La normalidad llegará a Italia el 4 de mayo (pero será progresiva y no tan normal)

El Gobierno italiano tiene previsto que la normalidad llegue al país a partir del 4 de mayo, después del puente. Sin embargo, nada será normal ni llegará de repente. El Ejecutivo de Giusseppe Conte pretende que la salida de la cuarentena sea escalonada. No todo el mundo podrá volver a la vez a trabajar. Ni se abrirán todas las tiendas, ni los bares ni los restaurantes. Y durante mucho tiempo todavía habrá que mantener medidas de seguridad como la distancia social y el uso de las mascarillas. A partir del 4 de mayo, lo que empezará es una nueva normalidad.

Italia está bajando su curva de contagiados, pero las cifras de fallecidos aún son enormes. Ayer los contagiados fueron 1.648, frente a los más de 3.000 de media de la pasada semana, pero volvieron a crecer los fallecidos, alcanzando las 812 personas. Por ese motivo, las autoridades aún se muestran cautas sobre cómo proceder en los próximos días. Ayer, el presidente del Instituto Superior de Sanidad de Italia, Silvio Brusaferro, afirmaba: "Lleguemos primero a Semana Santa y miremos los datos para saber cómo proceder después".

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A. A.

Así, de momento, la previsión es mantener el confinamiento total —como hasta ahora— hasta el 18 de abril, después de la Semana Santa, con un nuevo decreto que se hará público en las próximas horas. A partir de la segunda quincena de abril, ya comenzarían pequeñas aperturas, como adelantó hoy 'Il Corriere della Sera'. Siempre y cuando los contagios se mantengan en esta tendencia a la baja. Ayer, Walter Ricciardi, asesor del presidente y miembro de su comité científico, lo dejaba claro: "Eso no significa poder volver a la vida anterior. Nos olvidaremos de las playas, conciertos, aperitivos en las instalaciones, hasta que hayamos encontrado una terapia o vacuna contra el Covid".

Aperturas escalonadas en abril

Lo primero que se evaluará tras el 18 de abril serán aquellas actividades empresariales que no están incluidas en el listado de actividades esenciales. Por ejemplo, empresas de ingeniería mecánica vinculadas al sector agroalimentario o empresas químicas. Pero aún deberán mantener la distancia de seguridad entre empleados y utilizar equipos de protección.

Lo primero en reabrir serán empresas de ingeniería mecánica vinculadas al sector agroalimentario o empresas químicas. Lo último, cines y teatros

Después llegarían aquellos trabajos en los que no hay contacto con los clientes, como las reparaciones o ciertos oficios de artesanos. Más tarde se podrían empezar a abrir las clínicas de estética y las peluquerías.

Por último, ya podrían empezar a abrirse gimnasios, bares, pubs y restaurantes. Pero con condiciones: las mesas tendrán que estar mucho más espaciadas, con una regla de un metro entre los comensales. Y también debe haber mucha más distancia con las barras y mostradores. Y, por supuesto, se recomendará el uso de las mascarillas.

Lo último en abrir serán los cines y teatros, que tendrán que imponer medidas de distancia. Probablemente no podamos ver una película o una obra de teatro una persona al lado de la otra. Sobre los conciertos y partidos, todavía no hay nada planteado, puesto que hay cierta preocupación en relación con los grandes eventos.

Las salidas por sexo son un bulo

En las últimas horas, ha corrido la noticia de que saldrían primero las mujeres —porque les hace menos daño el virus—, pero eso no es cierto y los epidemiólogos además lo consideran “de poco rigor científico”. Lo que sí tiene previsto el Gobierno es que se puedan utilizar pruebas serológicas para identificar quién ha tenido la enfermedad porque habría generado una inmunidad y tendría menos riesgo de volver a infectarse, por lo que podría reanudar mejor el trabajo. Las personas ya inmunes serían las más adecuadas, sostienen los técnicos científicos, para reanudar la economía. Pero esto todavía solo es un borrador.