Lograr el sitio de trabajo perfecto es difícil. Estos 'gadgets' me han ayudado a conseguirlo

"Te vas a destrozar la espalda. La pantalla tiene que quedar a la altura de tus ojos. Baja la silla y pon dos de estos esto debajo del monitor". El consejo me lo dió mi jefe, estando yo recién llegado a la redacción, mientras me tendía dos bloques de 500 hojas de papel. Han pasado 25 años desde entonces, y no pasa un día sin que agradezca aquel detalle, porque realmente me evitó un montón de problemas de cervicales en una época en la que los monitores no eran muy regulables.

El escritorio puede convertirse en un auténtico potro de tortura si no guardamos una cierta higiene postural.

La teoría la tenemos todos más o menos clara. Los brazos tienen que estar relajados y formando un ángulo de entre 90 y 120 grados respecto al cuerpo. Lo mismo aplica a las piernas. Como referencia, las rodillas deben quedar ligeramente por debajo de las caderas al sentarse.

La silla es probablemente la parte más importante de nuestro escritorio de cara a la ergonomía. El problema es que igual que no somos todos iguales, no hay una silla universal que pueda recomendarse a todos por igual. La palabra clave para esta pieza del mobiliario de oficina es adaptabilidad. La silla debe tener ruedas (para facilitar la movilidad) y poderse regular en altura. También es recomendable que el resto de sus elementos sean regulables, desde la profundidad del asiento a la altura del respaldo y a los reposabrazos. El cojín lumbar es opcional, como también lo es su capacidad de reclinarse. Una silla cómoda no tiene por qué ser una silla sana porque, de hecho, la comodidad favorece la inmovilidad, y esta las lesiones.

No es la silla. Eres tú

El problema, por decirlo de otro modo, no suele ser la silla, sino las ocho horas o más que nos pasamos inmóviles sobre ella. Los expertos recomiendan levantarse como mínimo cada dos horas y cambiar de postura con frecuencia, y eso nos lleva al segundo elemento crucial del escritorio, la mesa.

Idealmente, y según las recomendaciones de la Asociación Española de Servicios de Prevención Laboral (AESPLA), la mesa debe quedar a la altura de nuestros codos. Eso significa una distancia de alrededor de 65cm entre al suelo y la parte inferior del tablero, pero la distancia final depende de la altura de la persona y de la silla. La mejor forma de asegurarnos de que la mesa sea de la altura adecuada es optar por una regulable. La moda ahora mismo son las denominadas Standing Desk o escritorios elevables para trabajar de pie. Se trata de mesas motorizadas cuya altura se puede regular a voluntad desde un nivel normal (el que tendríamos estando sentados), a una altura que nos permita trabajar de pie.

Cualquiera que ya tenga que trabajar de pie de manera habitual probablemente se esté sonriendo al leer esto y con toda la razón. Trabajar de pié durante horas puede ser una tortura tan mala o peor que hacerloi sentado. Científicamente, no hay ningún dato que avale que trabajar de una forma sea mejor o peor que hacerlo de la otra. Cada modalidad tiene sus propios riesgos para la salud. No, el sentido de los escritorios elevables es que podamos levantarnos fácilmente y cambiar de postura con frecuencia, alternando entre una y otra para favorecer la actividad. Nada más. También tienen mucho sentido en trabajos en los que debemos desplazarnos de un escritorio a otro con cierta frecuencia.

El otro caballo de batalla

La pantalla es otro caballlo de batalla. Debe quedar perpendicular a nuestros ojos y lo bastante alta como para que no agachemos la cabeza, pero no tanto como para obligarnos a levantar la vista. Normalmente aconsejan que usemos el borde superior del monitor como referencia y movamos la pantalla arriba y abajo hasta que ese borde quede a la altura de nuestra frente.

En cuanto a la distancia, estira completamente el brazo con la mano y los dedos apuntando hacia hacia delante. Si está a la distancia correcta, la pantalla debería quedar justo al alcance de la punta de los dedos. Los dos proverbiales bloques de papel con los que he comenzado este artículo ayudan, pero no siempre son suficientes en algunos monitores. Es por eso que muchas vece se hacen necesarios accesorios que nos permitan elevar el monitor o incluso moverlo. Los brazos articulados y los soportes de portátil son aquí nuestros mejores amigos.

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Finalmente están las lesiones causadas en dedos, muñecas y codos por tener los brazos en la misma postura sobre el teclado y el ratón durante horas. Por suerte, a día de hoy es posible encontrar ratones y teclados de todos los tamaños y formas. El mayor problema es poder probarlos antes de comprarlos para evitar hacernos con un periférico que parecía cómodo pero al final no lo es. Como en los casos anteriores, cada persona es un mundo y lo que es comodísimo para una, puede no serlo para otra.

Todo esto está muy bien, pero de poco sirve aplicar los consejos de los expertos y tratar de mantener una buena postura en la mesa de trabajo, si la mesa, la silla y hasta el monitor se empeñan en boicotear nuestro empeño. Al final, el equipo con el que trabajamos, desde las ruedas de la silla hasta el teclado, son herramientas de trabajo, y las herramientas de trabajo no son algo en lo que escatimar tiempo o dinero. A continuación os ofrecemos una selección de algunos de los gadgets y accesorios que más contribuyen a la ergonomía, o sea, al arte de que nuestra postura sea saludable.

Silla Herman Miller Aeron

Para muchos, las sillas Herman Miller son las mejores sillas de oficina que existen, pero su diseño icónico y copiado hasta la saciedad por otras marcas no es precisamente barato. Vienen en varios tamaños para adaptarse a diferentes personas, todas sus partes son ajustables, y su material es altamente transpirante. El modelo Aeron cuesta 1.925 euros.

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Silla Steelcase Gesture

Las Steelcase se han hecho un hueco entre las sillas de gama alta por su extraordinaria dureza y adaptabilidad. Hasta los reposabrazos son ajustables en ángulo. Está disponible en varios colores y su diseño es de los más sobrios y elegantes ahí fuera. Cuesta 1.149 euros.

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Silla TNK Flex

Con un precio algo más contenido, pero aún en la gama alta está la TNK Flex, certificada para aguantar hasta 150 kilos de peso y tan adaptable como las más caras. Cuesta 729 euros.

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Silla Hbada

Hbada tiene otras sillas mejores y más ergonómicas, pero este modelo aún es resistente, suficientemente ajustable, y muy barato (139,99 euros). La alternativa más cercana a ese precio es la archipopular Markus de Ikea (159 euros).

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Escritorio elevable Flexispot EF1

Programable en cuatro alturas diferentes, con una capacidad de carga de 70 kilos y un tamaño enorme (160x80cm), el EF1 es de los escritorios elevables más versátiles de Amazon por 399 euros. Está disponible en otros tamaños.

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Escritorio elevable Rodulf

Ikea se cuenta entre los fabricantes que más han apostado por los escritorios elevables. Su Trotten (199 euros) es el modelo más barato, pero el Rodulf es más grande y resistente. Cuesta 359 euros.

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Cubículo ajustable Vivo

Técnicamente no es una mesa, sino una plataforma para poner encima de esta y posar sobre ella todos nuestros dispositivos y periféricos de manera que queden más elevados (y ordenados). Este modelo en particular es esquinero, pero lo hay también para mesas rectas. Cuesta 351,82 euros.

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Teclado Kinesis Advantage 360 Pro

Con el permiso de los Moonlander, los teclados Kinesis son probablemente la mejor opción para los que buscan un teclado realmente ergonómico. Suponiendo que este chisme con aspecto de dos guantes forrados de teclas pueda ya denominarse teclado. Usarlo con agilidad requiere una cierta adaptación, pero los que lo han probado aseguran que es un antes y un después. Eso sí, la versión inalámbrica cuesta 479 dólares.

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Logitech Ergo K860

Mucha gente quiere comprarse un teclado ergonómico, pero teme gastarse 300 o 400 euros para terminar no acostumbrándose a su distribución de teclas. Para ellos, la alternativa más razonable es el Ergo K860. Es el mejor teclado ergonómico de Logitech, y su forma es ergonómica, sin perder cierta familiaridad con los teclados convencionales. Su precio es de 89,99 euros

Logitech MX vertical

Llevamos décadas usando ratones y resulta que tener la muñeca horizontal, con la palma de la mano paralela a la mesa no es la posición más natural. La posición buena es con la muñeca girada hasta que repose perpendicularmente a la mesa, como si sujetáramos un vaso. Para favorecer esa postura están los ratones verticales como el MX Vertical de Logitech ( 79,99 euros). Una opción mucho más asequible es el Trust Bayo (39,99 euros).

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Brazos para monitor Ergotron

Si tu problema es posicionar los monitores a la altura adecuada porque las patas que traen no dan más de sí, la mejor alternativa es recurrir a soportes Vesa con brazos articulados. En ese mercado, los Ergotron se cuentan entre los más populares y resistentes. Los hay, además, para varios monitores a la vez. El modelo simple cuesta 156 euros.

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Soporte de portátiles Pout Eyes 3 Lift

Este soporte de aluminio regulable en altura permite posicionar portátiles o tabletas de dibujo en cualquier altura para evitar doblar en exceso el cuello. Cuesta 63,46 euros.

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