Apple reduce el 'impuestazo' de la App Store a los desarrolladores más pequeños

Apple ha movido ficha en medio de la guerra para defender el modelo que rige la 'App Store', la tienda de aplicaciones para sus iPhone, sus iPad, sus iPod y sus relojes. En este 2020 han visto los de Cupertino cómo desde Estados Unidos, Europa o Rusia les abrían investigaciones por supuesto abuso de poder a cuenta de las comisiones que cobran a los desarrolladores que venden descargas digitales o suscripciones en dicha plataforma. La tasa es del 30%, que se reduce a la mitad a partir del segundo año en lo que se refiere a suscripciones.

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La tasa o el 'impuestazo', según a quién preguntes, no deja mucho margen de elección. Una de las condiciones que la compañía exige a cambio de poder actuar en la App Store a los desarrolladores es utilizar su pasarela de pago, impidiendo publicar enlaces externos que sirvan para llevar a los usuarios a promociones o páginas externas para abonar la cuota o el pago correspondiente, algo que si está permitido en Google Play.

Algo que ha sido denunciando por empresas como Spotify y, más reciente, Epic Games, que lanzó un pulso al incluir 'micropagos' sin autorización en su popular juego 'Fornite', lo que le valió la expulsión de la App Store por violar las condiciones de uso.

Ahora Apple ha movido pieza. En una decisión que parece obedecer a la necesidad de calmar los ánimos, especialmente con los desarroladores más pequeños de su comunidad, ha anunciado que aquellos que ingresen menos de un millón de dólares tendrán que pagar la mitad de la mencionada tasa, que quedará fijada en el 15%. Ese es el principal beneficio del programa 'Small Bussiness Program', que entrará en vigor el próximo año. Esto se revisará año a año, según lo anunciado hoy por Apple, en base a la facturación del año anterior.

Esta tienda, que surte a los dispositivos móviles de la marca, principalmente al iPhone, el iPad, el Apple Watch, el iPod y el Apple TV, se ha convertido este año en un inesperado dolor de cabeza para los dirigentes de la compañía. Un dolor a la altura de la importancia que tiene en su cuenta de resultados. Si uno se fija en el cierre del ejercicio fiscal de 2019, esta plataforma ha generado desde 2008 nada más y nada menos que 155.000 millones de dólares en beneficios para terceros.

El goloso negocio de la App Store

Esta cifra era 35.000 millones superior a los 120.000 reportados el año pasado. Esto quiere decir que los de Cupertino ingresaron ese tiempo 15.000 millones solo por esta plataforma (hay que descontar los costes operativos, impuestos...) que se engloba en la división de 'Servicios', donde se encuentran otras cosas como las garantías, Apple Music, ahora Apple TV + o Arcade. 'Servicios' se trata del segundo negocio más rentable para la compañía, solo por detrás de los iPhone. Hay que tener en cuenta, por poner en perspectiva y hacerse una idea, que los beneficios de 2019 de Apple fueron de 55.526 millones.

El debate no solo viene porque Apple cobre un 30%, algo que la compañía afirma estar en línea con lo que cobran otras plataformas digitales y físicas del mercado, que presentó un amplio informe en el que se recogían las comisiones que cobraran otros operadores. La singularidad de este caso viene porque, si no incurres en una ilegalidad recurriendo al 'jailbreak', la App Store es la única manera de instalar software que hay en estos dispositivos, a diferencia de otros sistemas operativos (incluso macOS) que permite instalar software de terceros. Esto a Apple le ha permitido mantener unos estándares de calidad y seguridad, pero muchos ven también un exceso de control que permite ofrecer otras alternativas al usuario.

Como mencionábamos al principio, la App Store no permite que los desarrolladores no pueden incluir enlaces a promociones ni una pasarela propia de pago. Netflix u otro gigante si se pueden permitir que los usuarios se suscriban en otro lado y ahorrarse ese 30% de la comisión. Pero los desarrolladores más pequeños no pueden permitirse esa jugada, ya que supondría que cada uno de ellos pidiese el número de tarjeta y los datos a cada usuario. Esa es otra de las ventajas de pagar la tasa: acceder a un ecosistema, seguro, donde tus clientes ya tienes sus datos bancarios y su tarjeta introducida. El debate está servido.