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El debate científico, legislativo y social sobre las alternativas al tabaco centra el E-Cig Summit
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REDUCCIÓN DE DAÑOS

El debate científico, legislativo y social sobre las alternativas al tabaco centra el E-Cig Summit

En el encuentro se han puesto sobre la mesa las nuevas evidencias en torno al vapeo y a la estrategia de reducción de daños por el tabaquismo

Foto: Foto: Efe.
Foto: Efe.

En la lucha contra el tabaquismo, y con el objetivo de conseguir un mundo sin humo, cada vez va teniendo más peso el debate -científico, político y social- acerca de las ventajas de lo que se conoce como ‘reducción de daños’. Es una estrategia con la que se pretende que quienes no son capaces de vencer su adicción a la nicotina tengan una herramienta para, al menos, evitar los estragos que la combustión de los cigarrillos causa en su organismo.

El debate no es nuevo. Hace ya ocho años que se viene celebrando el E-Cigarette Summit, un punto de encuentro en el que científicos, legisladores y profesionales de la salud discuten acerca de las evidencias en torno al vapeo y a la estrategia de reducción de daños por el tabaquismo. La última de estas cumbres, el E-Cig UK Summit 2021, ha congregado a decenas de expertos y ha servido para exponer el estado actual del vapeo a nivel internacional.

“La mayor parte de la oposición a los cigarrillos electrónicos no se basa en pruebas científicas, sino en cuestiones ideológicas relacionadas con posiciones morales”. Con esta afirmación, el doctor Colin Mendelsohn, autor del libro ‘Stop Smoking, Start Vaping’, resumía su postura en la apertura de la cumbre. Asimismo, Mendelsohn denunció la situación en su país, Australia, en donde “resulta mucho más sencillo comprar cigarrillos letales que vapeadores”.

Una respuesta global coordinada

Uno de los temas destacados, y que centró la ponencia del profesor Robert Beaglehole, de la Universidad de Auckland, fue el de la diferenciación entre la nicotina y las sustancias tóxicas del humo del tabaco. ¿Qué es lo que hace más daño al fumador? En este sentido, el profesor destacó que el éxito no es “un mundo sin nicotina”, sino “un mundo sin humo”.

“Resulta mucho más sencillo comprar cigarrillos letales que vapeadores” (doctor Colin Mendelsohn)

Beaglahole, que ha trabajado durante cinco décadas como consultor para la OMS, instó a este organismo a que lidere el control del tabaco y promueva las estrategias de reducción de daños: “Es prioritario que la OMS promueva un nuevo enfoque de los cigarrillos electrónicos ayudando a transmitir información veraz y contrastada”.

En sus conclusiones, el profesor expuso que "el ingrediente que falta en la estrategia de la OMS es la reducción de daños. Los países que lo han adoptado están reduciendo rápidamente las tasas de tabaquismo. Podemos aprender lecciones de la pandemia de Covid-19: necesitamos una respuesta global coordinada con evidencia sólida e independiente, una política basada en la ciencia y una discusión transparente de los riesgos y el seguimiento del progreso ".

En este sentido, merece la pena recordar lo que algunos países ya están realizando en este sentido:

  • Reino Unido: 2030 es la fecha que se ha marcado Gran Bretaña para convertirse en un país libre de humo. Para ello, además de continuar apoyando las políticas de cesación y prevención, ha decidido apostar también por la reducción de daños. Se trata de una apuesta basada en la evidencia científica que proporcionaban tanto su Agencia de Salud Pública como un informe del Real Colegio de Médicos de Reino Unido.
  • Francia: está siguiendo el ejemplo de Reino Unido y alentando la reducción de las regulaciones sobre productos de vapeo. El Consejo Económico, Social y Ambiental del Gobierno francés ha elaborado un informe en el que apunta que el cigarrillo electrónico ha tenido un papel clave en la caída de las tasas de tabaquismo. Asimismo, desde 2015 la Academia Nacional de Medicina de Francia apoya el uso de cigarrillos electrónicos. Incluso el Ministerio de Sanidad ha avalado una campaña de información web bajo el lema ‘Elijo el cigarrillo electrónico’.
  • Islandia: el Gobierno islandés ha sido el primero del mundo que ha adoptado una ley específica sobre los cigarrillos electrónicos, con la idea de impulsar los productos de vapeo frente al tabaco de combustión.
  • Nueva Zelanda: allí se reconoce que los productos de vapeo son instrumentos legítimos y eficaces para dejar de fumar. De hecho, desde octubre de 2019 se venden también en las farmacias. En sus campañas, el ministerio de Salud señala que, aun cuando el vapeo no es inofensivo, es mucho menos perjudicial que el tabaco tradicional.

La cuestión de los prejuicios, tanto científicos como culturales y sociales, salió a relucir de forma recurrente en las intervenciones de los ponentes. Así, el profesor emérito del University College de Londres, Robert West, señaló que “estamos investigando el tabaco para reducir los daños y las muertes. Si no podemos dejar de fumar, queremos reducir los daños. Si permitimos que los prejuicios interfieran, entonces no estamos haciendo nuestro trabajo correctamente”.

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Foto: Reuters.

La idea que plantea es, por tanto, la de “reducir los daños que causan los prejuicios”. Y estos van intrínsecamente ligados al rol de la nicotina. En este sentido, Clifford E. Douglas, director de la Red de Investigación sobre el Tabaco, expuso que más de 100 expertos independientes en ciencia y política de la nicotina enviaron recientemente una carta abierta a todas las naciones implicadas en el Convenio Marco de Regulación del Tabaco (CMMT) de la OMS, animando a promover las políticas de reducción de daños y criticando a la OMS “por rechazar agresivamente una estrategia que podría evitar millones de muertes”

En el E-Cig Summit se recordó que la FDA ya ha autorizado algunos cigarrillos electrónicos y productos sin combustión

En este mismo sentido, en el E-Cig Summit se volvió a recordar que la FDA ya ha autorizado algunos cigarrillos electrónicos y productos sin combustión, lo que, en opinión de Douglas, “demuestra su determinación científica de que los productos alternativos de suministro de nicotina son significativamente menos dañinos. La FDA ha dejado claro que también son adecuados para la protección de la salud pública y que pueden ayudar a los fumadores a dejar de fumar”.

Esto es así en Estados Unidos, pero, ¿hacia dónde van los distintos países? El Summit se ha celebrado en Reino Unido, un país en el que, desde hace años, se ha trabajado la reducción de daños. En este sentido, la doctora Deborah Robson, experta en THR (Tobacco Harm Reduction) del National Addiction Centre en el King’S College de Londres, ha alabado que, gracias a esta estrategia “se ha creado un consenso que ha dado lugar a un debate civilizado”. Y Deborah Arnott, directora ejecutiva de Action on Smoking & Health, apuntó que “el éxito de Inglaterra se debe a la combinación del CMCT de la OMS, con el reconocimiento del papel que tienen los cigarrillos electrónicos en el apoyo al abandono del tabaco”

No es así en todas partes, recordó Clive Bates, director de la consultora Counterfactual, al señalar que “aunque muchas voces afirman que fomentar los cigarrillos electrónicos puede ayudar con este problema, la mayoría de las instituciones políticas, incluida la UE, no ayudan con el aumento de impuestos y sin tener en cuenta las evidencias sobre la reducción de daños”.

En la lucha contra el tabaquismo, y con el objetivo de conseguir un mundo sin humo, cada vez va teniendo más peso el debate -científico, político y social- acerca de las ventajas de lo que se conoce como ‘reducción de daños’. Es una estrategia con la que se pretende que quienes no son capaces de vencer su adicción a la nicotina tengan una herramienta para, al menos, evitar los estragos que la combustión de los cigarrillos causa en su organismo.

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