Es noticia
Probamos el Roomba 606: así se comporta la versión 'low cost' del robot aspirador
  1. Tecnología
irobot lanza su modelo más económico

Probamos el Roomba 606: así se comporta la versión 'low cost' del robot aspirador

Hemos puesto a prueba durante una semana la alternativa económica del gigante de los robots aspiradores. Aviso: hemos hecho todo lo posible por complicarle la vida

Foto:

Desde que apareciesen en 2002, los robots Roomba se han convertido en el modelo de aspiradores autónomos referentes del mercado. Además, con el paso del tiempo la marca ha ido apostando por lanzar productos que abarquen todos los espectros económicos de sus posibles usuarios, desde el Roomba 980 (999,99€) hasta el Roomba 606, la alternativa más económica (249,99€) para aquellos que quieran gastarse poco dinero o para los que aún no han usado ningún Roomba y quieren empezar a hacerlo.

Cuando iRobot nos dio el Roomba 606 para probarlo, nos propusimos un reto: ponerle las cosas difíciles. Muy difíciles. Y para ello diseñamos el escenario perfecto en un piso destinado a complicarle la vida al robot aspirador:

  • Dimensiones reducidas, de 40-45 metros cuadrados.
  • Paredes y habitaciones estrechas. Un ejemplo: el ancho del salón es idéntico al de un sofá de dos plazas.
  • Variedad de obstáculos mobiliarios: mesas en mitad del salón, sillas en sitios complicados, cables en mitad del suelo, alfombras...
  • Haríamos dos tipos de limpieza. En primer lugar, una superficial sobre un suelo con un nivel de suciedad 'normal'. En segundo, llenaremos adrede el suelo de suciedad para comprobar cómo se comporta el Roomba.

Primera limpieza: la superficial

Nada más recibir el Roomba 606, comprobamos sus dimensiones (34x9,2cm) y nos surge la primera duda: teniendo en cuenta el tamaño de las habitaciones (ninguna supera los 15 metros cuadrados), ¿no tendrá problemas a la hora de abordar toda la superficie? Las pistas indican que no.

Y es que el robot cuenta con dos cepillos multisuperficie y uno lateral para barrer los bordes y atrapar la suciedad escondida a lo largo de las paredes y rincones, con lo que, en principio, parece diseñado para hacer una limpieza efectiva.

La tecnología Dirt Detect reconoce las áreas con mayor concentración de suciedad y se detiene especialmente en esos puntos

Comienza el reto. Hemos colocado nuestro Roomba en la zona más descentrada de toda la casa (un rincón al final de la cocina) porque en esa zona hay acumulada más suciedad. Enseguida podemos observar el método de limpieza en tres fases: en primer lugar, el cepillo lateral se encarga de recoger la suciedad y dirigirla al dispositivo; en segundo, los otros dos cepillos atrapan dicha suciedad y la empujan hacia el interior; y en tercero, el aspirador se encarga de recogerla definitivamente.

¿Cómo va a reaccionar ante los muebles, especialmente los que están en medio? Mejor de lo que esperábamos. El Roomba detecta los posibles obstáculos y los rodea (limpiando esa zona), cambia de rumbo y sigue haciendo su trabajo. Como le hemos puesto las cosas complicadas, en poquísimos metros cuadrados del salón hemos situado una mesa, el sofá, una alfombra, una lámpara y una regleta llena de cables, y esto ha ralentizado la tarea, evidentemente, pero no la ha evitado. El robot finaliza su labor en esta estancia limpiando sin problema (y pensando que no está en la casa más lujosa de la historia, precisamente).

placeholder

Segundo problema: la habitación, donde, además de estar la cama, nos hemos dejado 'olvidados' dos pares de zapatillas y una mesita que no está pegada a la pared. El robot deberá pensar que ya tenemos edad para tener la habitación recogida, pero acaba esquivando los recovecos y sin dejar un solo espacio sin limpiar. Sí, también ha limpiado detrás de la mesita.

Con el cuarto de baño, la cocina y la segunda (minúscula) habitación no tiene problema. El espacio esta totalmente despejado, así que limpia toda la superficie sin inmutarse. Tras terminar el trabajo (tiene una autonomía de 1 hora), el robot regresa de vuelta a su base para cargar su batería.

Toca hacer revista. ¿Qué tal ha limpiado el Roomba 606? En líneas generales podemos decir que muy bien: basta echar un ojo al suelo para observar la ausencia de ninguna mota. Si acaso, puede haber ciertas dificultades si el sofá es demasiado bajo (y no cabe el robot) o si las esquinas son de difícil acceso, pero es algo imperceptible a primera vista.

¿El balance? Más que positivo. ¿Supera a un barrido rápido a mano? Sí. ¿Y a un aspirador tradicional? No, pero con el robot habrás ganado en tiempo y esfuerzo y el resultado será más que satisfactorio.

placeholder

Segunda limpieza: bienvenidos a la jungla

Arrancamos con la segunda prueba. Nos bajamos al supermercado a comprar el armamento: una bolsa de gusanitos, otra de patatas fritas y otra de kikos gordos. Te imaginas qué hemos hecho con ellos, ¿verdad? Los hemos tirado directamente al suelo y, quién sabe, igual hemos pisado un poco después, con lo que la cosa se ha complicado. También tenemos unos conguitos que en principio nos los íbamos a comer, pero que, oye, quién sabe, igual alguno también se ha caído al suelo...

Una vez esparcido el bodegón por el salón y la habitación, damos gracias de vivir de alquiler y ponemos en funcionamiento el Roomba. Es aquí donde detectamos otra de sus funciones más versátiles: la tecnología patentada Dirt Detect, que reconoce las áreas con mayor concentración de suciedad y se detiene especialmente en esos puntos, realizando más pasadas.

placeholder

Aquí vemos una diferencia sustancial: el Roomba 606 no tiene ningún problema con las partículas grandes y ligeras (kikos, conguitos, patatas...), pero sufre algo más con las pequeñas. En cualquier caso, como el robot se detiene más tiempo en estas zonas, consigue dejarlas razonablemente limpias.

Estaba claro que el balance en este experimento iba a ser distinto. Roomba nos ha solucionado la papeleta de manera más que meritoria. La conclusión es clara: para la limpieza diaria este robot es perfecto.

placeholder

Balance final: ¿te interesa?

En líneas generales le damos una muy buena nota al Roomba 606 ya que ha cumplido e incluso superado nuestras previsiones. Pero aquí todo dependerá de las previsiones, así que si te planteas hacerte con uno debes tener en cuenta varias cosas.

Necesitas un Roomba 606 si...

  • Quieres calidad a un buen precio. 249,99 euros por un robot aspirador que te va a dejar la casa limpia. La relación calidad-precio es inmejorable.
  • Sueles limpiar de manera frecuente y te gusta que tu casa esté siempre presentable.
  • Quieres limpiar tu casa sin necesidad de meterme en demasiadas florituras tecnológicas.
  • Quieres iniciarte en el universo Roomba y prefieres empezar por un formato 'lowcost'.

No necesitas un Roomba 606 si...

  • Haces limpieza en casa de manera esporádica. El Roomba 606 te deja la casa perfecta pero no puedes pretender que se equipare a la limpieza concienzuda que pueda hacer una persona a mano. Que aquí nadie hace milagros. Si limpias tu casa cada mes y pretendes que quede reluciente, nadie podrá ayudarte.

Características del Roomba 606

• Dimensiones: 34cm x 9,2cm
• Peso: 3kg
• Tiempo de recarga: 2h
• Autonomía de la batería: 1h
• Filtro AeroVac
• Depósito: 0,6 litros
• Distancia del umbral: 2cm
​​• Se mueve por debajo de los muebles y rodea obstáculos
• Diseño de perfil bajo
• Evita escaleras y desniveles
• Tecnología Dirt Detect que identifica las zonas de mayor suciedad

Desde que apareciesen en 2002, los robots Roomba se han convertido en el modelo de aspiradores autónomos referentes del mercado. Además, con el paso del tiempo la marca ha ido apostando por lanzar productos que abarquen todos los espectros económicos de sus posibles usuarios, desde el Roomba 980 (999,99€) hasta el Roomba 606, la alternativa más económica (249,99€) para aquellos que quieran gastarse poco dinero o para los que aún no han usado ningún Roomba y quieren empezar a hacerlo.

Tecnología