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La compra alemana de aviones de patrulla de EEUU que deja en evidencia a España
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Va a contracorriente de los planes de la UE

La compra alemana de aviones de patrulla de EEUU que deja en evidencia a España

La industria de defensa a nivel europeo, dada la importancia que tiene, debería ser una balsa de aceite y un ejemplo de colaboración entre países que

Foto: P-8A Poseidon asignado a la Sexta Flota en la base de RAF LOSSIEMOUTH en Escocia (US NAVY)
P-8A Poseidon asignado a la Sexta Flota en la base de RAF LOSSIEMOUTH en Escocia (US NAVY)

La industria de defensa a nivel europeo, dada la importancia que tiene, debería ser una balsa de aceite y un ejemplo de colaboración entre países que aúnan esfuerzos y tienen políticas comunes. Nada más lejos de la realidad. Marcha de sobresalto en sobresalto. Cuando no es una disputa por liderar un proyecto, lo es por las cuotas de producción o por la ubicación de una factoría y, entre medias, se toman decisiones en función de intereses particulares. El último ejemplo de esto es la anunciada como ‘casi segura’ adquisición por Alemania de aviones norteamericanos Poseidon para patrulla marítima. No es un tema banal y esconde mucho detrás.

Hace justo una semana que hablábamos de las declaraciones de la diputada y portavoz socialista Zaida Cantera. Fueron hechas a una cadena de radio alemana y hablaba sobre el programa FCAS, el futuro avión de combate europeo, y de la inconveniencia de adquirir el F-35 por ser material americano. Abogaba por apostar por la industria europea y por ir hacia una estrategia de defensa común. Justo unos días después se confirmaba el interés alemán en adquirir aviones norteamericanos de patrulla marítima y lucha antisubmarina, un interés que debe ser muy grande cuando Estados Unidos oficialmente ha aprobado su venta.

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El P-8 Poseidon

Se trata de uno de los mejores aviones de patrulla marítima y lucha antisubmarina del mundo. Este tipo de aviones suelen ser grandes aeronaves cuya misión es patrullar el océano en largos vuelos, vigilando su superficie y también sus profundidades, a la búsqueda tanto de buques como de submarinos enemigos. Se necesita que sean aviones de gran autonomía de vuelo, motivo por el que suelen ser grandes y casi todos derivados de modelos civiles.

El Poseidon utiliza la célula y motores del Boeing 737-800ERX, una variante del 737NG (Next Generation) justo la generación anterior al tristemente célebre Boeing 737MAX, pero cuenta con un fuselaje reforzado para operar a baja altitud con mayor seguridad y puntas de ala similares a las del Boeing 767-400ER. Otras modificaciones incluyen nuevos generadores de energía eléctrica en cada motor, del doble de capacidad que los originales, necesarios para alimentar todos los sistemas y equipos a bordo y que obligó a rediseñar los carenados y soportes de los motores.

placeholder P-8A Poseidon en la plataforma de la Naval Air Facility (NAF) Misawa (Japón). (US NAVY)
P-8A Poseidon en la plataforma de la Naval Air Facility (NAF) Misawa (Japón). (US NAVY)

El interior del fuselaje está pensado para albergar una gran cantidad de equipos electrónicos y sus consolas de operadores. Tras la cabina de pilotos y su zona de descanso, hay un espacio para observadores, los únicos que disponen de una gran ventanilla, tras el que se encuentra una parte central ocupada por cinco puestos de operadores con sus consolas, situados sobre el lateral izquierdo. Tras ellos hay un gran espacio ocupado por los armarios de equipos y ordenadores con una pequeña área para planificación, un compartimento con los lanzadores de sonoboyas y al final otra zona de descanso de tripulación y lavabos.

Las prestaciones del P-8 son muy buenas y sensiblemente superiores a las de los anteriores P-3, actuales en la mayoría de países occidentales, como Alemania o España. Su velocidad de crucero de 900 km/h le permite llegar muy rápido a la zona asignada de patrulla, donde puede trabajar durante más de cuatro horas y a 2.200 km de su base.

Sistemas y armamento de última generación

El avión cuenta con toda suerte de sofisticados equipos para búsqueda y combate antibuque y antisubmarino. Entre ellos destaca el radar Raytheon AN/APY-10, que integra análisis de inteligencia (SIGINT) con el radar APS-137D, un magnífico radar multimisión de superficie con tecnología SAR (Synthetic Aperture Radar) o de apertura sintética y que cuenta con un modo específico para detectar los periscopios y snorkel de los submarinos. También en los modelos americanos es posible instalarles un contenedor ventral con el sistema AN/APS-154, un conjunto de equipos súper secretos desarrollados por Raytheon entre los que se encuentra un radar de tecnología AESA. Este conjunto permitiría realizar un ‘targeting’ (detección y asignación de objetivos) a larga distancia para cualquier otro avión o buque.

placeholder Cabina de un P-8A de la US Navy (US Navy)
Cabina de un P-8A de la US Navy (US Navy)

El armamento que pueden llevar es muy variado y dispone de 11 pods o puntos de anclaje de armas, 5 en la bodega interna (tras el tren de aterrizaje) y 6 externos. Bajo las alas puede llevar cuatro misiles antibuque AGM-84 Harpoon o el más avanzado AGM-84H/K SLAM-ER (Standoff Land Attack Missile-Expanded Response), un misil de crucero derivado del Harpoon con un alcance de 270 km y con una precisión tal que le convierte en misil más preciso de todo el arsenal americano. En la bodega puede llevar cargas de profundidad, torpedos Mk-54 y minas.

También está preparado para utilizar una de las armas antisubmarinas más modernas y sofisticadas: el HAAWC (High-Altitude Anti‑Submarine Warfare Capability). Se trata de un kit que se acopla sobre un torpedo antisubmarino Mk-54 y que incluye un sofisticado sistema de guiado GPS y unas alas desplegables, lo que convierte al torpedo clásico en un arma planeadora. La ventaja que proporciona es enorme. Los torpedos, por su impacto en el agua, no pueden ser lanzados a gran altura y el avión, al operar a baja cota, puede ser detectado por el submarino. Con el HAAWC el P-8 puede lanzar su torpedo a gran altura y a una gran distancia, que recorrerá el arma en vuelo de planeo. Con ello el submarino solo se enterará de que está siendo atacado cuando el torpedo entre en el agua, con lo que su tiempo de reacción y evasión será mínimo.

placeholder Carga de un misil antibuque AGM-84 Harpoon bajo el ala de un P-8 Poseidon (US Navy)
Carga de un misil antibuque AGM-84 Harpoon bajo el ala de un P-8 Poseidon (US Navy)

Alternativas al P-8

Los aviones de patrulla marítima son caros, sofisticados y no son fáciles de desarrollar. En ellos se produce la paradoja de que precisamente lo más sencillo es el propio avión, siendo la clave (y lo más caro) todo lo que lleva dentro. En el mundo occidental se podría decir que hay (o había) tres modelos de este tipo: el P-3 Orion, con diferencia el más extendido, el Nimrod británico y el Atlantique francés. El Nimrod era muy buen avión y el único de los tres con motores de reacción, basado en el avión de pasajeros Comet, pero ya se dio de baja. Los otros dos ya están en fase de ser reemplazados.

Cuando se buscaba un sustituto para el P-3 los británicos intentaron lanzar una nueva versión del Nimrod, el MRA4, pero fue abandonada y al final ellos mismos acabaron adquiriendo el P-8. Francia utiliza sus Atlantique de nueva generación, versión modernizada y con equipos actualizados y es hoy en día el único usuario de este modelo. Japón era usuario también del P-3 y a la hora de reemplazarlos optó por el diseño de un avión propio que resultó prometedor: el Kawasaky P-1.

placeholder P-8A (izquierda) junto al Kawasaki P-1 japonés (US NAVY)
P-8A (izquierda) junto al Kawasaki P-1 japonés (US NAVY)

Este avión tiene unos rasgos característicos muy particulares. Por ejemplo y a diferencia del resto, no se trata de un derivado de avión civil, sino de un diseño exprofeso como avión de patrulla. Es cuatrimotor y cuenta con una buena dotación de equipos a bordo. Era (y es) un diseño muy interesante, pero todas sus ventas, incluido el interés mostrado por Alemania, se han visto frustradas por diferentes motivos.

Por último, ante la aparición del P-8, el consorcio AIRBUS reaccionó anunciando en 2018 el desarrollo de un avión de patrulla marítima basado en la célula del A319NG, denominado A319 MPA. Era la forma de competir con su archienemigo Boeing. Pero este proyecto solo ha dado sus primeros pasos y está lejos de convertirse en realidad.

La compra alemana

Que Alemania llevaba un tiempo a la búsqueda de un avión de patrulla marítima no es nada nuevo, debe reemplazar sus veteranos P-3 Orion. Se pensaba que, con esa filosofía de apoyo a la industria europea y tras rechazar el P-1 japonés, esperaría a la llegada del A319MPA, pero con los retrasos e incertidumbres de estos programas, todo apunta a que se decantará por el avión americano, que es un producto magnífico, en servicio con varios países y, sobre todo, ‘pájaro en mano’.

Es cierto que el gobierno alemán todavía no ha confirmado tal adquisición, pero Estados Unidos ya ha dado formalmente la aprobación para su venta, un trámite que a veces tarda su tiempo y que es condición necesaria para la exportación. Cuando este suceso se ha producido, quiere decir que el interés alemán es muy grande y lo normal es que la compra se materialice. La adquisición es por 1.770 millones de dólares por cinco aviones, lo que dejaría cada avión en la elevada cifra de 354 millones.

placeholder Tres generaciones de aviones de patrulla australianos. P-8 Poseidon, P-3-Orion (centro) y P-2 Neptune (fondo). (Royal Australian Air Force)
Tres generaciones de aviones de patrulla australianos. P-8 Poseidon, P-3-Orion (centro) y P-2 Neptune (fondo). (Royal Australian Air Force)

Sin embargo, este precio es engañoso y puede que se vea reducido si finalmente no se adquieren todos ‘los extras’. La oferta incluye todo el equipamiento al máximo nivel, con 9 sistemas de comunicación MIDS JTRS 5, 12 sistemas GPS integrados en el sistema de navegación LN-251, software táctico de misión abierto (TOMS), sistema electroóptico e infrarrojo MX-20HD y sistema acústico AN/AAQ-2 (V) I. Por supuesto quieren el radar AN/APY-10 así como los sistemas defensivos ALQ-240, alertadores de misiles, equipos de contramedidas electrónicas AN/ALQ-213, dispensadores de chaff/bengalas AN/ALE-47, etc. También se incluyen motores de recambio y soporte. Es decir, equipamiento completo.

Si Alemania confirma su adquisición de P-8 será un duro golpe a la industria europea, algo que choca justo cuando desde España se aboga por esa “estrategia común de defensa” y cuando lo que se comprueba es que todos los demás países hacen un balance interesado entre el apoyo a la industria y sus necesidades concretas.

En España los últimos P-3 Orión se darán de baja entre este año y el que viene. La adquisición de aviones Poseidon, que sería hoy lo ideal para un país como el nuestro, con tanta costa e intereses estratégicos en el archipiélago canario, parece descartada y desde luego implicaría un coste elevado. De momento, y aunque no hay confirmación oficial, todo apunta a que la opción sería adquirir el C-295 Persuader, un buen avión, pero de prestaciones inferiores al P-3 y, por supuesto, al P-8, aunque podría ser una solución transitoria hasta que llegase el esperado A319 MPA europeo.

La industria de defensa a nivel europeo, dada la importancia que tiene, debería ser una balsa de aceite y un ejemplo de colaboración entre países que aúnan esfuerzos y tienen políticas comunes. Nada más lejos de la realidad. Marcha de sobresalto en sobresalto. Cuando no es una disputa por liderar un proyecto, lo es por las cuotas de producción o por la ubicación de una factoría y, entre medias, se toman decisiones en función de intereses particulares. El último ejemplo de esto es la anunciada como ‘casi segura’ adquisición por Alemania de aviones norteamericanos Poseidon para patrulla marítima. No es un tema banal y esconde mucho detrás.

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