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El 'gadget' ultrapequeño que sirve como memoria externa para el 'smartphone'
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mblok se conecta mediante 'bluetooth'

El 'gadget' ultrapequeño que sirve como memoria externa para el 'smartphone'

Mblok tiene el tamaño de aproximadamente dos terrones de azúcar y sirve como memoria externa de hasta siete equipos electrónicos distintos

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Lo mejor de los proyectos que se financian mediante crowdfunding es sin duda que suponen una fuente inagotable de ingeniosos productos que posiblemente nunca hubieran recibido la luz verde en las rigurosas estructuras de las empresas. En este sentido, un grupo de emprendedores canadienses se ha dispuesto a crear el que podría ser el periférico más cotizado para tanto smartphone como tablet.

Se trata de Mblok, un dispositivo que ofrece mucho más de lo que uno puede suponer a primera vista. Este pequeño cubo del tamaño ligeramente superior al de un par de terrones de azúcar, podría describirse como un pendrive en el que almacenaríamos películas, fotografías e incluso documentos, pero esta descripción se queda muy corta para todo lo que ofrece el dispositivo.

La idea básica detrás del mismo es ofrecer un siempre necesario espacio adicional pero no sólo para el ordenador, y aquí llega lo interesante, sino para los cada vez más presentes dispositivos móviles.

El fin del problema de poca memoria

Imagine que sale de viaje con el iPad o smartphone y desea trabajar sobre una colección de documentos y hojas de cálculo, pero también quiere matarlas horas de vuelo viendo varias películas o disfrutando de su serie favorita. Hasta la fecha, la única opción disponible consistía en volcar todo el contenido a su móvil o tableta, pero aquí el usuario se encontraba con dos problemas fundamentales: la capacidad limitada del dispositivo, al que ya nos hemos acostumbrado a llenar de fotos, canciones y vídeos, pero sobre todo, la compleja sincronización posterior de los documentos sobre los que se hubiera trabajado con el ordenador.

Pues bien, este pequeño dispositivo solventa de una forma muy inteligente este problema: antes del viaje lo conectamos al puerto USB del ordenador y volcamos toda la información necesaria, así como la colección de películas que deseemos ver, sin preocuparnos demasiado por el espacio ya quecuenta con una capacidad de hasta 256 GB en SSD. Lo bueno del asunto es que el pequeño gadget soporta una gran cantidad de formatos sobre los que luego podremos trabajar.

Una vez en pleno viaje, ejecutaremos la correspondiente app en el dispositivo (hay versiones para iOS y Android) y aquí llega la magia: este se conecta a Mblokmediante bluetooth (4.0 en los equipos que lo soporten) y así se disfruta de todo el contenido almacenado sin necesidad de llegar a sacarlo del bolsillo.

Con una batería de hasta 300 horas de uso, tampoco tendremos que preocuparnos por quedarnos a medias en la mitad del trabajo o película. La potente aplicación móvil permite además realizar copias de seguridad sobre el propio dispositivo que la almacenará empleando un cifrado AES de 128 bits, y todo ello sin necesidad de contar con una conexión a internet.

Con una batería de hasta 300 horas de uso, tampoco tendremos que preocuparnos por quedarnos a medias en la mitad del trabajo o película

El acceso al contenido del pequeño equipo podrá ser respaldado a su vez en la nube en alguno de los principales servicios como Dropbox o Google Drive. Pero sus creadores han querido ampliar el ámbito de uso de Mbloky lo han hecho con un guiño especial a los amantes de la fotografía, que ahora podrán olvidarse definitivamente de las estrecheces de las limitadas unidades de almacenamiento.

El periférico permite además la conexión simultánea de hasta siete equipos de forma inalámbrica, con lo que puede utilizarse como el repositorio de películas, música o fotografías para una familia de vacaciones, o lo que resulta también interesante, como unidad común de almacenamiento para un grupo de trabajo en pleno viaje.

Mblokha recibido una cálida acogida en Kickstarter y a falta de casi un mes para terminar la ronda de crowdfunding, está a punto de alcanzar la financiación necesaria para echar andar el proyecto. Los primeros compradores podrán hacerse con esta pequeña maravilla por 175 dólares y el precio final en el mercado será de 230 dólares.

Lo mejor de los proyectos que se financian mediante crowdfunding es sin duda que suponen una fuente inagotable de ingeniosos productos que posiblemente nunca hubieran recibido la luz verde en las rigurosas estructuras de las empresas. En este sentido, un grupo de emprendedores canadienses se ha dispuesto a crear el que podría ser el periférico más cotizado para tanto smartphone como tablet.

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