabremos que no son buenos hasta que nos disparen, y no quiero encontrarme en una situación en la que descubra que, efectivamente, son tan buenos como dicen".

El H-20 Tormenta

El bombardero H-20, bautizado por el Ejército chino como Tormenta, ha sido diseñado por el 603º Instituto de Diseño de Aeronaves de la Corporación Industrial de Aeronaves Xi'an y ha evolucionado en numerosas iteraciones hasta su última forma que, supuestamente, está al caer.

Se sabe poco de sus características, pero los rumores apuntan a que su diseño muestran capacidades para minimizar la detección de radar críticas para las misiones de largo alcance dentro del espacio aéreo enemigo. Al igual que el B-2 y el B-21, su forma es de ala delta con estabilizadores horizontales integrados y motores sobre el ala. Mientras tanto, como se puede ver en el vídeo bajo estas líneas, el B-21 Raider ya está volando y pronto estará operativo tras 13 años de desarrollo.

En cuanto a las características de Tormenta, los rumores indican que tiene una capacidad de carga útil de 45 toneladas y un alcance estimado de 12.000 kilómetros, superando los 11.100 kilómetros del B-2 Spirit, pero por debajo de los 14.500 kilómetros del B-21 Raider. El H-20, dicen los analistas militares asiáticos, podrá llevar una gran variedad de armas, desde municiones convencionales a misiles nucleares y misiles de crucero e hipersónicos.

El experto militar Jon Grevatt, declaró en su momento al South China Morning Post, que el H-20 "podrá atacar objetivos a una larga distancia, tal vez en la segunda cadena de islas [del Pacífico] y más allá. Eso significa que amenazaría los activos e intereses de Estados Unidos en Asia-Pacífico. Si el avión entra en funcionamiento, tiene el potencial de cambiar las reglas del juego".

Por su parte, Wang dijo que el nuevo bombardero es el resultado de “una generación tecnológica que trae una nueva era de efectividad de combate", señalando que esperan que el H-20 les dé una ventaja estratégica. Sin embargo, como es habitual entre los militares chinos, no quiso entrar al trapo cuando le preguntaron sobre su semejanza con el B-21: "No competimos con los Estados Unidos, solo protegemos nuestra propia seguridad".