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Adyen, la 'startup' desconocida (y millonaria) que hace el 'trabajo sucio' a Netflix o Uber
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recaudan para netflix, uber y spotify

Adyen, la 'startup' desconocida (y millonaria) que hace el 'trabajo sucio' a Netflix o Uber

Puede que el nombre de Adyen sea desconocido para el público general, pero es la compañía que se encarga de los cobros de algunas de las

Foto: Pieter van der Does, cofundador y presidente de Ayden. (TechCrunch)
Pieter van der Does, cofundador y presidente de Ayden. (TechCrunch)

Puede que el nombre de Adyen sea desconocido para el público general, pero es la compañía que se encarga de los cobros de algunas de las empresas más famosas del mundo. Si tienes una suscripción a Spotify o Netflix, usas Uber o compras en Mango o Superdry, entre otros, tus pagos se están gestionando, probablemente, a través de esta ‘startup’, que en 2015 procesó 50.000 millones de dólares (unos 44 millones de euros) en transacciones.

Nacida en el año 2006, Adyen acepta 250 formas de pago distintas y se ha convertido en clave para la expansión mundial de muchas empresas, que se enfrentan a la realidad de adaptarse a mercados con métodos de pago muy distintos. “Nos encontramos detrás del éxito de muchas empresas globales tanto ‘online’ como en el mundo físico”, explica a Teknautas Pieter van der Does, cofundador y presidente de la compañía holandesa.

La compañía ha construido a lo largo de los años una plataforma ‘end to end’ (de extremo a extremo) que controla cada parte del proceso de pago ‘online’ y que permite a sus clientes dar un salto mundial sin adoptar nuevo ‘software’ o infraestructuras que, incluso para gigantes como Netlflix o Spotify, no son tan fáciles de poner en marcha. Por esta intermediaria pasa un gran flujo de pagos, imprescindible para el funcionamiento de las grandes empresas que deciden confiar en una compañía externa para manejar sus cobros.

“Todo lo que estas compañías tienen en común es que tienen un alcance global y que se han dado cuenta de que les compensa tener un especialista que entienda cuáles son los métodos de pago locales en cada mercado”, defiende Van der Does.

Según el responsable, su producto aporta “más conocimiento, más conversiones, más ‘feedback’ y más datos que ningún otro que pueda ser desarrollado de forma interna o por un banco”. Por esos los gigantes de internet y otros negocios multimillonarios recurren a él para mover su dinero.

Un mundo globalizado y polarizado

Aunque los negocios cada vez son más globales, la implantación en muchos países no es precisamente sencilla. En China, por ejemplo, solo un 1% de los pagos se realizan con tarjetas de crédito internacionales, a pesar de que el mercado asiático se haya convertido en uno de los principales objetivos de muchas compañías occidentales. Los tres mayores métodos de pago en el país son UnionPay China, Alipay y Tenpay. En concreto, más de un 40 % de las transacciones ‘online’ se realizan con Alipay, y la cifra aumenta por encima del 70 % cuando se refiere a pagos móviles. Apple Pay y Samsung Pay anunciaban recientemente que se lanzarían al mercado asiático. Ambos, aunque cada uno por su cuenta, aliados con UnionPay. Apple Pay es, precisamente, una de las muchas formas de pago que acepta la compañía holandesa, que continúa incorporando nuevos métodos conforme salen al mercado.

Adyen acepta 250 formas de pago y es clave para la expansión mundial de muchas empresas, que deben adaptarse a mercados muy distintos

Brasil es otro ejemplo de las complicaciones que pueden ocasionar los cobros ‘online’ para una empresa de origen extranjero. A pesar de ser el referente en Latinoamérica en cuanto a penetración de distintos productos y ‘e-commerce’, los pagos internacionales pueden suponer un gran escollo para muchas compañías que, a pesar de ser gigantes, tienen que recurrir a una empresa externa para que los usuarios brasileños puedan abonar precios y cuotas. En el país sudamericano solo un 30 % de las tarjetas permiten hacer pagos internacionales, y el boleto bancario, un método con el que el usuario paga en efectivo a través de un documento con un código de barras, está ampliamente implantado en el país.

“Adyen conecta con Visa, Mastercard y otros 250 métodos de pago de forma directa, desde Alipay en China a los boletos en Brasil. Aceptamos todo tipo de métodos alrededor del mundo en una única solución”, comenta Van der Does, que antes de fundar Adyen junto a Arnout Schuijff, trabajó como CCO en Bibit.

Bitcoin está también entre las formas de pago que permite utilizar esta compañía que procesa más de 4 millones de transacciones al día. En 2015, Adyen realizó un total de 50.000 millones de transacciones en todo el mundo, el doble de las que hizo en 2014.

El dinero y la información que mueven el mundo

La compañía ha aparecido recientemente entre los “tres unicornios por los que apostar” en la revista Fortune, valorada alrededor de los 2.300 millones de dólares (unos 2.000 millones de euros) después de una inyección de dinero de Iconiq Capital, la firma que maneja las inversiones de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook; Jeff Weiner, CEO de Linkedin, y Jarck Dorsey, cofundador y CEO de Twitter.

Permitir que los negocios acepten pagos físicos y ‘online’ a través del mismo sistema es una proposición muy atractiva para muchas compañías

Según Van der Does, como la infraestructura está completamente construida desde cero y mantenida por la empresa, se consideran una verdadera compañía informática, con la agilidad necesaria para conectar su plataforma de pagos con los nuevos métodos de pago que los vendedores demandan.

Uno de los posibles motivos que han llevado a Spotify o Uber a confiar en sus servicios es su alto porcentaje de transacciones completadas con éxito, lo que para ellos implica ganar más dinero.

Un informe de Forrester muestra que las grandes compañías globales que usan Adyen han logrado un 1,43 % más de transacciones exitosas, algo que en ingresos se traduce en millones”, explica Van der Does.

El salto al pago físico que está realizando la empresa dará un nuevo motivo de contratación: más datos, que se unen a todos los registros sobre los movimientos y el comportamiento de los clientes a la hora de realizar pagos.

“Permitir que los negocios acepten pagos físicos y ‘online’ a través del mismo sistema es una proposición muy atractiva para muchas compañías. Permite además entender la experiencia del cliente a un nivel de detalle sin precedentes y usar esa información para crear experiencias mejoradas tanto ‘online’ como en las tiendas físicas”, sentencia el CEO.

Esta ‘startup’ ya es la responsable de la compra ‘online’ de las entradas para el estadio de Maracaná, en Brasil, y de haber ayudado a que Uber haya dado el salto a Marruecos. Datos, internacionalización y conocimiento del mercado se han convertido en su clave y en un poderoso gancho para atrapar a grandes empresas que, aunque parecen capaces de todo, muchas veces no están dispuestas a lidiar con todas las especificidades locales de cada país. Detrás de un gigante, siempre hay un gran proveedor de pagos dispuesto a recaudar su dinero.

Puede que el nombre de Adyen sea desconocido para el público general, pero es la compañía que se encarga de los cobros de algunas de las empresas más famosas del mundo. Si tienes una suscripción a Spotify o Netflix, usas Uber o compras en Mango o Superdry, entre otros, tus pagos se están gestionando, probablemente, a través de esta ‘startup’, que en 2015 procesó 50.000 millones de dólares (unos 44 millones de euros) en transacciones.

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