El 'chupinazo' da comienzo a unos Sanfermines que mantienen el recorte presupuestario

Pamplona se viste de rojo y blanco. A las 12 horas, como es habitual, ha sido lanzado el chupinazo desde el Ayuntamiento de la ciudad dando inicio a más de una semana de alegría, encierros y toros. Durante 204 horas será el referente mundial de la fiesta, en la que la alcaldesa ha pedido que se conjugue “alegría, tradición y civismo”. Para Yolanda Barcina “la ciudad está preparada para unas fiestas universales en las que no hay diferencias ni entre los de casa ni con las personas que nos visitan desde los lugares más alejados del mundo”.

Este año el lanzamiento del chupinazo ha corrido a cargo de Mari Ganuza, presidente de la comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona. Este honor, que ha cambiado por primera vez la tradición, se debe a que se conmemora el 150 aniversario de este grupo. Y para ello ha utilizado la fórmula: "Pamplonesas, pamploneses, viva San Fermín. Iruñatarrak, gora San Fermín".

El Ayuntamiento ha organizado un programa oficial de 553 actos musicales, taurinos, culturales e institucionales con un presupuesto de 2,8 millones de euros, el mismo que el año pasado, en el que ya se rebajó de esta partida en un 20% debido a la crisis económica. Sin embargo, eso no será un problema para transformar Pamplona, una ciudad que no descansa.

Fiestas en crisis

Pese a que los Sanfermines ya están en marcha y que muchos cuentan las horas para el inicio del primer encierro, para la prensa internacional no serán tan lucidos con otros años. Consideran que estas fiestas se verán afectadas por los la crisis económica, que inevitablemente toca de lleno al mundo del toro. Y es que las subvenciones locales serán menores por la coyuntura económica que vive el país. “Las corridas se han convertido en un lujo”, dice. A esto hay que sumar las propuestas regionales para prohibir los festejos taurinos que harán sombra esta emblemática fiesta.

Para algunos medios extranjeros, la crisis hará mella en el turismo. De acuerdo con la agencia AP, el número de corredores está en franco retroceso. En 2008 se dieron cita alrededor de 1.000 por las calles de Pamplona mientras que este año se espera que esa cifra ronde los 800.

Por otro lado, muchos hoteles no cuelgan el cartel de ‘completo’ cuando otros años tenían las habitaciones reservadas con varios meses de antelación. “Todavía puedes encontrar habitaciones que rondan los 100 euros y plazas libres en hoteles de alto standing, algo que no se oía desde hace años”, ha confesado el dueño de un hotel.

Pocos de los turistas que ya han llegado a la ciudad se han comprado camiseta de los Sanfermines, tendencia que podría cambiar a los largo de los nueve días de fiesta. Lo que a buen seguro no podrán comprar son las ‘vuvuzelas’, ya que el Ayuntamiento de Pamplona ha decidido prohibir su venta por el molesto ruido. Una paradoja para una ciudad que ya ha dejado de dormir.