Bienvenido al peor día de 2011: es lunes, hace frío y la cuesta de enero no se acaba

Suena el despertador. Es lunes por la mañana. Sale de la cama y siente el frío. Le invade una sensación de tristeza y cansancio, se siente bajo de ánimo. Piensa en que no ha pasado un mes y no ha cumplido ni uno solo de los propósitos que se marcó al comenzar el año. Mira su cartera y se da cuenta de que tendrá que sacar dinero... otra vez, porque los excesos navideños pasan factura y aún queda una semana para poder cobrar. Maldita cuesta de enero. Tirita, sí que hace frío. Bienvenido al peor día del año.

Un investigador británico asegura que el peor de los 365 días de este 2011 para el estado de ánimo es este 24 de enero. El doctor Cliff Arnalls, profesor de la Universidad de Cardiff, incluso ha diseñado una fórmula matemática para explicar su descubrimiento: 1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA.

Concretamente, 'C' es el factor climático: en enero los días suelen ser grises y fríos en el Reino Unido. En España se espera sol pero temperaturas muy bajas.

La 'D' mayúscula representa las deudas adquiridas durante el período navideño. El pago de las tarjetas de crédito a final de mes se acerca de forma inexorable. Regalos, cenas y comidas fuera de casa, viajes, lotería, gastos extra que fuerzan más de lo habitual el estado de nuestras cuentas corrientes.

Los propósitos fallidos también influyen

La 'd' minúscula se refiere al dinero que se cobra en enero y la 'T' es el tiempo transcurrido desde la Navidad.

La 'I' representa el período desde el último intento fallido de dejar un mal hábito: los buenos propósitos de comienzo de año empiezan a ser arrinconados por muchos: dejar de fumar, ir al gimnasio, adelgazar, etcétera.

El lado positivo de la fórmula recae en la M, que representa las motivaciones y la NA es la necesidad de mejorar, según el investigador.

Con su fórmula matemática Arnalls calculó que el 24 de enero, exactamente un mes después de la Nochebuena, sería inexorablemente y para todos el día más terrible de este año.

El año pasado, el profesor británico aplicó la misma fómula y obtuvo idéntico resultado.