La nueva arma de EEUU que puede barrer todos los drones rusos de Ucrania

Con sus sistemas de defensa aérea bajo mínimos, Ucrania está asediada por oleadas interminables de drones kamikazes, misiles y aviones de combate. Ahora, la compañía norteamericana Epirus está en conversaciones con el Departamento de Defensa de EEUU para desplegar un sistema capaz de destruir aeronaves enemigas sin depender de costosas baterías de misiles. Sus inventores aseguran que es imbatible y así lo han demostrado en pruebas donde han podido acabar con una oleada de 66 atacantes de forma casi instantánea sin realizar un solo disparo. Su nombre: Leónidas, como el rey espartano que infligió miles de bajas a un gigantesco ejército persa usando un puñado de hombres durante la defensa de las Termópilas. Un nombre perfecto para la nueva era de la guerra asimétrica.

Esta era está definida por adversarios que utilizan ataques con grandes cantidades de drones de bajo coste para explotar la vulnerabilidad principal de las defensas antiaéreas convencionales: el número limitado de misiles y su altísimo coste.

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Aunque Ucrania fue la primera en utilizar de forma efectiva un gran número de drones contra las armas y defensas convencionales rusas, las fuerzas de Putin han aprendido rápido y ahora también usan drones para saturar las defensas aéreas ucranianas hasta agotarlas y exponer objetivos militares críticos. Ucrania necesita un arma definitiva para destruir aquellos drones rusos que escapan a sus defensas de ametralladoras, que se han demostrado bastante efectivas. Además, las baterías de misiles antiaéreos ucranianas están al límite del agotamiento, lo que ha provocado que Rusia tenga la oportunidad de acercar más sus cazabombarderos al frente, sin el miedo a ser derribados que tenían hace sólo unos meses.

Contramedida sin límite

El sistema Leónidas puede ser la respuesta. Desarrollado por Epirus, Leonidas es un arma de microondas de alta potencia (HPM en sus siglas en inglés) diseñada para contrarrestar los sistemas aéreos no tripulados (UAS) en masa. A diferencia de los sistemas tradicionales de defensa aérea, que lanzan interceptores cinéticos a objetivos individuales, Leonidas emite un haz de microondas capaz de neutralizar grupos de drones. El haz de Leónidas es tan potente que puede freír los circuitos de los drones en vuelo, haciéndolos inoperables. Esta capacidad, sin límite de munición y sólo limitada por el acceso a una fuente de electricidad, permite una respuesta rentable a los enjambres de drones rusos, negando la ventaja económica que anteriormente tenían los atacantes utilizando drones desechables.

Pero la gran ventaja de Leónidas no es sólo esta capacidad de barrer el cielo de enemigos sino en su tamaño. Utiliza una tecnología de nitruro de galio en estado sólido que permite la generación de potentes haces de microondas con precisión y un consumo de energía mínimo. Esta tecnología contrasta con los sistemas más antiguos como el sistema THOR de la fuerza aérea de EEUU, que están basados en magnetrones.

El resultado es una solución increíblemente pequeña, móvil e increíblemente efectiva. El diseño de Leonidas permite su rápida reorientación, algo crucial para responder a las tácticas de enjambres de saturación. Esta eficacia se demostró en pruebas en las que el arma neutralizó con éxito 66 de los 66 objetivos de drones en un solo enfrentamiento. La capacidad del sistema para manejar amenazas simultáneas con un solo ‘disparo’ y su eficiencia operativa en términos de potencia y logística son una ventaja sustancial sobre los sistemas basados en misiles o ametralladoras antiaéreas, tanto por su precio como por su flexibilidad táctica, con una capacidad defensiva virtualmente ilimitada y totalmente portátil.

El efecto en Ucrania

El despliegue de Leónidas en Ucrania podría alterar fundamentalmente la dinámica de la defensa aérea en la región. Su capacidad para incapacitar a múltiples drones a la vez, combinada con una defensa en capas con armas cinéticas como las ametralladoras, permitirían en teoría crear un escudo contra cualquier ataque aéreo ruso de esta clase. Esto también reservará sus misiles antiaéreos para los cazabombarderos y helicópteros rusos, lo que supone un uso más racional y efectivo de los recursos.

Su rápida movilidad y configuración también podrían habilitar zonas de denegación aérea como apoyo a las operaciones ofensivas del ejército de tierra ucraniano, creando corredores seguros libres de vigilancia aérea o drones de ataque.

La tecnología de Leónidas también es aplicable a la guerra naval, tanto contra ataques aéreos como para contrarrestar la amenaza emergente de los vehículos de superficie no tripulados, los drones kamikaze que Kiev ha usado con tanta efectividad contra la flota rusa del Mar Rojo.

El Ejército de los Estados Unidos también está evaluando Leónidas para su uso en el campo de batalla. Compite con el sistema THOR de su Fuerza Aérea al que antes hacíamos referencia. Sin embargo, THOR es tan grande que no tiene la capacidad móvil de Leónidas, algo que limita su despliegue a puntos fijos.