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¿Muchas horas frente a la pantalla? Qué usar (y qué no) para proteger tu vista de la luz azul
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¿Son las gafas anti-led un timo?

¿Muchas horas frente a la pantalla? Qué usar (y qué no) para proteger tu vista de la luz azul

Existen gafas que dicen filtrar la temida luz azul de las pantallas. Pero no está probado que funcionen. Los oftalmólogos nos advierten de cuál es la mejor manera de cuidar la vista

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En estos tiempos de bulos y timos, no solo la actualidad está llena de ‘fake news’: los objetos más curiosos también se llevan sus creencias. Y en este caso, vamos a hablar de las gafas para la luz azul.

En septiembre de 2018, 2.000 oftalmólogos se reunieron en Granada, en un congreso nacional de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO). Allí, la SEO concluyó que no hay pruebas en la actualidad para decir que la luz azul que emiten las pantallas afecte el ojo. Para ellos, todavía faltan estudios con seres humanos que confirmen o rechacen el supuesto daño. Y así, la sociedad concluyó que tampoco estaba demostrado el beneficio de los filtros azules para los ojos.

Foto: Un nuevo estudio sugiere que una mala salud bucal podría provocar Alzheimer (Foto: Wikimedia)

Mientras tanto, en el mercado existen esas gafas o filtros a los que se referían, junto a los modos nocturnos de algunas aplicaciones y las pantallas especializadas. Te contamos en qué consisten estas lentes, la propia luz azul y otro de los quebraderos de cabeza sobre este fenómeno: la influencia de la luz azul en el sueño.

Gafas bloqueadoras y filtros de pantalla

Las gafas bloqueadoras se han convertido en una supuesta opción con estilo (al menos, eso intentan vendernos), para personas que buscan elegancia en los ojos. Hay marcas extranjeras que lo hacen: la estadounidense Peepers ofrece gafas de lectura y no correctivas para filtrar la luz azul, con una amplia variedad de modelos y muy baratos. A su vez, Felix Gray habla de “gafas para dormir”, que serían las que deberíamos usar en las horas finales del día para conciliar el sueño, con graduación o sin ella, pero también para leer.

placeholder El brillo y contraste del monitor, la distancia a la que nos encontramos de este o descansar cada 20 minutos son más efectivos que las gafas azules. (Pexels)
El brillo y contraste del monitor, la distancia a la que nos encontramos de este o descansar cada 20 minutos son más efectivos que las gafas azules. (Pexels)

Además de las gafas contra la luz azul, existen filtros de pantalla. Estos se colocan delante de los monitores para filtrar esos rayos con longitud de onda diferente y que son temidos porque, al parecer, generarían enfermedades como la degeneración macular. También, pueden venir incorporados al dispositivo.

Con varios años de implantación en el mercado, en 2014 la OCU advertía de que no se había demostrado que la luz led fuera peligrosa para la retina. Lo hacía revisando la publicidad de uno de estos filtros, y explicaba “que no se ha comprobado que en los últimos años haya más enfermedades retinianas en relación con el uso de estas pantallas, que es la forma correcta de establecer factores de riesgo de enfermedades. Por lo tanto, no hay ningún fundamento sólido para proclamar la necesidad de estos filtros”.

La OCU también reconocía que “siempre se podría argumentar que llevamos pocos años de uso extensivo de la tecnología led en dispositivos móviles, y que bastaría aplicar el principio de precaución para justificar el uso de este tipo de filtros protectores. Contra esto, poco se puede argumentar, más allá de insistir en la falta de evidencia”.

La alteración de los ritmos circadianos

La Universidad de Harvard publicó un artículo en el que hablaba de los efectos perjudiciales de la luz azul no en la vista sino en la generación de sustancias en nuestro cuerpo. Así, explicó que suprime la secreción de melatonina, que influye en los ritmos circadianos del cuerpo, los que corresponden a la luz y a la oscuridad en nuestro cuerpo. La falta de melatonina hace que tardemos más en dormirnos.

placeholder ¿Usar las mismas gafas del resto del día o unas especiales para el ordenador? (Pixabay)
¿Usar las mismas gafas del resto del día o unas especiales para el ordenador? (Pixabay)

Un estudio de la propia universidad cambió los horarios de 10 personas para alterar así sus ritmos circadianos. El experimento concluyó que los niveles de azúcar en sangre aumentaron hasta un estadio prediabético y que descendieron los niveles de leptina, una hormona que no provoca la sensación de saciedad.

Por otra parte, otro estudio de la Universidad de Toronto, citado por el artículo de Harvard, comparó el nivel de melatonina de personas con gafas protectoras de luz azul con otras que no las llevaban. Las primeras fueron expuestas a una luz interior fuerte, mientras que las últimas estaban ante una luz más tenue. Los niveles de melatonina eran “casi los mismos”, dice el artículo, en unos y otros. Y sobre las “gafas baratas con lentes tintadas en naranja” (así las llamaban), bloquean la luz azul, pero también otros colores, así que no serían convenientes para usar en interiores nocturnos.

Antes de comprar las gafas, cuida los ojos

Pero no debes relajarte con lo que dicen los oftalmólogos de la SEO sobre las pantallas y los filtros azules. Sí o sí, hay que cuidar la vista cuando usamos el ordenador, el ‘smartphone’ o la tableta.

La SEO recuerda que uno de los principales problemas del uso de pantallas es que parpadeamos menos. Además, tampoco acercamos ni alejamos la vista. Con ello, un uso excesivo provoca, según la sociedad médica, ojos secos, blefaritis (inflamación del párpado) y cansancio ocular. Para evitarlo, la SEO recomienda la llamada regla 20-20-20: mirar a lo lejos (20 pies o seis metros) durante 20 segundos cada 20 minutos.

La Asociación Estadounidense de Optometría (AOA, por sus siglas en inglés) habla de síndrome de la visión por ordenador o presión ocular digital. Son un grupo de problemas relacionados con la visión y el ojo como resultado del uso prolongado de ordenadores, tabletas, teléfonos móviles o libros electrónicos. Entre los síntomas, visión borrosa, dolor de cabeza o fatiga visual, pero también dolor de cuello y de hombros. La sociedad alerta de que los trabajadores estadounidenses pasan siete horas diarias delante del ordenador. Por ello, también recomiendan la regla 20-20-20.

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Los estadounidenses advierten de que el brillo de una pantalla digital causa esta tensión ocular, pero también una iluminación pobre o una mala postura al sentarnos. Incluso problemas en la visión no corregidos, como el astigmatismo y el envejecimiento de los ojos, arrastran e influyen en los síntomas.

En cambio, la propia Harvard, en el artículo que mencionábamos antes, recomendaba a los trabajadores nocturnos usar gafas que bloquearan la luz azul o instalar en los dispositivos y pantallas una luz que filtrara las longitudes de onda azules y verdes. Al mismo tiempo, aconsejaba evitar las pantallas brillantes de dos a tres horas antes de acostarnos, una opción recomendable para tener mejores rutinas de sueño y no estar en la cama con los estímulos de la luz azul.

Personalizar la pantalla para evitar las gafas

Esto se puede arreglar de otra forma que con gafas o filtros contra rayos azules: dependiendo de la persona, los síntomas desaparecen después de alejarse de la pantalla; pero si se mantienen, hay que trabajar para evitarlos y que no afecten a nuestra salud.

placeholder ¿Es perjudicial para la vista leer en pantallas con poca luz de ambiente? (Pexels)
¿Es perjudicial para la vista leer en pantallas con poca luz de ambiente? (Pexels)

Así, antes de lanzarnos a por gafas y filtros, hay que controlar el brillo y la iluminación de las pantallas. También, la distancia a la que nos colocamos de estas y nuestra postura. Mientras tanto, parpadear y hacer descansos para la vista siguiendo la regla 20-20-20. Y por último, “garantizar que incluso los problemas de visión menores se corrigen adecuadamente”, en palabras de la Asociación Estadounidense de Optometría.

En eso coinciden con la SEO, que recomienda que, ante cualquier duda sobre la salud de los ojos, hay que acudir a los profesionales, que serán los que nos den las indicaciones para cuidar nuestra vista. Porque ya has visto: la luz azul no es lo que más debe preocuparte en tu relación con las pantallas. Serán el tiempo, nuevos estudios y la propagación de las luces led los que nos hablen de posibles peligros. Mientras tanto, parece que el gasto en gafas es innecesario.

En estos tiempos de bulos y timos, no solo la actualidad está llena de ‘fake news’: los objetos más curiosos también se llevan sus creencias. Y en este caso, vamos a hablar de las gafas para la luz azul.

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