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Esperanza Aguirre arreglará las goteras de los colegios mayores de la Complutense
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LAS OBRAS EMPEZARÁ EL PRÓXIMO LUNES, A RAÍZ DE UNA SEMANA DE PROTESTAS

Esperanza Aguirre arreglará las goteras de los colegios mayores de la Complutense

¿Populismo, don de la oportunidad o mera eficacia administrativa? Después de años de protestas, será la Comunidad de Madrid la que arregle las ruinosas instalaciones bajo

Foto: Esperanza Aguirre arreglará las goteras de los colegios mayores de la Complutense
Esperanza Aguirre arreglará las goteras de los colegios mayores de la Complutense

¿Populismo, don de la oportunidad o mera eficacia administrativa? Después de años de protestas, será la Comunidad de Madrid la que arregle las ruinosas instalaciones bajo las que estudian, duermen y comen casi mil universitarios alojados en los seis colegios mayores adscritos a la Complutense.

El estado general del complejo residencial sería el de un centro abandonado si no fuera por los jóvenes que por él transitan, que con los años se han acostumbrado a las humedades, las grietas y al mal olor. Mientras, las familias de los residentes abonan religiosamente una media de 800 euros al mes a régimen de pensión completa. Con todo, aunque el precio sea mucho más asequible que el de las residencias privadas, ninguno de los servicios que se prestan se mantiene a la altura de las expectativas de los que algún día fueron seducidos por las promesas y las garantías que se anunciaban en la publicidad o en la web de la Universidad Complutense.

Como ya le pasara a Tom Hanks en Esta casa es una ruina, los estudiantes del colegio mayor Santa María de Europa fueron testigos del desprendimiento del techo de la entrada al edificio, justo encima del hall de los ascensores, y que por suerte se vino abajo sin caer encima de ningún residente. El boquete, que lleva meses precintado con plásticos y rodeado de puntales, será lo primero que empiece a repararse el próximo lunes 31.

Sin embargo, las obras no comienzan precisamente por coincidir con las vacaciones de Semana Santa, sino porque los residentes llevan un semana de viacrucis con la universidad y la Secretaria de Educación de la Comunidad de Madrid se ha visto en la tesitura de poner punto y final a los enfrentamientos reuniéndose con los directivos de la Universidad y los residentes por separado.

El desencadenante de las protestas, según los portavoces de los residentes, fue la decisión de actualizar cinco de los seis colegios mayores (los cuales son colindantes y forman un gran complejo residencial) y que a día de hoy lo forman tres colegios masculinos y dos femeninos, para que pasaran a ser todos mixtos. Estas protestas, interpretadas erróneamente por parte de la prensa como posturas contrarias a la mezcolanza, fueron para los residentes “la gota que colmaba el vaso”, el cual se había llenado después de años de reclamaciones sin respuesta por el estado lamentable de las instalaciones.

“Todo es fruto de la mala comunicación entre las personas responsables de la Universidad y su desinterés por arreglar los colegios”, explica uno de los portavoces a El Confidencial. Desde hace años, varias instalaciones, habitaciones o pasillos son declarados inhabitables y simplemente se cierran o bien se inicia una obra indefinida. Es el caso del comedor del Colegio Cardenal Ximénez Cisceros; lo mismo ocurre con uno de los pabellones del Antonio Nebrija o con la piscina del Santa María de Europa, la cual mantiene los motores en marcha, aunque está precariamente vallada y el agua dejó de ser azul hace mucho para ser verde turquesa.

Los colegios son públicos, y reciben financiación del Estado y de la CAM, además de la cuota mensual que abonan las familias de los residentes, pero la Universidad Complutense ya aseguró hace tiempo que conservar y mantener las instalaciones era “más que deficitario”. Por ello, UGT ya advirtió a principios de mes de las intenciones de privatizar al menos tres de los seis colegios, precisamente los tres en peor estado citados anteriormente.

“La prioridad no es ser mixtos”

Después de años y años de silencio el único anuncio que han recibido los estudiantes por parte de la dirección de la universidad fueron los planes de convertir en mixtos los cinco de los seis colegios que aún no lo son. Sin embargo, nada se decía de los techos colgantes, las goteras, los servicios o del comedor cerrado, el cual obliga desde hace meses a sus120 residentes a desayunar, comer y cenar en alguno de los colegios adyacentes.

Consideran inoportuno e innecesario gestionar un cambio tan complejo como el de mezclar los alumnos, cuando los cinco colegios ya funcionan como un gran colegio mixto, y más cuando los pabellones y las salas se cierran a los residentes sin ser reparadas y cuando aún hay personal de servicio que se ve obligado a atravesar, cada día y varias veces, pasillos que han sido declarados ruinosos por los técnicos de la Comunidad.

Con todo, los portavoces de los colegios mayores expresaron en rotundo su condena por los comportamientos protagonizados el pasado martes contra el rector de la universidad Complutense, Carlos Berzosa; el cual fue agredido verbalmente y zarandeado por varios de los manifestantes. Después de la idílica semana, la Comunidad de Madrid se pondrá manos a la obra para solucionar una situación que considera “vergonzosa e inadmisible”. Los estudiantes por su parte creen que, por fin, podrán estudiar tranquilos.

¿Populismo, don de la oportunidad o mera eficacia administrativa? Después de años de protestas, será la Comunidad de Madrid la que arregle las ruinosas instalaciones bajo las que estudian, duermen y comen casi mil universitarios alojados en los seis colegios mayores adscritos a la Complutense.

Universidad Complutense de Madrid