Nuestra historia, reunida en más de cien "cuentos de viejos"

Episodios estremecedores de la Guerra Civil o la venta de unas trenzas para poder comer en Uzbekistán son algunas de las más de cien vivencias personales históricas que ha recogido la web Cuentos de viejos, creada en Barcelona para conservar la memoria colectiva a través de historias reales.

A Ysabel Santamaría la Guerra Civil le pilló con 7 años, cuando vio "horrorizada" un avión alemán incendiado y un soldado saltando en paracaídas a las afueras de Bilbao mientras ella se agarraba "a las piernas de mi padre y no le dejaba moverse de allí porque estaba aterrorizada".Con 20 años, Roser Rosés "ya había dado casi la vuelta al mundo", de Barcelona a Leningrado, hasta Taskent (Uzbekistán), donde las trenzas que le cortaron al huir de la España en guerra le sirvieron "para poder comer un día".

Santamaría y Rosés han explicado a Efe estas vicisitudes, que son sólo dos de los más de cien Cuentos de viejos, relatos de personas mayores que narran anécdotas personales de su infancia conectadas a hechos históricos y que forman parte de una extensa red mundial.

Un pueblo bereber durante la independencia de Argelia, el México rural después de la revolución, el inicio de El Bogotazo, la vida de una niña que se crió en un circo por Latinoamérica o el viaje de huida de una familia judía belga hacia los Pirineos franceses son otras de las historias recogidas en este "proyecto transmedia".

Uno de los creadores de Cuentos de viejos, Marcelo Dematei, ha explicado en una entrevista a Efe que el proyecto, impulsado por la empresa barcelonesa Piaggiodematei, "se compone de una serie de televisión, de una plataforma en internet y de eventos escolares"."Intentamos rescatar la mirada del niño, la oralidad, que las nuevas generaciones vuelvan a escuchar la voz de los que más saben porque son los que más han vivido", ha apuntado Dematei, que ha asegurado que "esta forma de narrar casi no tiene espacio en el mundo digital".

Otra de las impulsoras del proyecto, Laura Piaggio, ha detallado a Efe que la serie televisiva, coproducida y emitida por Señal Colombia, está formada por capítulos de animación de cinco minutos y se dirige al público familiar, ya que "busca ser un disparador de preguntas hacia los más mayores de la familia".

En cuanto al sitio web, está formado por vídeos donde personas mayores de todo el mundo narran sus historias y las envían a Cuentos de viejospara que se publiquen en la plataforma, de forma que "uno puede solo explorar las historias", "enviar las suyas" o "invitarnos a que le hagamos una entrevista a alguien", ha aclarado Piaggio.

Una herramienta de enseñanza

Además, Cuentos de viejostambién incluye proyectos escolares, en los que "proponemos que los maestros utilicen las herramientas de la web para trabajar con sus alumnos, salir a buscar historias en la comunidad y explorar la memoria colectiva", ha resaltado Piaggio.

Cuentos de viejosestá preparando actualmente la segunda temporada de la serie y ha abierto una convocatoria para reunir historias que puedan ser, como Ysabel y Roser, protagonistas de la segunda edición.

Ambas han confesado a Efe que la idea les pareció genial, ya que han podido explicar cosas que llevaban en lo más adentro de sus vidas, "el conjunto de testimonios es una colaboración muy importante de cara al futuro, históricamente muy válida", han dicho.

"Una de las cosas que me daba más congoja era que no podía explicar lo que había vivido", ha revelado Rosés, quien recuerda: "llegué a España en 1947, la situación era difícil y tuve que aprender a callar".Sin embargo, Rosés se siente actualmente esperanzada: "soy optimista y tengo mucha ilusión por estos tiempos que estamos viviendo", asegura.

En cambio, Santamaría ha señalado a Efe que "las ilusiones que nos hacíamos de que la cosa iba a ser, como mínimo, democrática... ves que no es así y te da rabia tanto sacrificio y tanta lucha para luego encontrarte con esto", pero también admite que "tengo la esperanza de que mis nietos vean que la situación cambiará".