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Ni las ofertas combinadas con ADSL frenan la sangría de la 'tele' de pago
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el 'annus horribilis' de las operadoras

Ni las ofertas combinadas con ADSL frenan la sangría de la 'tele' de pago

Las cifras demuestran que el negocio televisivo se viene abajo en España. Puede ser la crisis, pero en EEUU se mueven en cifras similares. ¿Endémico?

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La televisión de pago en España, si no está muriendo, arrojaseñales de una precariedad alarmante. Al menos nunca pasó un año tan duro como el que estamos a punto de cerrar. Según el último informe de la CMT, correspondiente al segundo cuarto de 2013, en un año medio millón de suscriptores, el 11,7% de los que había en el mismo tramo de 2012, se han esfumado de los papeles. No se han pasado de uno a otro operador, simplemente han prescindido de cualquier servicio de televisión de pago. Si echamos la vista un poco más atrás, hasta el último cuarto de 2011, en lo albores de la sangría, la cifra de fugados asciende hasta los 634.193, el 14,8% del total. Después del exitoso trieno 2009-2012, en el que parecía que, al fin, el sector estaba despegando, ha venido un descalabro sin parangón.

En los últimos doce meses caen todos, sin excepciones. Telefónica pierde 158.685 suscriptores;Canal+,casi 100.000; Ono, en torno 80.000. Gol Televisión es la que más acusa el golpe al dejarse un tercio de sus usuarios, 110.156, lo que le pone con una base de apenas 223.090 abonados. Naturalmente, el éxodo ha redundado en los beneficios operativos de las compañías, que se dejan un 64% en esteannus horribilis.

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Lo peor es que ni siquiera el ADSL ha podido frenar la hemorragia. Y es que, como recogen nuestros compañeros deXataka, de las 37 ofertas de televisión de pago que existen en España, solo cinco permiten contratar televisión sin internet incluido. Los operadores saben bien que la banda ancha se ha convertido en unbien de consumo más, como el agua y la energía, y tratan de aprovechar el tirón para engancharle al cliente otros paquetes de la compañía, en este caso la televisión. Pero ni con ésas.

En barrena

¿Y los contenidos? Peor aún. Por explicarlo brevemente: el cine baja, el fútbol se desploma, y el resto decontenidos se tornan irrelevantes. En su máximo esplendor, durante el verano de 2008, los españoles compraron 3.345.000 películas. Ahora se registran1.173.000, mínimo de la serie histórica que abarcan los datos de CMT. Un descenso del 65% que, no obstante, parece aceptable en la comparación con su partener deportivo.

Podría decirse que prácticamentelos españoles han desterrado la idea de comprar partidos de fútbol. En el tramo más reciente secontrataron 6.346 partidos,frente a los 34.618 del mismo periodo en 2012, en una caída superior al 80% que, con todo, ya estabaa años luz de los7.011.299 que marcaron el techo en 2008. El modelo que prometía revolucionar no solo los ingresos de los clubes, sino también de los operadores televisivos y de cable, parece haberse secado en solo una década. Al respecto Canal+ ya ha advertido a los equipos que el año próximo recibirán un 20% de lo que venían ingresando.

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En un contexto de crisis económica tan severa como la que sufre España, es lógico pensar que la televisión de pago es uno de los primeros lujos de los que se prescinde,máxime cuando es un servicio que nunca ha llegado a arraigar en nuestra sociedaddebido, en gran medida, a la presencia de televisiones públicas y autonómicas fuertes. Podríamos estar ante un bache temporal,sin embargo, hay datos que inducen a pensar que la recuperación posiblemente no suceda nunca.

Si volvemos la vista hacia Estados Unidos veremos que están experimentando un fenómeno paralelo. Según recoge Business Insider, casi cinco millones de ciudadanos han prescindido de los servicios de la televisión por cable desde 2010, cayendo la cifra global por debajo de los 40 millones por primera vez desde los años 80.

También por primera vez, menos de la mitad de los usuarios de banda ancha están suscritos a algún servicio de televisión de pago. Así, emporios como Time Warner o CableVision, que ofrecen solo entretenimiento por televisión, están cediendo su puesto a telecos como AT&T y Verizon, cuyo core business se encuentra en la banda ancha y los servicios integrados. De nuevo se encontramosanalogías con España, cuyo número de conexiones de banda ancha seha duplicado desde 2005, pasando de 5,8 a 11,7 millones, mientras que la televisión se encuentra en niveles similares después de repuntar y volver a caer.

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La tableta es el nuevo 'prime time'

No es que hayamos dejado de ver contenidos audiovisuales. sino que estamos en camino de dejar de verlosen el dispositivo creado ad hoc. En su lugar nuestra vista se centra en tabletas, smartphones y ordenadores. Y además lo hace con unos horarios determinados y ciertamente uniformes. El ordenador de sobremesa reina desde primera hora hasta el final de la jornada laboral, en torno a las 8 de la tarde, que es cuando surgen las tabletas.

El pico de iPads y similaresse encuentra entre las 10 y las 12 de la noche, coincidiendo con el casi obsoleto prime time televisivo. Se han convertido en competencia directa de las grandes cadenas, hasta el punto de que muchos directivos de televisiones se refieren ellos como como los vampiros, por aquello de que solo salen por la noche.Los telefónos inteligentes, por su parte, mantienen una cuota regular -y creciente- de uso a lo largo de todo el día.

Así pues, los datos sugieren que la recuperación del modelo actual de televisión es poco probable.En adelante los contenidos televisivos, independientemente del dispositivo que escojamos para consumirlos, no llegarán a casa a través de un cable coaxial, sino del router y las tarifas de datos. Si todavía tienen dudas, echen un ojo a este último gráfico que hace relación a las expectativas de crecimiento del vídeo móvil a tres años.

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La televisión de pago en España, si no está muriendo, arrojaseñales de una precariedad alarmante. Al menos nunca pasó un año tan duro como el que estamos a punto de cerrar. Según el último informe de la CMT, correspondiente al segundo cuarto de 2013, en un año medio millón de suscriptores, el 11,7% de los que había en el mismo tramo de 2012, se han esfumado de los papeles. No se han pasado de uno a otro operador, simplemente han prescindido de cualquier servicio de televisión de pago. Si echamos la vista un poco más atrás, hasta el último cuarto de 2011, en lo albores de la sangría, la cifra de fugados asciende hasta los 634.193, el 14,8% del total. Después del exitoso trieno 2009-2012, en el que parecía que, al fin, el sector estaba despegando, ha venido un descalabro sin parangón.

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