Un hombre gana la lotería y no se lo dice a su familia: "No quiero que se sientan superiores"

¿Quién no ha deseado alguna vez que le toca la lotería? Es el sueño de todos los que participan en los juegos de azar. Pagar las deudas, finiquitar la hipoteca, hacer ese viaje soñado o comprar un coche mejor son algunas de las cosas que uno se plantea hacer si ganara algo de dinero en la lotería. En definitiva, un dinero que hace un buen apaño, aunque no te de la felicidad plena.

Pero, aunque parezca increíble, no todo el mundo que gana un premio está contento con recibirlo. Es el caso de Li, un hombre chino que ha visto como las cuarenta participaciones del número con el que jugaba han sido premiadas con una cantidad cercana a los 30 millones de euros.

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Como él mismo ha manifestado, el dinero le hace mucha falta y con el podrá solucionar gran parte de su vida. De hecho, lo primero que ha hecho es donar 5 millones de euros a causas benéficas en un acto de gran generosidad.

"Se podrían sentir superiores a otros"

Sin embargo, no está nada contento por haber ganado y decidió ir a recoger el cheque de su premio disfrazado para que ni su mujer, ni su hijo le reconocieran y supiesen que había sido el afortunado al que le había tocado la lotería. Aunque es algo complicado, ya que siempre juega al mismo número y piensa que tarde o temprano acabarán enterándose.

“No lo saben, porque soy consciente de que se podrían sentir superiores a otros y que igual no querrían ni trabajar ni estudiar duramente en el futuro”, explicó Li a la prensa local de su país y añadió: “No he decidido qué voy a hacer con el dinero, creo que me tomaré un tiempo para pensarlo” y saber cómo enfrentar esta situación.

Li no ha dicho a su familia que ha ganado la lotería para que no se sientan superiores

Li sabe que lo terminará compartiendo con ellos, pero quiere hacerlo de forma responsable y quiere pensar bien su decisión antes de comunicárselo a su familia. No obstante, no puede demorarse mucho ya que, de no contárselo, estaría infringiendo la Ley de Matrimonios de China, al no darle a su mujer “el derecho de saber”.