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La energía de fisión nuclear es la llave del futuro de la humanidad
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La energía de fisión nuclear es la llave del futuro de la humanidad

Un estudio publicado en la revista científica 'Nature' afirma que la energía nuclear de fisión es la única manera de conseguir los objetivos del clima y salvaguardar el medioambiente

Foto: Reactor nuclear de la planta Muehleberg, en Suiza, durante una revisión anual en 2012. (REUTERS/Ruben Sprich)
Reactor nuclear de la planta Muehleberg, en Suiza, durante una revisión anual en 2012. (REUTERS/Ruben Sprich)

“El momento de la energía nuclear ha llegado”. Son las palabras de Charles Oppenheimer en un nuevo artículo publicado en la revista Time. Oppenheimer es el nieto del físico J. Robert Oppenheimer, que desarrolló la primera bomba atómica de la historia, una epopeya que pronto llegará al cine de la mano de Christopher Nolan.

Foto: La cámara F-Zero permite tomar fotos que hasta ahora eran imposibles.

El nieto del líder del Proyecto Manhattan piensa que la energía nuclear no sólo no es la fuerza destructiva que creó su padre sino que es la única solución para el futuro inmediato del planeta y la supervivencia de la humanidad y la civilización moderna. Mirando a los datos de consumo energético — que sigue aumentando salvajemente — y las nefastas proyecciones sobre el clima, no le falta razón.

Un futuro a corto y medio plazo que no salvarán las renovables, Todavía tienen un gran número de problemas que impiden que sacien nuestra aparentemente interminable necesidad de electricidad. Además, tienen un coste medioambiental brutal que no se mide en producción de CO2 sino, en muchos casos, en miles de kilómetros cuadrados de naturaleza y deforestación. Tampoco la fusión es la tabla de salvación inmediata: Le quedan décadas para que llegue a comercializarse.

Un consumo eléctrico que va a más

“A pesar de todo el debate sobre energía limpia y los combustibles fósiles, hay un problema importante en nuestro objetivo de hacer la transición a una economía con cero emisiones de carbono. A pesar de todo el crecimiento y los avances en la energía renovable, a nivel mundial consumimos más combustibles fósiles que nunca, y nuestra tasa de producción de CO2 de hecho está aumentando, no dirigiéndose al objetivo cero,” comienza diciendo Oppenheimer.

La energía nuclear ha sido denostada durante décadas por un activismo verde basado en la emoción, en atizar el miedo de la población, y no en la evidencia científica. Este activismo — amplificado por los dos grandes accidentes nucleares del siglo XX y la prensa llevó a la caída de las centrales nucleares — es un hecho que nos ha llevado al punto en el que hoy nos encontramos: Tenemos una dependencia absoluta de los combustibles fósiles y más producción de CO2 que nunca.

placeholder La escasa densidad energética de las renovables tiene un enorme coste medioambiental.
La escasa densidad energética de las renovables tiene un enorme coste medioambiental.

Inexplicablemente, sin embargo, la energía de fisión continúa siendo ignorada durante las discusiones sobre energías limpias y renovables, argumenta Oppenheimer. A pesar del talibanismo que nos ha llevado a este punto, su argumento es que su gran eficiencia, las bajas emisiones de carbono — incluyendo el cómputo de CO2 en su construcción, vida útil y retirada — y su reducida huella medioambiental aún teniendo en cuenta el almacenamiento de residuos, la convierten en la mejor opción energética con una diferencia aplastante.

La cuestión de la seguridad

Obviamente, la energía nuclear tiene desafíos que deben abordarse de manera efectiva. La gestión segura de los desechos nucleares es una de ellas. Suecia ha demostrado que es un reto perfectamente solucionable ahora con su arquitectura de cementerios nucleares, que ha exportado a otros países como Finlandia. China está desarrollando tecnología para reutilizar el uranio de forma infinita, algo que ya ha conseguido y presumiblemente veremos en acción próximamente en un país que parece no tener dudas sobre el papel clave de la energía nuclear en su independencia energética y futuro libre de emisiones de CO2.

placeholder El sepulcro de la planta de Chernobil, en el horizonte ucraniano.
El sepulcro de la planta de Chernobil, en el horizonte ucraniano.

El otro reto es la seguridad pero, mirando los datos, la energía nuclear es mucho más segura que la energía fósil, que ha sido responsable directa de millones de muertes por cáncer y problemas respiratorios en todo el planeta durante décadas. Ahora mismo, con todos los controles que no teníamos hace unas décadas, se estima que ocho millones de personas mueren anualmente por el consumo de combustibles fósiles (y eso sin contar la polución constante de tierras y aguas o los pequeños y grandes accidentes como el Prestige, el Exxon Valdés, los campos petrolíferos incendiados en Kuwait o la plataforma de BP en el Golfo de México). Ocho millones anuales que se van de forma silenciosa, porque es un torrente constante de cánceres y problemas de respiración.

Derribo de una central térmica.

En comparación, el accidente de Chernobil — provocado por una chapuza de diseño y gestión de la antigua Unión Soviética — ocasionó 30 muertes directas y un número de muertes tempranas por cáncer que van de las 4.000 en la estimación de la Organización Mundial de la Salud a los 60.000 de otras organizaciones. En Fukushima sólo se contabiliza una muerte por cáncer provocada por la radiación en uno de los trabajadores años después del accidente y 2.313 muertes tempranas provocadas no por exposición a la radiación sino por la evacuación. “Estas muertes indirectas se atribuyen al estrés físico y mental general de la evacuación; al ser trasladado fuera de los entornos de atención; y a la interrupción del servicio en los centros de salud", afirma la organización no gubernamental Our World In Data. El contraste con las millones de muertes anuales de las energía fósiles que nos hemos tenido que tragar durante décadas es trágico.

placeholder J. Robert Oppenheimer
J. Robert Oppenheimer

Además, como dice Oppenheimer, los avances en la tecnología de fisión nuclear — con el desarrollo nuevos diseños de reactores más seguros y eficientes — deberían eliminar todas las preocupaciones sobre la seguridad y los desechos nucleares. El trabajo en nuevos reactores de fusión que no utilizan uranio, reactores compactos y otros diseños que usan refrigeración alternativa, harán que la construcción de esas centrales sea más barata y más compacta que nunca, disminuyendo aún más su huella medioambiental.

placeholder Los reactores de sal son más pequeños y seguros que los tradicionales. (Core Power)
Los reactores de sal son más pequeños y seguros que los tradicionales. (Core Power)

China lo ha entendido perfectamente y su carrera para tener una sociedad con electricidad limpia y total independencia energética gracias a nuevas centrales nucleares — mientras trabajan en sus propios proyectos de fusión — es un ejemplo para el mundo. Mientras, en Europa, seguimos cerrando centrales a pesar de los múltiples estudios científicos que demuestran claramente la imposibilidad de satisfacer la demanda energética actual y futura exclusivamente con fuentes renovables como la energía solar o eólica.

Los problemas de las renovables

A pesar de su buena prensa, las fuentes de energía renovables tienen desafíos significativos para el medioambiente. Primero está el coste de CO2 provocado en la fabricación de paneles solares y turbinas. Aunque es mucho menor que las fósiles, la energía solar produce cuatro veces más CO2 que la nuclear. La hidroeléctrica produce dos veces más CO2. Sólo las turbinas de viento igualan la producción de CO2 de las nucleares. La biomasa — la práctica de quemar etanol producido con maíz y otras materias vegetales, que es considerada como verde — es mejor que los fósiles pero infinitamente peor que la nuclear y el resto de las renovables: produce casi 2.000 veces más CO2 que la nuclear.

placeholder Imagen de la estación solar Panda, justo al sur de Datong en la provincia de Shanxi, China, capturada por un satélite SkySat de alta resolución esta el 9 de julio de 2017. (Planet Labs/CC)
Imagen de la estación solar Panda, justo al sur de Datong en la provincia de Shanxi, China, capturada por un satélite SkySat de alta resolución esta el 9 de julio de 2017. (Planet Labs/CC)

Luego está el hecho de que la vida de algunas de estas renovables es más limitada que las nucleares, que pueden operar un máximo de 40 años. Una turbina tiene una vida máxima de 20 años y los paneles fotovoltaicos un máximo de 35. El decomiso de las renovables también introduce problemas de reciclaje, sobre todo los paneles solares, pero el de las nucleares es muy costoso.

Pero, según un estudio publicado en la revista Nature, el mayor impacto de las renovables es el medioambiental, causado por la pésima relación entre kilómetros cuadrados usados por teravatiohora generado:

  • Nuclear: 5,147 TWh/km2
  • Gas (fósil como referencia): 3,071 TWh/km2
  • Solar de concentración: 0,127 TWh/km2
  • Olas: 0,085 TWh/km2
  • Solar fotovoltaica: 0,080 TWh/km2
  • Geotermal: 0,049 TWh/km2
  • Solar fotovoltaica (en tejados): 0,037 TWh/km2
  • Hydroeléctrica: 0,037 TWh/km2
  • Viento (en el mar): 0,034 TWh/km2
  • Marea: 0,020 TWh/km2
  • Viento (en tierra): 0,013 TWh/km2
  • Biomasa: 0,001 TWh/km2

Si usamos renovables para conseguir nuestros objetivos de reducción de CO2, dice el estudio, "usaremos un área aproximadamente igual a toda la Unión Europea, que es una vez y media más grande que la de la India. El principal contribuyente al aumento del uso de la tierra estará relacionado con la generación de energía a partir de la biomasa". La deforestación y la invasión de ecosistemas de estas fuentes energéticas es un gran problema que la población ignora.

placeholder China podría ser el primer país en conseguir la fusión nuclear comercial.
China podría ser el primer país en conseguir la fusión nuclear comercial.

El estudio también destaca que las energías renovables son intermitentes y dependen de condiciones climáticas favorables. Esto implica que no pueden proporcionar una fuente de energía constante y confiable. Para compensar esta variabilidad, a menudo se recurre a fuentes de energía convencionales, como el gas natural, para mantener la estabilidad de la red eléctrica. Al final, concluye que la energía nuclear es una opción más ecológica y sostenible en comparación con las energías renovables.

¿Significa esto que debemos construir centrales nucleares y olvidarnos del resto? En absoluto, dice Oppenheimer. La energía nuclear es la clave para nuestra supervivencia y la buena salud de los ecosistemas terrestres durante los próximos 100 años, mientras trabajamos en alternativas ‘renovables’ realmente sostenibles y efectivas, como la geotérmica de gran profundidad que aprovecharía el mayor ‘reactor’ natural al que tenemos acceso y la ansiada fusión nuclear.

“El momento de la energía nuclear ha llegado”. Son las palabras de Charles Oppenheimer en un nuevo artículo publicado en la revista Time. Oppenheimer es el nieto del físico J. Robert Oppenheimer, que desarrolló la primera bomba atómica de la historia, una epopeya que pronto llegará al cine de la mano de Christopher Nolan.

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