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Programas a 'capella', 'cassettes' y guiones a mano: así sobrevive la SER al ciberataque
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'THE SER MUST GO ON'

Programas a 'capella', 'cassettes' y guiones a mano: así sobrevive la SER al ciberataque

"Estamos haciendo una radio muy ochentera. Los 'Hoy por Hoy' de estos días parecen los de hace 30 años". Así ha conseguido la cadena emitir a pesar del secuestro de sus equipos informáticos

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En la emisora de Radio Sevilla se mosquearon el lunes cuando vieron que Ramón, el técnico informático, apareció por allí antes de la seis de la mañana. Lo que hasta entonces parecía un contratiempo del programa con el que editan el texto y el audio era algo mucho más grave. El madrugón se debía a que la SER había sido una de las víctimas de un ataque de 'ransomware' dirigido contra varias empresas españolas. Para cortar la infección y que no se siguiesen secuestrando ordenadores se decretó la cuarentena general y el apagado de todos los equipos conectados a internet.

"Estábamos en plena edición de los locales y el territorial", confesaba Elena Carazo, una de las voces matinales del tentáculo hispalense de Prisa. Tocó ponerse creativos. Quedaba poco margen para entrar a antena. "Nos repartimos las piezas. Unos escribieron a mano, unos en los móviles o los dispositivos que tenían consigo". Decidieron seguir para delante. "El primer boletín, por resumirlo, lo hicimos a capella", contaba Carazo en el podcast 'Cacharradas'. Fue una emisión solo con la voz, sin ningún tipo de aditivo sonoro. Ella y su compañero se "pasaban una hoja" con las crónicas manuscritas o tiraban de fotos de los textos tomadas con sus teléfonos.

Foto: (EFE)

La casualidad quiso que la noche anterior la capital andaluza hubiese acogido la celebración de los MTV Awards, donde se citaron nombres de la talla de Becky G, Dua Lipa o Rosalía, que dio su enésima exhibición musical del curso. "Eso en un informativo queda muy lucido. Teníamos sonido de Rosalía, de artistas hablando de Sevilla... pero eso fue imposible utilizarlo". Al terminar tenían varios mensajes de compañeros felicitándoles por cómo había marchado todo. "No se notó mucho".

La escena se reprodujo por todo el país. Capitales de provincia, ciudades grandes y no tan grandes. Los primeros en sentirlo fueron los trabajadores de 'Hoy por hoy', que eran los que estaban con las manos en la masa cuando el 'ransomware' —concretamente una variante bautizada como 'Ryuk'— empezó a hacer de las suyas y teñir las pantallas de ordenadores con líneas de código presididos con un mensaje que incluía dos direcciones de correo para ponerse en contacto para el rescate.

placeholder Los recursos de los MTV Awards en Sevilla no pudieron ser emitidos. (Reuters)
Los recursos de los MTV Awards en Sevilla no pudieron ser emitidos. (Reuters)

"Ni cuñas, ni cortes, ni nada"

"Llegamos por la mañana y nos dimos cuenta de que no podíamos acceder a ninguna cuña, a ninguna declaración... A nada", comenta uno de los trabajadores del equipo de Bilbao, que el miércoles anunció en Twitter que empezaban a emitir a nivel regional y local después de dos jornadas conectados todo el tiempo a la emisión nacional. Hay muchas otras que siguen en esa situación.

"Hay que pensar que de un momento a otro nos vimos privados de nuestra principal herramienta de trabajo", cuenta otro de los trabajadores de Valencia. Se refiere a 'Redacta', un programa de la casa donde prácticamente hacen todo. Ahí se escribe el guion, lo vuelcan, editan los sonidos, los cortes y canutazos, los comparten a Dalet (una plataforma imprescindible para gestión de la emisión), miden los tiempos... "Si alguien necesita lo que Sánchez rajó sobre los fiscales para la noticia de su rectificación, ahí lo tendría. Bastaría con una búsqueda y agregarlo". No solo se han quedado sin acceso a eso. No pueden acceder al gestor de contenidos ni a la red de carpetas compartidas. Hasta ayer tampoco se han podido conectar al wifi corporativo. Por tanto, no bastaba con llevarse el portátil o la tableta de turno. Muchos han tenido que tirar de los propios gigas de su plan de datos del móvil. Otros, como los departamentos encargados de la web o desde la 'app', han trabajado desde casa con muchas limitaciones.

El 'salvavidas' analógico

Hay quien se preguntará cómo se ha podido seguir emitiendo con este escenario. "La radio sigue teniendo un corazón analógico. Hay que partir de eso. Es una retrasmisión hertziana y eso no se ve afectado por un 'ramsomware'. Tú, al final, puedes abrir el micrófono y hablar. Mientras eso sea posible la radio sigue viva", explica otro de los trabajadores de la compañía. "Las mesas de mezclas tampoco tienen un firmware que se puede infectar de esta manera. Además los ordenadores de emisión, en la mayoría de casos, están aislados. No están conectados a internet como los de la redacción. Eso ha hecho que no sean afectados". En otros casos —"la situación varía mucho dependiendo la emisora"— han tenido que rescatar ordenadores de hace 15 años y habilitarlos para que hagan funcionar Dalet.

Lo que les ha pasado es que han tenido que construir los programas como hacían antaño. No son pocos los trabajadores que han compartido en redes en los últimos días fotos de cuadernos y folios manuscritos porque las impresoras, al estar conectadas a la red corporativa, estaban también fuera de juego. Pero escribir el guion a mano no era, ni mucho menos, el mayor problema. "Estabas acostumbrada a que el programa te diga cuánto va a durar. Claro, el primer día piensas que eso duraba treinta segundos y resultaba casi un minuto. Pues me tuve que cronometrar", cuenta otra de las periodistas.

La noche del debate muchos redactores grabaron el audio conectando grabadores a la televisión

"Estamos tan 90s que nos falta venir con los vaqueros nevados y las J'hayber. Estos días la creatividad nos está salvando", escribía Lou Moreno, jefa de proyectos digitales, en su cuenta de Twitter. Los contratiempos vienen, a veces, en los momentos más inoportunos. En este caso en plena campaña de las generales de mañana domingo, algo que llevó a pensar a Carles Francino que el ataque no era casualidad, algo a la postre negado desde la cadena y el Centro Criptológico Nacional que habló de extorsión e intereses únicamente económicos. "Esto es como cuando vas a arar el campo y te quitan el tractor. Pues te toca hacerlo a mano. Tardas diez veces más, pero lo acabas haciendo", explicaba uno de los editores de la SER, que decía que había tenido que aplicar "trucos" que cuando empezó su carrera "ya no se utilizaban".

El lunes, primer día de la crisis, se celebraba el debate entre los cinco candidatos. "Como no se podía capturar por las vías tradicionales, la gente enganchó las Marantz (grabadoras digitales) a las televisiones u ordenadores para capturar el audio", cuenta Ana Martínez Comcejo, jefa de documentación de la SER. "Obviamente, estás capturando un equipo reproduciendo sonido. La calidad no es la misma pero te hace el apaño".

Un volcado 'artesanal'

El problema llega a la hora del volcado a los ordenadores del estudio. De normal, los redactores cuentan con una funcionalidad con la que envían su trabajo a Dalet. La historia no es tan fácil como editarlo en el móvil o en el ordenador y llevarlo en un 'pen drive'. "Los puertos de los equipos con Dalet están capados por medidas de seguridad desde tiempo atrás. Tu no puedes ir con un USB y enchufarlo tan alegremente", cuentan.

placeholder Imagen de archivo de un estudio de la Cadena SER
Imagen de archivo de un estudio de la Cadena SER

Unas veces se graba directamente en la mesa y otras es uno de los técnicos los que hacen ese transvase de archivos. "Hay que tener en cuenta que no todos los estudios están habilitados para hacerlo". La grabación de espacios como 'Acento Robinson' se ha derivado momentáneamente a Radio Vigo, una emisora asociada, para aligerar de carga de trabajo.

El resultado es que este proceso 'artesanal' ha generado un importante cuello de botella. "Yo tengo a todos los periodistas puestos ahí en fila india, esperando con el pincho haciendo cola durante todo el día", comenta uno de los técnicos de sonido de una de las sedes territoriales en clave anecdótica. "Para nosotros está siendo un auténtico reto. Dentro de lo malo y lo complicado, podría decir que mi trabajo nunca había sido tan divertido. Tienes que olvidar cosas que das por sentado y utilizar técnicas que hace 20 años que no utilizabas".

Con los recursos como transiciones y cuñas ha sido, según varias de las personas consultadas, un poco lotería. "Si estaba volcado ya en los equipos de emisión pues podías utilizarlo, si no...". Como no había acceso al servidor ni al repositorio compartido hay que buscarse la vida. No son pocas, dicen, las cuñas publicitarias se han recuperado porque los comerciales tenían copias en su correos electrónicos o porque a alguien se le había ocurrido hacer un respaldo en un disco externo.

Las cuñas publicitarias, en muchos casos, se han recuperado por copias 'olvidadas' en 'e-mails'

En el caso de Andalucía, por ejemplo, se ha recuperado la sintonía de algunos de los programas porque un compañero en Córdoba había decidido hacer una copia de todas las cabeceras de los espacios regionales. Pero ahí, nuevamente, no acaban los problemas. "Con las publicidades no tienes las matrículas. Igual recuperas una carpeta con todos los anuncios del Corte Inglés, pero tendrás que escuchártelas todas para localizar las que quieres", explican estas mismas voces.

Aun así, hay personas a las que no le ha resultado tan raro este viaje al pasado. Es el caso del departamento de documentación. "Hay una parte del archivo que no está digitalizado así que siempre tenemos un pie puesto en los años 90", cuenta Martínez Concejo. Están acostumbradas a hacer copias en DVD, almacenándolas por fecha. En estos días, aún tienen más valor esos registros físicos.

DVD y 'cassettes'

placeholder Archivo físico de la SER. (@amconcejos)
Archivo físico de la SER. (@amconcejos)

"Aun así también estamos sufriendo ciertos problemas. Como los servidores están caídos, no podemos acceder al archivo. Una compañera, por ejemplo, nos pedía recursos del muro de Berlín y es simplemente imposible. No tenemos acceso ni al sonido digitalizado pero tampoco a la base de datos de referencia para consultar referencias de copias físicas".

A pesar de las dificultades, han conseguido dar salida a algunos de los encargos. Ana colgó un vídeo en su perfil de Twitter. Ahí se veía un 'cassette' conectado a una grabadora. "Era un encargo para La Ventana, para la sección de Isaías La Fuente". El contenido en cuestión era 'El estupidiario', un repositorio de gazapos de radio grabado hace muchos años. "Recordábamos que lo teníamos en ese formato, así que fuimos a nuestro almacén, revisamos lo que teníamos de aquella época y dimos con ella". Como no podían sacarlo a un ordenador, optaron por pasarlo de la cinta a la grabadora, de la grabadora a un pincho y del pincho al estudio. "Es un proceso más complicado, más engorroso. Si necesitas un corte de hoy o de ayer, pues recurres a alguien que sabes que lo ha grabado en la redacción".

"Estamos haciendo una radio muy ochentera. Si uno escucha los 'Hoy por Hoy' de estos días encontrará mucho parecido con los de aquella época", dice la responsable de documentación. Sabe bien de lo que habla, que ha tenido que escuchar en muchas ocasiones estos programas antiguos a la hora de clasificarlos. "Apenas había cortes de voz. Era el periodista el que decía que Felipe González había dicho esto o aquello, no había recursos con su voz. Ahora ocurre lo mismo. En un debate como el del jueves, en una situación normal, se hubiese recurrido a cortes de Monasterio, de Montero, de Ana Pastor constantemente. Pero en esta ocasión, no".

Una vacuna no instantánea

La SER ya tiene una "vacuna" contra el virus 'Ryuk'. Así lo anunció Jorge Martín, CTO de Prisa, en 'La Ventana' en una entrevista con Francino. "Es una variante de ese 'ramsomware' creado específicamente contra nosotros", explicó el experto. El remedio ha sido desarrollado por el Centro Criptológico Nacional en colaboración con los servicios informáticos del grupo, así como con los equipos del Instituto Nacional de Ciberseguridad.

Los expertos implicados coinciden en la "virulencia singular" del ataque. El de esta radio no es un caso excepcional. Everis, consultora tecnológica, también padece a día de hoy los efectos de esta campaña de ciberdelincuencia. La diferencia es que las empresas no suelen hacerlo público y, por eso, no trasciende al nivel que lo ha hecho en este caso. Se haga público o no, estas instituciones desaconsejan el pago del rescate, que se suele exigir en 'bitcoins' para dificultar el rastreo de los delincuentes. Aflojar el dinero no supone una garantía de recuperar lo que tenías en el ordenador.

placeholder Monitor de ordenador. (EFE)
Monitor de ordenador. (EFE)

Aunque ya tiene el remedio, todavía queda un tiempo de convalecencia. "No es algo inmediato", cuentan. "Además no se puede hacer remotamente. No es lanzar una actualización y basta. Necesitas que el técnico esté presencialmente, lo aplique a cada equipo afectado, vea los daños, calcule si se ha perdido algo y si se puede recuperar". Madrid y otras cabeceras tienen departamentos de sistemas. Cuanto más pequeña es la emisora, menos son los efectivos. "Hay lugares, por ejemplo, Mérida o Éibar, que no tienen esos recursos y llevan sin hacer su propia programación desde el lunes. Primero se estabilizarán las grandes y luego habrá que desplazarse a esos pueblos o zonas de extrarradio".

"Hay dos o tres reuniones al día para evaluar la situación", comentan fuentes familiarizadas con dichos encuentros. En esas 'minicumbres' se elaboran 'partes médicos' en el que se informa a diferentes responsables de cómo se van recuperando emisoras y diferentes programas y funcionalidades. "Gracias a la creatividad de la gente, hemos logrado una estructura para seguir emitiendo, pero hasta recobrar la normalidad total van a pasar meses".

En la emisora de Radio Sevilla se mosquearon el lunes cuando vieron que Ramón, el técnico informático, apareció por allí antes de la seis de la mañana. Lo que hasta entonces parecía un contratiempo del programa con el que editan el texto y el audio era algo mucho más grave. El madrugón se debía a que la SER había sido una de las víctimas de un ataque de 'ransomware' dirigido contra varias empresas españolas. Para cortar la infección y que no se siguiesen secuestrando ordenadores se decretó la cuarentena general y el apagado de todos los equipos conectados a internet.

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