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Los rincones de la red donde se comercia con fotografías de famosas
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funcionan con discreción desde hace años

Los rincones de la red donde se comercia con fotografías de famosas

Durante días no se habló de otra cosa, pero el conocido como 'Celebgate' está lejos de ser un caso aislado. Hay foros en la red donde se coleccionan este tipo de fotos

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Primero una, luego otra y en cuestión de minutos las redes sociales estaban inundadas. Mientras muchos volvían de sus vacaciones y empezaban a hacer frente a la idea ya casi tangible de que comenzaban los madrugones, los atascos y las corbatas en la oficina, en internet asomaban y se ponían a circular con un ritmo frenético fotografías sensibles de actrices y modelos famosas. Un corto rastreo llevaba hasta el foro 4Chan y una oferta:un usuario anónimopublicaría más imágenes y vídeos a cambio de bitcoins.

La mayoría asumimos que la filtración había sido intencionada: un hacker (o varios) estaba publicando estas imágenes con ánimo de lucro, o por presumir de su habilidad, o por pura diversión.

Los expertos en seguridad informática no creyeron nada de todo eso. Según algunos análisis publicados desde entonces, esto no fue un acto de exhibicionismo hacker ni un profesional haciendo negocio con la intimidad ajena vendiéndola al mejor postor. Aseguran que desde hace años existe un comercio continuado y totalmente discreto de este tipo de imágenes. Llamar la atención del mundo habría sido un error de novato oun fallo achacable a la avariciaque ha mostrado lo que sería solo la punta de un iceberg que preferiría no haber salido nunca a la luz.

'Darknets', redes entre usuarios de confianza

Según Dan Kaminsky, analista de seguridad, el escenario más probable en el que ocurrió la filtración es el siguiente: darknets o redes a las que solo acceden usuarios de confianza, en las que se intercambian imágenes de desnudos, en las que las famosas son un objetivo habitual, y con las que se reúnen enormes colecciones durante años. “Aunque nos gustaría desesperadamente pensar que esto ha sido un acontecimiento aislado […], lo más probable es que ese no sea el caso”. Puede que algunas imágenes fuesen conseguidas hace tiempo, y la diferencia entre que te roben en casa o que te roben información de internet, dice, es que de este segundo asalto puedes darte cuenta inmediatamente, o no darte cuenta nunca.

En el caso del robo a Jennifer Lawrence, Kate Upton, Kristen Dunst y demás afectadas, algunos detalles llaman la atención de Kaminsky, como que las imágenes vengan de distintos dispositivos (la mayoría de las fotos se tomaron con iPhones, lo que implica al sistema iCloud de Apple, pero no todos) o que el directorio hecho público no tuviese una estructura ordenada, como una base de datos, sino que fuese un complejo batiburrillo de fotos y vídeos. “Las excepciones apuntan cada vez más una red y menos un individuo en solitario”.

En estos foros no se paga para entrar, nipor ver las imágenes. Hay que aportar material original que la comunidad no haya visto antes. “Hay más gente con dinero que gente con habilidad para conseguir estos objetos”, y se trata de grupos muy restringidos en los que la idea de presumir a viva voz e intentar monetizar los contenidos se ve como una amenaza que podría estropear todo el tinglado.

Una vez dentro de las redes, claro que existe un interés por ganar dinero, pero, de nuevo, propagarlos a viva voz no está bien visto. Y tiene su lógica, es una cuestión de simple economía: cuantas menos imágenes hay disponibles de una persona en concreto, y cuanto más famosa sea, más valen sus fotos. Y al contrario: cuanto más ampliamente se difundan, menos valen.

Coleccionistas de imágenes

Según Nik Cubrilovik, otro experto en este tipo de redes que ha llevado a cabo una profunda investigación sobre su funcionamiento, muchos de sus usuarios actúan igual que lo hace un coleccionista de cromos o de sellos: “no trabajan con dinero, sino intercambiando material. Comparan sus listas de imágenes y llegan a un acuerdo para cambiar esta por aquella. Así van construyendo sus colecciones poco a poco y tienen incentivos para salir a buscar nuevas fuentes de imágenes”.

En esta ocasión, sin embargo, algo se salió del esquema habitual y las imágenes terminaron siendo de dominio público. Según Cubrilovik, alguien no pudo resistirse a la tentación de ganar mucho dinero del tirón, y la cosa se fue de las manos.

Cinco días antes de que las imágenes se filtrasen de forma generalizada, ya se pueden encontrar ofertas de esas imágenes a cambio de dinero en la red, pero no despertaron mucha atención ya que estaban ocultas, a la espera de que alguien pagase por ellas. Parece que fue a raíz de que unos cuantos usuarios las compraron cuando comenzaron a correr como la espuma. “Mi teoría es que otros miembros del círculo, viendo las filtraciones y las ofertas económicas, decidieron intentar sacar partido también, ante el convencimiento de que el valor de las fotos pronto sería cercano a cero”.

"La red estáplagada de mercados paralelos"

Francisco Sancho trabaja en la marca de seguridad McAfee. Por su experiencia, confirma la existencia de este tipo de círculos en la red. “En internet existen todo tipo de mercados paralelos para cualquier tipo de información: fotografías, cuentas bancarias, información personal, ataques digitales… Si tienes algo que interese, habrá quien lo compre o lo venda”. En el caso del Celebgate, explica, es pronto aún para confirmar lo ocurrido, pero su circulación en uno de estos mercados es una posibilidad.

“Cualquiera puede participar en estos círculos con un par de herramientas sencillas de conseguir, pero, desde luego, hay foros más cerrados y selectos que otros. Hay gente con una reputación y un reconocimiento, y saben que la policía anda tras su pista. Piensa que cualquier neófito puede ser un infiltrado”.

Puede que en el caso del Celebgate haya sido uno de esos neófitos el que destapó el negocio. O simplemente alguien a quien cegó la avaricia. Pero lo cierto es que, tras todo el revuelono había un gran valor económico en estas fotografías. Se trata de instantáneas por las que ningún medio pagaría porque no podría publicarlas sin enfrentarse a una demanda judicial, y una vez que saltaron al internet abierto, estaban por todas partes sin que prácticamente nadie hubiese pagado por ellas.

Primero una, luego otra y en cuestión de minutos las redes sociales estaban inundadas. Mientras muchos volvían de sus vacaciones y empezaban a hacer frente a la idea ya casi tangible de que comenzaban los madrugones, los atascos y las corbatas en la oficina, en internet asomaban y se ponían a circular con un ritmo frenético fotografías sensibles de actrices y modelos famosas. Un corto rastreo llevaba hasta el foro 4Chan y una oferta:un usuario anónimopublicaría más imágenes y vídeos a cambio de bitcoins.

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