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Vuelven los Sims para dejar patente que su fórmula está agotada
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CON EL MOTOR OPTIMIZADO Y NUEVAS OPCIONES

Vuelven los Sims para dejar patente que su fórmula está agotada

Siempre es una buena noticia que las viejas sagas regresen. Los Sims nunca se fueron y, quizá por eso, su sistema de juego apenas ha variado en los últimos años

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Cuando el primero de la saga Los Sims vio la luz, en los albores del siglo, el mundo de videojuego estuvo un tiempo frotándose los ojos. Se acababa de crear un nuevo género, el de la simulación social, y el título no era más que la avanzadilla de lo que estaba por llegar. Y, en efecto, en los posteriores años llegaron hasta cincuenta títulos basados en esta temática, pero todos fueron Sims.

Catorce años después, el juego que se convirtiese en el más vendido de todos los tiempos, está completamente agotado. Quizá EA, su editor, tiene parte de la culpa al haber martilleado al mercado con decenas de expansiones sin más interés que el de llenarse los bolsillos. Pero el verdadero problema ya estaba presente en la primera entrega: la fatla de reto.

Por si hay algún despistado que no sepa de qué van Los Sims, se trata de un título en el que el jugador maneja a una serie de ciudadanos que viven en una casa e interactúan entre ellos. Es posible elegir cualquier característica del hogar común, así como las relaciones sentimentales o la profesión de cada uno de los miembros. Imita tan fielmente la vida que real que, en muchas ocasiones, resulta dolorosamente rutinario. Más que un videojuego, podríamos clasificar a Los Sims como una experiencia audiovisual, muy grata en ocasiones, pero carente de objetivos definidos. Es por eso que los usuarios que probaron uno difícilmente se actualizan a las nuevas versiones y su público objetivo se ha ido haciendo más y más joven.

Más pulido a todos los niveles

Dicho esto, podemos asegurar que Los Sims 4 es la mejor de cuantas entregas hay. Los chicos de EA han mejorado el motor gráfico para que funcione en máquinas más lentas, y con ello se han suprimido algunos parones y caídas del framerate tan habituales en el pasado. Supone de gran ayuda al procesador el hecho de que se haya limitado el tamaño de los vecindarios y, con él, las posibles interacciones entre personajes.

Otro aspecto en el que se ha trabajado es el sistema de emociones. Se ha simplificado al máximo, eliminando toda información en pantalla, para centrarse en el característico diamante en la cabeza de los personajes. Ya saben, si está verde va bien, si no, algo sucede. Ahora los personajes se relacionan entre ellos de forma más natural, más lógica si cabe, sintiendo vergüenza cuando se equivocan y alegría cuando comparten emociones con un igual. Aparece, por primera vez, un nuevo elemento: el contexto. Así, lo que es apropiado en una piscina, puede no serlo en una fiesta bajo techo.

Cabe resaltar, por último, el excelente diseño del juego. Los gráficos siguen siendo limpios y coloridos, los efectos de luces son deliciosos y la música dota de gran personalidad al mundo virtual. Si está interesado en Los Sims pero nunca los jugó,o no volvió a hacerlo desde las primeras entregas, con Los Sims 4 entrará por la puerta grande en la vida de estos curiosos ciudadanos. Le encantarán.

The Sims 4 (EA) ya se encuenta a la venta para Windows y OSX por 49,90 euros. Existe también una edición para coleccionistas por 94,99 euros que incluye una lámpara que interactúa con el juego, un libro de tapas duras con pistas, la banda sonora original en CD, un USB personalizado y una curiosa diadema con el diamante en la parte superior, solo apta para aquellos que no temen al ridículo.

Cuando el primero de la saga Los Sims vio la luz, en los albores del siglo, el mundo de videojuego estuvo un tiempo frotándose los ojos. Se acababa de crear un nuevo género, el de la simulación social, y el título no era más que la avanzadilla de lo que estaba por llegar. Y, en efecto, en los posteriores años llegaron hasta cincuenta títulos basados en esta temática, pero todos fueron Sims.

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