Resident Evil Revelations 2 es pura serie b (para lo bueno y para lo malo)

En el Olimpo de las series sobreexplotadas hasta la saciedad Resident Evil ocupa un puesto de honor, como bien muestra este título. Resident Evil Revelations 2 es una secuela multiplataforma de un spin-off exclusivo (en su momento) de Nintendo 3DS. Y es, encima, (innecesariamente) episódico. Esto suena peor de lo que es, porque en realidad, pese a su nula originalidad y trascendencia, el juego se disfruta de principio a fin. Al fin y al cabo eso es lo importante en este tipo de videojuegos: entretenernos disparando a humanos horriblemente mutados hasta quedar cubiertos de sangre, aunque dentro de un año no recordemos haberlo jugado.

Si hay un concepto que define este juego es el de serie B, ese cine de bajo presupuesto que, a pesar de sus limitaciones, atraía y atrae a una legión de seguidores. Todo el atrezo de Resident Evil Revelations 2 rezuma este estilo por los cuatro costados: doblaje mejorable, gráficos poco espectaculares (aunque cumplidores), una IA (tanto enemiga como amiga) que en ocasiones causa risa y un argumento casi irrelevante.

Todo esto, repetimos, suena peor de lo que realmente es. Lo cierto es que las películas de serie B tienen un encanto especial y que muchas veces se disfrutan más que una gran superproducción. La típica peli mala que de tan mala que es gusta. A Resident Evil Revelations 2 le pasa un poco esto. No innova lo más mínimo en el géneropero da lo que promete: sustos, sangre y horror mutante. Por eso ningún amante de este tipo de películas y juegos se verá decepcionado.

El argumento, como no podía ser de otra forma, es digno del cine de monstruos de bajo presupuesto: escapar de una isla llena de cosasantaño humanas. No hay mucho más porque tampoco importa, aunque todo está aderezado con citas de Kafka en un vano intento por darle algo de profundidad (humanos que se metamorfosean en bichos, Kafka, ¿lo pillan?).

Es en la mecánica del juego donde se encuentra la magia, pues combina sabiamente acción e infiltración, disparos y exploración. La historia tiene dos líneas temporales: mientras que el grupo formado por Claire Redfield y Moira Burton trata de huir de la isla, Barry Burton (junto con la misteriosa niña Natalia) trata de rescatarlos. En cada capítulo jugaremos con una pareja y después con la otra, muchas veces compartiendo parte de los escenarios, mientras intentamos que los cuatro se encuentren y puedan escapar.

Las mayores pesadillas del juego las dan los tiempos de carga, cada vez que se abre una puerta o se cambia de personaje

Lo más atractivo es cómo se combinan los miembros de cada pareja. Uno es el fuerte, el bruto que tiene las armas y se encarga de destrozar a cualquier monstruosidad que intente destriparnos, por muchos brazos que tengan. El otro es el débil, el inofensivodesarmado que se encarga de funciones vitales como encontrar objetos, utilizar la linterna o colarse por los huecos más pequeños. En cualquier momento se puede cambiar el control del personaje, algo obligatorio para avanzar. Esto provoca momentos de infarto al abandonar la seguridad de una buena escopeta para convertirse durante unos instantes en una niña en camisón que tiene que escabullirse entre los zombis. Una combinación entre combates e infiltración de lo más acertada, que evita que la mecánica se vuelva repetitiva.

Cargas por aquí, cargas por allá

Monstruos aparte, las mayores pesadillas del juego las dan los tiempos de carga. Se producen no sólo al empezar, sino cada vez que se abre una puerta o se cambia de personaje. Las primeras (de las muchas) puertas a abrir dan la impresión de que tienen una secuencia de vídeo detrás, debido al tiempo de carga. Luego uno se acostumbra a que no, que esos dos segundos de espera cada vez son normales. Y menos mal que los gráficos son de lo más normales, o habría que esperar medio minuto entre puerta y puerta.

La IA provoca momentos graciosos y otros frustrantes, que aderezan esa sensación de serie B. En situaciones tronchantes, veremos a los monstruos perder su faceta terrorífica (junto con su dignidad) mientras caminan chocándose contra una pared sin vernos. Este problema tiene un lado mucho más oscuro de la mano de nuestro compañero. No es que se pongan por medio en los combates, decidiendo que el mejor lugar para ponerse es delante de ese bicho de tres metros de alto que desea arrancarles la cabeza (que también). Lo peor llega cuando dejamos de controlar al personaje que tiene la linterna, porque la IA no va a hacer nada por iluminar nuestro camino. Toca fastidiarse e ir a ciegas.

No innova lo más mínimo en el género pero da lo que promete: sustos, sangre y horror mutante. Y por eso no decepciona

El formato episódico de Resident Evil Revelations 2 no tiene demasiada explicación. Se ha puesto de moda inspirado por las aventuras gráficas de Telltale Games como The Walking Dead, pero hay juegos que invitan a los episodios y otros que no. En este caso, los motivos son puramente económicos. Al margen de los cliffhangers de rigor, es mucho más recomendable hacerse con el videojuego completo desde el principio. Da mayor sensación de continuidad, y además podremos disfrutar de dos capítulos extra. La duración del título juega a su favor: un par de horas por episodio, lo que evita que se vuelva cansino al final.

¿Debería Capcom dejar morir con dignidad esta serie, antaño gloriosa? Casi que sí, o al menos dejar de sobreexplotarla. Pero esto es otro tema, porque lo importante es que Resident Evil Revelations 2 no es un mal juego, siempre y cuando se tome un poco a risa. A fin de cuentas son los mejores ingredientes de la serie B: sustos y risas. Eso sí, quien quiera disfrutar de un auténtico survival horror tiene mejores alternativas, empezando por The Evil Within. Nota: 7