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La verdadera historia de Frank de la Jungla donde lo menos salvaje son las serpientes
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una biografía llena de claroscuros

La verdadera historia de Frank de la Jungla donde lo menos salvaje son las serpientes

Este entrañable personaje que nos acompaña desde 2010 ha pasado de entrenador de tenis y presentador de TV a querer ser asesinado por traficantes de nutrias. ¿Qué está pasando, Frank?

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Sus cientos de miles de fieles seguidores sienten como si conocieran a Francisco Javier Cuesta Ramos (León, 1971) —más conocido como Frank de la Jungla— de toda la vida, pero su biografía es como la selva tailandesa: alterna claros en mitad del bosque con serpientes al sol y partes tan frondosas donde ni la luz se atreve a adentrarse.

Algunos episodios de su vida son tan increíbles que solo en televisión podrían ser ciertos.

La versión oficial que circula de la existencia de este leonés de 47 años es que, tras un accidente de moto que truncó una prometedora carrera como tenista, Cuesta aprendió a ser entrenador en la academia de tenis más prestigiosa del mundo, la de Nick Bollettieri en Florida. Tras unos años en los que entrenó y viajó con jugadores del nivel de Monica Seles, la academia le encomendó abrir una sede en Bangkok y Francisco Javier —hoy conocido como Frank de la Jungla o Natural Frank— cayó rendido ante la belleza del país surasiático y se instaló allí, casándose con una supermodelo local y completando estudios en veterinaria y herpetología.

En 2010, tras un fortuito encuentro con el programa 'Callejeros Viajeros' se convirtió en una estrella de la televisión en España como divulgador de la naturaleza, pero sus ambiciones ambientalistas pronto comenzaron a incordiar a las redes de tráfico de animales que no dudaron en tenderles una trampa que ha dado con los huesos de su amada en la cárcel. El pasado mes de diciembre subió a YouTube un vídeo donde él y un cámara eran tiroteados por unos traficantes de nutrias en Laos.

Ahora sepamos cuál es la verdad sobre todo esto.

El niño que siempre iba con una raqueta

En León muchos recuerdan aún al pequeño Frank Cuesta. Sobre todo sus compañeros del colegio Sagrado Corazón de Jesús, el mismo centro en el que había cursado sus estudios unos años antes Mariano Rajoy. Pero, a diferencia del gallego, que dejó su impronta de empollón en el colegio, a Cuesta le recuerdan como un niño gordito y vacilón, capaz de liársela al más pintado.

Sus compañeros aún se ríen con las bromas de Cuesta, conocido por entonces como Paquito, y su hermano en clase del historiador Eutimio Martino. "Era un amante de lo alemán y no paraba de tirar por tierra a España, decía que seguíamos instalados en el Celtiberia Show, y Paquito a veces hacía como que se iba de la clase y le vacilaba desde el pasillo".

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placeholder Frank, junto a sus compañeros de clase en distintos momentos de su niñez
Frank, junto a sus compañeros de clase en distintos momentos de su niñez

Distintas versiones coinciden en que, pese a lo vacilón, Paquito no era problemático y tenía buen fondo. Dedicaba gran parte del recreo a buscar bichos y "a clavar palos en el suelo" en el extenso terreno que tienen los jesuitas en León. "Iba siempre con una raqueta en la espalda, le fascinaba jugar al tenis. A menudo lo hacía con el profesor de Educación Física, aunque no le recuerdo especialmente bueno", dice otro de sus compañeros. Lo cierto es que, según la versión de Cuesta, su pericia en la pista le valió para ingresar en la escuela de Bollettieri. Este periódico ha tratado de confirmar este extremo con la escuela sin éxito.

Cuesta se sigue reuniendo en ocasiones con sus compañeros de clase. Después de su éxito televisivo, para la mayoría de ellos es un orgullo que Paquito haya triunfado en la televisión y lleve el nombre de León por todo el mundo.

Paquito triunfa en la tele

El descaro de Cuesta se reveló idóneo para la televisión desde el primer momento. Sabe buscar el espectáculo y, sobre todo, maneja perfectamente los tiempos televisivos. Cada vez que presenta una nueva temporada de sus programas, o un cambio de cadena, antes aparece en televisión mostrando momentos en los que estuvo a punto de morir. Una y otra vez, Cuesta insiste en recordar por los platós los pasajes en los que ha sido mordido por reptiles o atacado por contrabandistas, fiel al estilo de Indiana Jones. Sin embargo, los expertos, e incluso el propio Frank en alguna ocasión, consideran que estas situaciones son exageradas, propias de un espectáculo para la televisión.

El primer episodio polémico tuvo lugar en febrero de 2011. El vídeo muestra a Cuesta gritando en el suelo mientras se ve a una pitón enroscada en su cuello. En su ayuda acuden el cámara y el productor, que le libran del animal sin demasiado esfuerzo. "He pegado el grito con lo último que tenía, en tres minutos más me hubiera matado", dice Cuesta en una obvia sobreactuación.

Fue Nacho Sierra, experto en serpientes popular por su participación en 'Crónicas Marcianas', el primero en levantar la voz: "Esto es un burdo montaje. Las pitones, para asfixiar a sus presas, las muerden y las anillan para asfixiarlas. Una serpiente que no muerde, no puede asfixiar", dijo. "Se trata de una pitón Molurus de unos tres metros, de las que se utilizan para televisión porque son bastante pacíficas. Haría falta un ejemplar de unos ocho metros para matar a un ser humano y, aún así, este no es presa de las serpientes", continúa. "La serpiente se la colocaron en el cuello y él la agarraba por la cabeza. Entonces, el animal se enrosca y contrae por el miedo… pero, con tres metros de serpiente, tanto Frank como el cámara tienen fuerza suficiente para desenrollarla sin problema", explicaba Sierra.

Cuesta increpó a Sierra, acusándole de no saber nada de la selva. Unos meses después, en septiembre, Sierra volvió a ser preguntado en su espacio de Cadena Dial acerca de otro incidente de Frank, este con una de las víboras más venenosas del mundo. "Lo primero es que la picadura de una víbora, la Russell en este caso, no provoca una quemadura como esa", dijo el experto. "La herida tendría otro aspecto, con dos incisiones grandes y, por supuesto, no se daría una necrosis inmediata, como se ve en el vídeo. Lo de extraer el veneno, el corte, no ir al hospital... es todo muy peliculero".

Sierra revisó las imágenes con dos de sus maestros en reptiles, Alex Fabiani y Óscar Campos, para concluir que la herida que luce Frank es falsa, que se trata de un apósito de los que se usan en la industria del cine para emular lesiones. Esto provocó un enfrentamiento público entre Sierra y Cuesta que terminó con una serie de cartas en las que se calmaron los ánimos.

Hoy, alejado de los medios y centrado en la formación canina, Nacho Sierra prefiere no volver a agitar el avispero de Frank de la Jungla. Responde a las preguntas de este diario con una sola frase: "Con estos comentarios tan solo dije que aquello fue un tema cinematográfico con caracterización incluida. A Aquiles le clavaron una flecha en el talón y así lo representó Brad Pitt en Troya, pero era una película".

Animales enjaulados

En España, el grupo de personas que trabajan con animales para cine y televisión es muy reducido. Hay criadores, naturalistas, directores de documentales, académicos y toda clase de divulgadores. Frank no pertenece a este mundo ni ha hecho nunca el menor esfuerzo por conseguirlo. Así, en este sector le consideran un 'outsider' que trampea demasiado la realidad en favor del espectáculo. También un 'bichero', esto es, alguien que tiene maña con los animales pero carece de cualquier conocimiento reglado, lo que le genera críticas como divulgador. Además, en varias ocasiones Cuesta ha presumido de trabajar solamente con animales salvajes, a diferencia de como se realizan el resto de programas, que básicamente exponen en la naturaleza animales criados en cautividad.

"Cuando tú quieres rodar un documental, lo que haces es llevarte a los animales a un entorno natural y grabarlos, nadie se va a la jungla a esperar a ver si aparece una serpiente, porque eso te llevaría horas, e incluso días, disparando los costes de producción. Cualquiera que conozca la naturaleza sabe que no funciona así", dice Fernando 'Tete' Peralta, responsable de Faunia y Acción, la primera proveedora de animales para cine y televisión de España.

placeholder Peralta junto a Edurne, su tigresa. (Fauna y Acción)
Peralta junto a Edurne, su tigresa. (Fauna y Acción)

"Yo no sé cómo trabaja Cuesta en Bangkok, pero sí puedo decir que ha rodado con una de mis tigresas. De hecho lo presentó en el programa como si fuera un animal salvaje", continúa Peralta quien, como la mayor parte de sus compañeros, cree que Frank usa animales domésticos en sus programas: "Hay que saber reconocerlos, y yo alguna vez le he pillado alguno. Recuerdo una lechuza que sacó, que si te fijabas veías que tenía las plumas de la punta de las alas deshilachadas, que es una cosa que sucede cuando aletean dentro de la jaula y se rozan con el metal", afirma.

Aunque Peralta y Frank las tuvieron tiesas en su momento, porque Cuesta le acusó de usar animales esclavos y de "tratarlos a palos", el proveedor de animales para la pantalla ya no le guarda rencor: "Ha cambiado en los últimos años, ya no defiende las tonterías esas de los animalistas, que son chavales de ciudad que nunca han visto un caballo en persona. Y también tengo constancia de que ha rescatado bastantes animales, sobre todo porque los ha llevado a la protectora de un amigo", concluye.

Sus estudios de herpetología

Frank ha sido presentado a menudo como veterinario o herpetólogo, la rama de la zoología que estudia los reptiles, pero nunca ha revelado cuándo realizó estos estudios ni en qué lugar. En España la carrera de Herpetología no existe como tal, más allá de cursos o asignaturas en el grado de Veterinaria.

Lo más concreto que ha mencionado alguna vez al respecto es que estudió primaria en España, secundaria en Argentina y Estados Unidos y finalmente, cursó estudios universitarios en Austria y Tailandia. Como anécdota, en el país centroeuropeo aseguró haberse enrollado "con una profesora feísima para pasar una asignatura".

A lo largo de estos años, Cuesta se ha encontrado con expertos de todo tipo que cuestionaban su conocimiento de las materias que divulga en televisión, aunque sus seguidores siempre han defendido que para qué sirven los títulos cuando uno ya ha demostrado haber pasado años rodeado de especies salvajes. Pero hubo un caso en el que sí habría resultado útil un cierto 'background' en biología.

En 2014, Frank Cuesta reveló haber descubierto en Birmania la rana más pequeña del mundo, un ejemplar de 6,9 milímetros.

placeholder La supuesta rana más pequeña del mundo descubierta por Cuesta. (Fórmula TV)
La supuesta rana más pequeña del mundo descubierta por Cuesta. (Fórmula TV)

El presentador explicó a Fórmula TV que se hallaba en proceso de catalogar esta nueva especie, ya que había examinado 32 hembras —según él, de mayor tamaño que los machos— y todas ellas resultaban de menor tamaño que la rana mosca de Nueva Guinea, que con sus 7,7 milímetros es oficialmente el vertebrado más pequeño jamás descubierto.

Para Marta Calvo, coordinadora de la sección de herpetología en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, "la rana supuestamente nueva especie sin describir que sale representada en las fotos es un metamorfo de, seguramente, un sapo, ¡no es un ejemplar adulto!".

Es decir, que los especímenes estaban aún por completar su transformación desde la forma de renacuajo cuando fueron sorprendidos por Frank. En zoología, para afirmar que se ha descubierto una especie nueva, es necesario corroborarlo mediante la comparación con sus especies relativas o hermanas, cosa que en este caso no se hizo.

No es una rana enana, sino una cría de sapo

"Principalmente, porque los conocimientos de Frank de la Jungla distan mucho de identificar correctamente a nivel específico los anfibios que encuentra en sus salidas de campo", dice Calvo. "Al ser los ejemplares juveniles, recién metamorfoseados, de alguna especie de bufónido, es imposible sexarlos hasta que esos ejemplares no alcancen cierta madurez sexual".

Y por supuesto, antes de divulgarlo en ningún sitio, se publica en una revista científica como hicieron en 'PLoS One' los investigadores que encontraron a la 'Paedophryne amauensis' en Nueva Guinea.

Para Ignacio de la Riva, otro de los herpetólogos más reputados de nuestro país y compañero de Calvo en el MNCN, el descubrimiento de Cuesta también resulta sospechoso. "Hay varias especies de ranas que compiten por ser la más pequeña del mundo, en Cuba, Brasil, Perú, Madagascar, Nueva Guinea... todas ellas con adultos por debajo de 10 milímetros".

Sin embargo, "si él hubiese encontrado una rana muy pequeña, alguien la estuviera estudiando y resultase que es nueva, pues ya se vería", explica De la Riva, "pero mientras no se sepa lo que es, y si él mismo no es capaz de identificarla, no hay descubrimiento alguno".

Al valorar las fotos aportadas por Cuesta, este experimentado herpetólogo duda de su fiabilidad y origen. "La primera de todas corresponde, además, a un juvenil, además el artículo tiene más de cinco años y no hay ninguna rana de Birmania descrita en los últimos cinco años que cumpla con esas características".

Son equívocos sorprendentes en alguien que lleva décadas conviviendo y trabajando con reptiles, ofidios y anfibios.

El problema de la divulgación

Tanto la Asociación Herpetológica Española como la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales han denunciado en algún momento el contenido de los programas de Frank, calificándolos de "inexactos", "despectivos" o de ser un "pésimo ejemplo de divulgación".

También han acusado ante las autoridades al presentador y a la productora de los documentales que fueron emitidos en Cuatro —desde 2014 emite 'Wild Frank' en DMAX— de quebrantar, entre otras, la Ley 42/2007 de Protección del Patrimonio Natural y la Biodiversidad: "Queda prohibido dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres, sea cual fuere el método empleado o la fase de su ciclo biológico", dice su artículo 58.

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En concreto, la demanda se refería a un programa que tuvo lugar en Pola de Siero (Asturias) donde Frank Cuesta dice a cámara "vamos a ver si pillamos zorros, jabalíes o algo…" con intención de cebar a los jabalíes con carnes, galletas o comida para perros, denunció la asociación de herpetólogos. Ante el pleito, el Principado de Asturias comenzó sancionando al presentador y a la productora Molinos de Papel con 34.500 euros de multa pero finalmente la justicia resolvió que no estaban estresando intencionadamente a los animales y dejó sin efecto esta sanción.

La experiencia de 'La selva en casa' dejó a Frank una poderosa moraleja: "En España es mejor no volver a rodar porque las leyes de defensa animal son raras", declaró.

Tocaba mirar de nuevo a Tailandia.

Su vida en Tailandia

El conocido presentador lleva viviendo en el sudeste asiático desde 1995. Allí conoció y se casó con Chatchaya Cuesta Ramos o Yuyee, una exmodelo y actriz conocida en Tailandia por, entre otras cosas, protagonizar un anuncio de Nescafé, posar en lencería y embarcarse en el mundo de la canción bajo el nombre artístico Alisa Inthusamit.

De la supuesta academia encargada por Nick Bollettieri que le hizo desplazarse allí no existe rastro, pero sí de la Frank Cuesta Tennis Academy, montada en 2005.

Fuentes residentes en Bangkok y que coincidieron alguna vez con Cuesta en aquellos años explican a El Confidencial que el tenista aprovechó la pasividad de las autoridades a la hora de retirar serpientes de los jardines para poner en marcha su particular 'start-up' zoológica. Básicamente, consistía en ejercer de caza-serpientes a domicilio, un negocio especialmente intenso en los alrededores de la capital tailandesa como el área cercana al aeropuerto, poblada de casas con jardín donde los reptiles campaban a sus anchas. Alrededor de 2001 empezó a hacerse cargo de esas molestas cobras, según dijo él mismo en una entrevista a Soitu.

placeholder Cuesta, en su academia tailandesa. (YouTube)
Cuesta, en su academia tailandesa. (YouTube)

Más allá de su actividad con las serpientes o con el refugio de reptiles que montó en su propia casa, Frank no hizo demasiado trato con los círculos de expertos en serpientes de la capital tailandesa. "Nunca he oído hablar de Frank Cuesta", explica a El Confidencial Vern Lovic, estadounidense residente desde hace años en Bangkok y gran aficionado a las serpientes del país asiático. "Puede que esté 'rescatando' serpientes en Bangkok, pero jamás he oído hablar de él, y eso que suelo obtener información de cualquiera que se dedique a este 'hobby'".

"No me considero a mí mismo un herpetólogo, pese a que estudio las serpientes: un herpetólogo es más un título académico", dice Lovic, editor de la web Thailand Snakes. "Si él 'trabaja' en Bangkok atrapando serpientes necesitaría un permiso de trabajo, y estoy bastante seguro de que ninguna provincia de Tailandia va a darle a un extranjero un permiso de trabajo para cazar serpientes, dado que es un trabajo que los tailandeses pueden hacer también".

Por suerte para Frank, él nunca ha sido solo un cazador de serpientes.

En cuanto a si pudo haber estudiado herpetología en el país, Lovic dice no conocer cursos específicos de biología, comportamiento o cría de serpientes en las universidades tailandesas. "De hecho, solo conozco a un par de biólogos en Bangkok que hayan decidido estudiar serpientes", añade, "¡Digamos que el tema no figura entre los principales intereses laborales de los tailandeses! Aquí temen a las serpientes, por lo que no mucha gente va a hacer algo a favor de su supervivencia", dice este estadounidense.

Yuyee y la conspiración de las mafias

En España, Yuyee solo es conocida por ser la pareja de Frank Cuesta, y en Tailandia ocurre justo al contrario. En periódicos como el 'Bangkok Post', 'The Nation', 'Daily News' o 'Thai Rath' las apariciones del presentador leonés se limitan exclusivamente a su papel como marido de la exmodelo.

Como es de sobra conocido, el 10 de noviembre de 2012 la exmodelo es detenida en el aeropuerto internacional Don Mueang con una cantidad de 251 miligramos de cocaína y fue condenada con 15 años de prisión por intentar introducir la droga en el país desde Vietnam, a lo que se sumaron otros tres meses por una condena anterior por tráfico de especies salvajes. Para Frank, la cantidad incautada a su esposa era mucho menor y él lo achaca todo a un castigo desproporcionado por sus sucesivos empeños de enfrentarse a las mafias que trafican con animales.

Foto: Frank Cuesta y Yuyee en familia. (Fuente: Redes sociales)

Desde que su mujer fue detenida, Frank ha hecho diversas campañas y ha visitado radios y televisiones para denunciar el encarcelamiento de Yuyee. En general, el presentador leonés suele ser parco a la hora de tratar con medios de comunicación y solo se prodiga cuando toca presentar una nueva temporada de 'Wild Frank' o si toca ir a El Hormiguero, dada la amistad que le une con Pablo Motos.

Contactado por este diario para obtener su versión de algunos de los hechos aquí relatados, Frank Cuesta ha declinado amablemente intervenir, exponiendo que no quiere contribuir a que se hable de su vida privada, familia o pasado solo porque es un personaje público.

Esta actitud, por lo pronto sensata, de controlar mucho la información que ofrece sobre su vida le ha originado a veces malas pasadas. Por ejemplo, cuando hace cinco años trascendió, gracias a la prensa tailandesa, que Yuyee y Frank se habían divorciado. "Tailandia es un país maravilloso con gente estupenda, pero a la vez muy cotilla", protestó. "¿Y a quién cojones le interesa lo que pasa dentro de mi casa?".

La pregunta no deja de ser oportuna. Paradójicamente, los hechos que rodearon al encarcelamiento de su esposa relanzaron la popularidad de Frank tanto en Tailandia como en España. El número de noticias protagonizadas por Cuesta tocó techo en junio de 2014, cuando se confirmó la condena de Yuyee. Más tarde se coló de nuevo en la prensa local cuando lanzó su campaña #FreeYuyee, que tuvo bastante más eco en España que en Tailandia.

En su aparición más reciente en televisión, Cuesta visitó El Hormiguero para presentar una nueva temporada de su programa en DMAX, pero no rehuyó hablar de este tema personal: "Cada día me levanto a las 3 de la mañana, recorro más de 200 kilómetros para llevar comida a mi pareja a la prisión y después vuelvo a casa para llevar a los chicos al colegio", dijo, prometiendo también que cuando su exmujer salga de la cárcel se volverán a casar y se la traerá a España.

La prensa local añade algo más a la historia. Debido a que Frank pasa bastantes temporadas fuera del país, sus hijos viven a menudo bajo el techo de Patinya Kuantrakul, también conocido como Pa Tob. Este empresario de 50 años es el principal impulsor del golf femenino en Tailandia.

placeholder A la izquierda, Kuantrakul visita en prisión a Yuyee junto a Frank Cuesta y sus hijos. A la derecha, el tailandés en la piscina con los niños en 2016
A la izquierda, Kuantrakul visita en prisión a Yuyee junto a Frank Cuesta y sus hijos. A la derecha, el tailandés en la piscina con los niños en 2016

En 2017, cuando Yuyee perdió la apelación y su condena fue confirmada, la pareja de Kuantrakul, la actriz Sumonrat Wattanaselarat, de 34 años, reveló a los medios que desde que la exmodelo ingresó en prisión, ellos cobijan en su casa a los hijos de Cuesta, sobre quien recae la custodia y quien se encarga de pagar las tasas escolares y la pensión alimenticia de sus hijos Zorro, Zape, Zen y Pepsi.

"Nadie está persiguiendo a Frank"

En su círculo más cercano en Bangkok, compuesto por muy pocas personas, ven todas estas 'boutades' como concesiones al 'business'; ninguno se las toma en serio. Un empresario español afincado en el país explica la relación entre Cuesta y los contrabandistas de animales, a los que ha llegado a acusar de seguirle e incluso dejarle animales muertos en su casa: "Nadie está persiguiendo a Frank. Tailandia no es Europa, aquí si estás molestando a las autoridades, ya sea por atacar a los contrabandistas o por increpar a personas importantes, se presentan en la puerta de tu casa y te dan 24 horas para abandonar el país", dice. "O no te dejan volver a entrar, que es mucho más habitual. Frank entra y sale del país varias veces al año, sin problema, y eso significa que nadie en el Gobierno tiene nada en contra de él, básicamente porque aquí no le conoce nadie".

Continúa el empresario: "En realidad es un buen tío, honesto. Aparece en televisión tal y como es realmente, pero él mismo reconoce que en el espectáculo casi todo es mentira. Y sí, yo le he visto decir cosas que no son verdad, como su 'accidente' en helicóptero, que aquí no se creyó nadie… Toda la historia era inverosímil ¿Dando vueltas con helicóptero en un país controlado por la Junta Militar y en un territorio con guerillas? ¿Se cae y no sale en ningún lado? Desde Bangkok puedes decir lo que te dé la gana, nadie va a venir a comprobar si esto o aquello que dijiste es cierto, y desde luego nadie va a llamar a España para desmentir una información", concluye.

El vídeo que Cuesta escogió para promocionar su actual programa, en diciembre de 2018, es, quizá, el más difícil de creer de todos. En las imágenes se ve al presentador y a su cámara amenazados por traficantes laosianos que le apuntan con un arma de fuego. Se escucha un disparo, el cámara es abatido con un bate y lo siguiente que ve el televidente es a Frank con la cara ensangrentada, sacando de la casa a su compañero.

El vídeo provocó una avalancha de dudas razonables (¿ha matado Frank a una persona?, ¿de dónde sale la sangre de su cara?, ¿cómo el cámara mantiene la acción dentro de plano después de un batazo?) sin respuesta que derivó en el examen minucioso de la pieza 'frame' a 'frame' y las acusaciones de fraude consiguientes. Cuesta se enfadó, borró todos sus vídeos y prometió no volver a subir contenido a YouTube.

Gran parte de la vida que Frank Cuesta ha relatado de sí mismo a lo largo de estos años resulta difícil de creer. La verdad que brota entre los matorrales de sus intrépidas aventuras es más increíble aún, pero el leonés se comporta ante esta luz cegadora como ante una cobra real: se queda quieto, se mueve muy despacio y desaparece.

Como en 'El hombre que mató a Liberty Valance', lo único que Frank desea ver impreso no es su vida, es su leyenda.

Sus cientos de miles de fieles seguidores sienten como si conocieran a Francisco Javier Cuesta Ramos (León, 1971) —más conocido como Frank de la Jungla— de toda la vida, pero su biografía es como la selva tailandesa: alterna claros en mitad del bosque con serpientes al sol y partes tan frondosas donde ni la luz se atreve a adentrarse.

Frank Cuesta