Francia vive su noche más violenta con 457 detenidos y Carlos III cancela su visita de estado

La reforma de las pensiones de Emmanuel Macron ha provocado la ira de los franceses. Las manifestaciones en todo el país desde el decretazo del presidente para aprobar la ley han dejado 457 detenciones, así como 441 agentes heridos tras los enfrentamientos con las fuerzas del orden. Las cifras las dio este viernes el ministro del Interior, Gérald Darmanin, que en una entrevista al canal CNews señaló a la extrema izquierda como la responsable de los actos de violencia que se produjeron al margen de las marchas organizadas por los sindicatos contra la reforma del Gobierno.

"La extrema izquierda quiere atacar la República y hay que dar un mensaje de condena", subrayó el ministro, que reconoció que los sindicatos ya han denunciado la violencia, pero no así toda la oposición.

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Ó. H. Agencias

Los sindicatos franceses afirmaron que cerca de 3,5 millones de personas formaron parte de las manifestaciones en todo el país, aunque los datos oficiales sostienen que fueron menos de 1,1 millones los que salieron a las calles para protestar contra la reforma que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años.

La de París fue una de las protestas más importantes, en la que cerca de 800.000 personas participaron en los inicios de forma pacífica. Sin embargo, las marchas acabaron con actos de violencia y vandalismo. La tensión aumentó especialmente en Burdeos, donde el ayuntamiento fue incendiado en una noche de enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.

En el caso de la capital, un grupo de personas vestidas de negro y con máscaras, llamadas casseurs, rompieron escaparates, quemaron mobiliario urbano y hasta provocaron daños en un restaurante McDonald's. Los peores enfrentamientos tuvieron lugar en la Place de l'Opéra y más tarde en la Place de la Bastille, donde la policía intentó dispersarlos con gases lacrimógenos.

"Me opongo a esta reforma y realmente me opongo al hecho de que la democracia ya no signifique nada. No estamos siendo representados, por lo que estamos hartos", dijo uno de los manifestantes. "Es protestando como podremos hacernos oír porque todas las otras formas... no nos han permitido retirar esta reforma", añadió otro de los franceses que ha formado parte de las manifestaciones.

"La calle tiene legitimidad"

Además de la ira en las calles, la respuesta de la población a la reforma de las pensiones ha provocado interrupciones en el transporte de las carreteras y cancelaciones de vuelos. Además, se cerraron atracciones turísticas como la Torre Eiffel y el Palacio de Versalles, donde estaba prevista una cena entre el presidente francés y el rey Carlos III de Inglaterra. Finalmente, el monarca pospuso la visita por la tensión tras las manifestaciones.

La reforma de las pensiones de Macron ha sacado a miles de personas a las calles en casi la totalidad del país. "La calle tiene legitimidad en Francia", decía uno de los manifestantes en Nantes. "Si Macron no puede recordar esta realidad histórica, no sé qué está haciendo aquí", subrayó.

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EFE

A pesar de los actos vandálicos, los sindicatos consideraron que la jornada de marchas fue un éxito, aunque la pregunta es cuál será el siguiente paso. El Gobierno francés espera que las protestas pierdan impulso con el paso de los días y que la violencia en las calles aleje a la gente de las protestas, a pesar de que los manifestantes afirman que no se rendirán.

Macron, a pesar del descontento que ha provocado su reforma, ha descartado la disolución del Parlamento después de superar dos mociones de censura en su contra y la renuncia de su primera ministra, Élisabeth Borne, como exige la oposición. Para el presidente, esta medida es necesaria y lo único que lamenta, afirmó en una entrevista televisada este jueves, es "no haber logrado convencer a la gente de la necesidad de la reforma".