Mortal Kombat X: Johnny Cage y el milagro del Grecian 2000

Quién le iba a decir a Johnny Cage y Sonya Blade, flamante parejita en el primer Mortal Kombat(1992),que 23 años más tarde volverían a ser los cabezas de cartel de la saga. Son dos personajes descafeinados, como el resto del elenco, en un título que nuncase avergonzó de jugar sus cartas, que en este caso eran las del escándalo por el gratuito despliegue de violencia. Midway entendió desde el primer momento que no podía competir en calidad con el Street Figther de Capcom, y menos aún con el arsenal de franquicias que ya gestaba la todopoderosa SNK.

Midway apostó por salir en los telediarios, generar debate y mostrarse como uno de los primeros videojuegos enfocado a adultos (y por extensión a los adolescentes). El plan se cumplió punto por punto, Mortal Kombat llegó a los debates del AMPA y la marca se fortaleció hasta llegar a las pantallas de cine, en una versión mejor de lo esperado pero que se alejaba definitivamente de la ultraviolencia gráfica.

En 2015 la violencia en los videojuegos no conmueve a nadie. Los niños se pasan la tarde volando cabezas en el Call of Duty o ametrallando ancianas en GTA porque saben que no es más que eso, un juego. Warner, que se hizo con Midway en 2009, sabía que tenía que para reflotar Mortal Kombat necesitaba algo más que sangre y vísceras (pero sin dejarlas de lado, que hablamos de Mortal Kombat).

Este Mortal Kombat X recién estrenado es más que un homenaje. Es, quizá, el primer título de la serie que ofrece al hardcore gamer una experiencia compleja, aumentando los modos de juego, golpes especiales y cambios del protagonista por encima de todos los anteriores. A resultas, Johnny Cage ha sufrido el milagro del Grecian 2000, esa loción que siempre te devuelve a los 30, para retomar, junto a Sonya, el papel principal del juego dos décadas después de su debut.

No son los mismos, por supuesto. Ya saben que vivimos el auge del superhéroe oscuro, Nolan mediante, y los chicos de Mortal Kombat han sabido adaptarse a los tiempos. Las gafas chillonas de Cage y las inconcebibles mallas pistacho de Blade han dado paso a elegantes chalecos de las Fuerzas Especiales, dotando a los muchachos de un aplomo acorde a su edad.

El juego nos obliga a alternar entre protagonista a costa del guión, obligado a hacer filigranas para mantener una mínima coherencia

El aspecto visual aporta todo el aplomo que el guión no puede darle. Y es que montar un argumento que incluya luchadores humanos, dioses de toda índole, superchería mística y lesionesóseas dejaría enevidencia a Martin Scorsese. La historia es lisérgica, cómica por momentos, y además se ve obligada a relevar el protagonismo entre los personajes cada cinco minutos. Así, el jugador no elige personaje, sino que el argumento nos pone en manos de quién le da la gana. Se trata de una buena estrategia para fidelizar al jugador, obligándole a experimentar con distintos modos de lucha, si da lugar a unos requiebros argumentales que nos recuerdan, cada poco, que aquí hemos venido a zumbarnos.

La violencia está más presente que nunca. Están los fatalities, los brutalities y también los qualities, que consiste en hacer explotar la cabeza al jugador que abandona un combate online. Al festival del plasma se suma el modo X-ray, que le será especialmenteútil a los traumatólogos en prácticas. Mas no se preocupe, que en Mortal Kombat un cráneo fracturado no ha matado a nadie.

Pero si algo hay que destacar de Mortal Kombat X es la honestidad de su gestación. Aunque podría no haber sido más que un título enfocado a la explotación de una marca, Warner ha echado el resto con un impresionante catálogo de personajes, cada uno con tres modos de lucha, y un modo onlineque está a la altura. Mortal Kombat X es profundo, jugable e intenso.

Reconfortarcomprobarque los viejos Johnny,Sonya, Scorpion y Sub-Zero se mantienen jóvenesy que sus hijos garantizan la supervivencia de una saga que nació para escandalizar y ha regresado para reclamar lo que es suyo.