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Joven, delincuente y millonario
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ANDREY TERNOVSKIY, FUNDADOR DE CHATROULETTE

Joven, delincuente y millonario

Así pintan en The Newyorker a Andrey Ternovskiy, el imberbe fundador de Chatroulette, el fenómeno social del momento. Con apenas 18 años e hijo de una

Foto: Joven, delincuente y millonario
Joven, delincuente y millonario

Así pintan en The Newyorker a Andrey Ternovskiy, el imberbe fundador de Chatroulette, el fenómeno social del momento. Con apenas 18 años e hijo de una pareja de matemáticos moscovitas, ha creado una de las redes sociales más polémicas y exitosas del momento. Chatroulette es una auténtica ruleta rusa donde cualquier usuario puede acceder sin necesidad de registro previo. Tras activar la webcam de su ordenador, el sistema le asigna un interlocutor al azar en cualquier punto del planeta. Así, sin filtros ni tapujos.

Si Facebook y Tuenti despertaban cierto recelo entre padres y educadores, podrán imaginar que esta herramienta fuera de control se presente como una auténtica bomba de relojería en manos de un menor. En este sentido, Techcrunch no ha dudado en calificar esta red social como un "nido de pervertidos". La acusación no es gratuita, y es que un reciente estudio ha arrojado un dato que no sorprenderá a nadie: la gran mayoría de los usuarios es varón -en torno a un 89%- y cerca de un 13% de los cuales aparecen desnudos o en clara disposición sexual.

Pero no acaban ahí las virtudes que rodean a la red social. A Ternovskiy también le cae lo suyo, y es que es descrito como un auténtico delincuente por la célebre revista norteamericana. El joven fraguó su prestigio como hacker en los foros más oscuros de la capital moscovita, y a los quince años contaba con un currículum que atemorizaría a cualquier responsable de sistemas.

Sin embargo, no fueron sus innatas habilidades para el delito a golpe de ratón lo que le hicieron despuntar. Fue su tío Shahsa el artífice en buena medida del proyecto de nuestro héroe, ya que al contratar a su sobrino en la tienda de souvenirs de su propiedad en la capital rusa, despertó la idea de lo que hoy es Chatroulette. "Me encantaba trabajar ahí porque contactaba con decenas de nacionalidades al cabo del día", declaró. Este contacto con las diferentes culturas estimuló al joven Ternovskiy, quien decidió aprender nuevos idiomas por la fuerza de los hechos: memorizó precios y frases hechas en varios idiomas, y lo cierto es que a tenor de lo visto en una reciente entrevista, se defiende bien en inglés, el idioma que más le va a convenir a partir de este momento.

Hacer las Américas

Necesitará no sólo chapurrear la lengua de Shakespeare, sino dominarla, puesto que sus planes pasan por consolidar su fortuna en Estados Unidos. El explosivo crecimiento de la red social y el hecho de que la gran mayoría de sus usuarios sean norteamericanos engrasaron bien la maquinaria burocrática, y Ternovskiy no tuvo problemas para poner un pie por primera vez en su vida en Nueva York.

No viajó como un turista al uso, sino que contaba con la invitación formal de la sociedad de capital riesgo Union Square Ventures y fue recibido a pie de limusina en el mismo aeropuerto. Y no le vendrá mal el apoyo abierto de algún gestor en su negocio: su tío se desesperaba, puesto que el joven tenía innegables dotes sociales, pero poca mano a la hora de hacer negocios. "No sabía valorar el dinero", reconoció, y fue este el principal motivo por el que fue fulminantemente despedido por su tío.

El joven ruso llega dispuesto a hacer las Américas, y ha aterrizado con billete de ida únicamente. No le ha costado decidir que, si puede evitarlo, no volverá jamás a su Rusia natal. El sol de California y poder trabajar junto a la piscina en su hotel en San Francisco, han sido motivos suficientes para aniquilar de un plumazo todo atisbo de morriña. De hecho, se encuentra tan a gusto en la costa californiana, que se ha comprado un apartamento en Palo Alto y ahora dedica sus extensas jornadas de trabajo a reuniones con inversores que faciliten la monetarización de los 48 millones de visitantes únicos a Chatroulette, medidos en el pasado trimestre. La Red demuestra que el sueño americano sigue vivo, aunque sea en versión 2.0.

Así pintan en The Newyorker a Andrey Ternovskiy, el imberbe fundador de Chatroulette, el fenómeno social del momento. Con apenas 18 años e hijo de una pareja de matemáticos moscovitas, ha creado una de las redes sociales más polémicas y exitosas del momento. Chatroulette es una auténtica ruleta rusa donde cualquier usuario puede acceder sin necesidad de registro previo. Tras activar la webcam de su ordenador, el sistema le asigna un interlocutor al azar en cualquier punto del planeta. Así, sin filtros ni tapujos.