Neutralizan la 'Célula de Badalona', la red de reclutadores de jóvenes radicalizados en nivel "avanzado"

Tres personas han sido detenidas en Badalona (Barcelona) en el marco de una nueva operación antiyihadista por parte de la Policía Nacional. Los arrestados participaban presuntamente en una célula que se dedicaba a captar, reclutar y adoctrinar nuevos adeptos para estos grupos radicales con fines terroristas. Tras pasar a disposición judicial los arrestados han ingresado en prisión provisional.

La investigación, llevada a cabo por agentes de la Brigada Provincial de Información de Barcelona coordinados por la Comisaría General de Información y bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número tres y la Fiscalía de la Audiencia Nacional, comenzó hace año y medio cuando los expertos en la lucha contra el terrorismo obtuvieron información que apuntaba a que los detenidos estarían cometiendo labores de captación y adoctrinamiento de varias personas de su entorno.

Como fruto de la investigación policial, las autoridades pudieron relacionar a los arrestados con la radicalización e inmersión en el ideario yihadista de un ciudadano de origen marroquí que se desplazó a Siria para integrarse en la organización terrorista DAESH, falleciendo como combatiente poco tiempo después. Así, habrían mantenido reuniones periódicas con un reducido grupo de personas a las que aleccionaban con mensajes sobre la instauración del Califato universal.

Según informa la Policía Nacional, durante el proceso de adoctrinamiento se les proporcionaba contenido radical en el que se incitaba a la yihad. En la actualidad, la llamada 'Célula de Badalona' — formada por los tres detenidos — había reclutado a varios jóvenes más, que estaban siendo sometidos a un proceso de radicalización en estado avanzado. Desde el comienzo de la investigación los agentes comprobaron cómo los investigados adoptaban escrupulosas medidas de seguridad en la celebración de sus reuniones clandestinas para evitar ser detectados.

Entre otras estrategias, los agentes descubrieron sus maniobras de distracción en las entradas y salidas de los lugares donde se reunían, realizándose de forma escalonada y bajo la supervisión de algún miembro. Incluso se llegó a detectar a alguno de los asistentes controlando vehículos y personas en las inmediaciones de los domicilios.