La caída de un Starship intacto liberaría la energía de las bombas de Hiroshima y Nagasaki

¿Qué pasaría si mil millones de personas en un lado de la Tierra decidieran saltar al mismo tiempo? Un salto de diez centímetros impulsaría a la Tierra en la dirección opuesta y desplazaría temporalmente el centro de masa de la roca en aproximadamente el tamaño de un núcleo atómico. Cuando los mil millones de personas regresaran a la Tierra después de una décima de segundo, la Tierra recuperaría su estado original. Aunque la señal gravitacional resultante cruzaría la Tierra a la velocidad de la luz, la onda de presión mecánica se propagaría menos de un kilómetro durante este corto intervalo de tiempo.

Un evento caprichoso de este carácter podría coordinarse a través de las redes sociales. Afortunadamente, no provoca ningún daño a largo plazo en nuestro hábitat. Sin embargo, si una gran cantidad de masa fuera elevada sobre la atmósfera en forma de un objeto sólido que luego cayera, el impacto resultante provocaría una gran catástrofe medioambiental. El aterrizaje del objeto podría crear un tsunami y elevar una gran cantidad de polvo a la atmósfera, bloqueando la luz solar y provocando temperaturas significativamente más frías.

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Jesús Díaz

Este no es un escenario hipotético para una civilización como la nuestra. Me inspiró a considerarlo la noticia sobre el segundo lanzamiento parcialmente exitoso de Starship, el cohete más grande jamás construido. Para la NASA, Starship es un futuro módulo de aterrizaje lunar para astronautas bajo el mando de la misión Artemis. Para Elon Musk, fundador y director ejecutivo de SpaceX, el vehículo es fundamental para su visión de llevar colonos a Marte.

Un Starship completamente cargado mide 121 metros de altura, casi 30 metros más que la Estatua de la Libertad. Curiosamente, tiene aproximadamente el tamaño inferido y el alargamiento proyectado del objeto interestelar anómalo Oumuamua. La masa de Starship de 5.000 toneladas equivale a la masa total de 100.000 personas. Si el tercio superior de Starship fallara después de alcanzar una altitud de varias decenas de kilómetros y luego regresara entero a la Tierra, su impacto habría liberado la energía equivalente a 100 kilotones de TNT, tres veces la suma de las explosiones atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial.

En ese caso, el impacto de Starship en tierra habría provocado una gran catástrofe medioambiental. Los efectos resultantes imitarían la devastación causada por un meteorito gigante. En 2005, el Congreso de los EEUU encargó a la NASA encontrar más del 90% de todos los objetos cercanos a la Tierra más largos que Starship, dado el riesgo existencial que pueden suponer como meteoritos en curso de colisión con la Tierra.

En el primer lanzamiento de Starship el 20 de abril de 2023, el cohete no logró encender todos sus motores en el momento del despegue. A los pocos minutos de vuelo, aproximadamente en el momento en que el cohete debía separarse de la nave espacial, Starship comenzó a perder el control, lo que obligó a los ingenieros de SpaceX a detonar el cohete sobre el Golfo de México. La explosión en sí no fue un accidente, ya que el sistema de terminación de vuelo (un mecanismo de autodestrucción para evitar peligros para personas o estructuras en tierra) destruyó ambas etapas del cohete.

En los meses previos al segundo lanzamiento de Starship, SpaceX realizó cambios en el diseño del cohete para evitar fugas de combustible e incendios, e introdujo mejoras en el sistema de terminación de vuelos. El propulsor fue diseñado para regresar a la plataforma de lanzamiento una vez que se haya separado de la nave espacial de la etapa superior. Además, se reemplazó un motor de aletas de rejilla. Las aletas de la rejilla dirigen el propulsor mientras cae a la Tierra. Para evitar que los motores del cohete destruyan el hormigón de debajo y envíen otra nube de escombros y polvo, SpaceX ha añadido una estructura que consta de dos placas con agujeros en la placa superior.

El segundo vuelo de Starship desde Boca Chica, Texas, no logró el objetivo final del lanzamiento de prueba: un viaje parcial alrededor del mundo que terminó con un amerizaje en el Océano Pacífico. Pero el vuelo de prueba demostró que SpaceX había solucionado problemas clave de la prueba de abril. Los 33 motores de la etapa propulsora inferior del vehículo se encendieron y el cohete superó la separación de etapas, cuando el propulsor cayó y los seis motores de la etapa superior se encendieron para llevar el vehículo al espacio. Poco después de la separación del cohete, el propulsor explotó. La nave espacial Starship de la etapa superior continuó durante varios minutos más, alcanzando una altitud de 150 kilómetros, pero luego SpaceX perdió contacto con ella después de que detonó el sistema de terminación de vuelo.

Esperamos el éxito de todos los lanzamientos futuros de Starship. En el proceso de convertirnos en una civilización multiplanetaria, debemos mantener la seguridad en el único planeta que seguirá siendo el hogar de la mayoría de nosotros en el futuro previsible.

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Avi Loeb es jefe del Proyecto Galileo, director fundador de la Iniciativa Black Hole de la Universidad de Harvard, director del Instituto para la Teoría y la Computación del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y autor del bestseller “Extraterrestrial: The First Sign of Intelligent Life Beyond Earth”.

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