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"Todavía hay muy pocas mujeres emprendedoras por razones culturales"
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"Todavía hay muy pocas mujeres emprendedoras por razones culturales"

Mujeres y emprendimiento son dos factores que difícilmente se pueden ver conjugados de forma conjunta. No es por falta de talento, sino por tiempo. Pese a

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"Todavía hay muy pocas mujeres emprendedoras por razones culturales"

Mujeres y emprendimiento son dos factores que difícilmente se pueden ver conjugados de forma conjunta. No es por falta de talento, sino por tiempo. Pese a que las mujeres emprendedoras generan más rentabilidad por euro invertido en sus startups que los hombres, las cifras de mujeres que se lanzan a montar su empresa son ínfimas.

 

Sobre este tema ha versado uno de los paneles de los Ventures Days, organizados por el IE, en el que participaron María Benjumea, fundadora de Infoempleo.com, Catalina Parra, presidenta de la Fundación Hazloposible y Sophie Dingreville, socia de Iris Capital.

 

Todas coinciden en que ser mujer emprendedora no es mejor ni peor, sino que es complementario. Lo más importante en una startup es contar con equipos mixtos para tener todos los puntos de vista cubiertos.

 

Para Sophie Dingreville, socia de Iris Capital, la mujer emprendedora es como una bolsa de té, no sabes lo que vale hasta que la pones en agua caliente: “En el fondo de capital riesgo del que soy partner soy la única mujer. Creo que en parte hay muy pocas mujeres emprendedoras por razones culturales. Existe una barrera psicológica que se hace más insalvable cuando la edad de emprender coincide con la fecundidad. Yo cuando di a luz me sentí fatal porque pensé que trabajar en lo mío me hacía ser mala madre. Sin embargo, con la ayuda de mi marido superé esa barrera”.

 

Respecto a este asunto, aseguran que es mejor emprender que trabajar por cuenta ajena. Yo les recomiendo a las mujeres que se decidan a emprender. Así, los tiempos los podrán manejar ellas mismas. Si quieres compatibilizar tu trabajo con lo que más quieres, la opción extraordinaria es el emprendimiento.

 

Además, consideran que los hombres también tienen sus propias barreras cuando entran en contacto con mujeres emprendedoras: “Somos distintas y eso les da miedo. Muchas veces nuestra misión se ciñe en darles la tranquilidad de que todo va a ir bien. Somos la misma máquina y podemos hacer lo mismo”.

Mujeres y emprendimiento son dos factores que difícilmente se pueden ver conjugados de forma conjunta. No es por falta de talento, sino por tiempo. Pese a que las mujeres emprendedoras generan más rentabilidad por euro invertido en sus startups que los hombres, las cifras de mujeres que se lanzan a montar su empresa son ínfimas.