Un colegio americano ofrece insectos para comer a sus alumnos en la clase de cambio climático

Cada día, cientos de alumnos acuden al colegio Spring Canyon, un centro de educación primaria de Springville, en el estado norteamericano de Utah. Se trata de una pequeña localidad de 35.000 habitantes en la que, hasta ahora, la tranquilidad era la nota predominante. Sin embargo, la polémica se ha desatado por lo que ha ocurrido con los alumnos de sexto curso.

El pasado 7 de marzo, los profesores encargados de impartir una clase sobre el cambio climático dieron a comer a los alumnos insectos. Según ha explicado a Fox News Amanda Wright, una de las madres de los escolares, la razón era que, de esa manera, estarían salvando al planeta, ya que la otra opción es comer carne y las vacas están "matando al mundo".

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T.F.

En el blog del colegio se puede leer que "los estudiantes terminaron una unidad sobre si los insectos son una buena fuente de proteínas o no, lo que culminó en un día muy emocionante en el que los alumnos incluso pudieron probar un insecto si así lo deseaban. A los estudiantes de secundaria les encantó y muchos de ellos probaron los bichos (e incluso algunos miembros del personal, también)".

¿Adoctrinamiento?

Sin embargo, los padres de los alumnos no lo ven tan normal como pregona el colegio. De hecho, Amanda Wright habla de "adoctrinamiento" en una "religión del cambio climático", por lo que decidió presentar una reclamación ante la directora del colegio, Alison Hansen.

Además, la madre explica que pidieron a los alumnos que escribieran una redacción sobre el cambio climático en la que argumentaran sus opiniones. Sin embargo, solo podían hacerlo hablando de lo beneficioso que sería para los seres humanos comer insectos en lugar de vacas por sus proteínas y no podían presentar su propio punto de vista.

La madre pidió una reunión con la directora del colegio y la grabó. En ese archivo de audio se puede escuchar que la directora Hansen defiende que no se dejara opinar a los alumnos porque "la tarea consistía en encontrar razones para apoyar" esa práctica. Una profesora, Kim Cutler, añade que "las pruebas sugieren que, probablemente, deberíamos estar comiendo insectos, ya que es bueno para el medio ambiente, etc. Pero no sabía que ese era un tema ofensivo para los alumnos".

Uno de los alumnos también grabó una conversación con los profesores al preguntar por qué no podían opinar en contra de comer insectos y la respuesta fue tajante: "No tienes ninguna prueba que respalde tu punto de vista. Solo hay una respuesta correcta para esta redacción y es que los estadounidenses deberían estar comiendo insectos. Todos en el mundo los están comiendo, es saludable para el medio ambiente y solo hay una respuesta correcta".

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Para terminar de polemizar, la profesora Cutler reconoció que la idea de que los seres humanos deberían comer insectos para proteger el medio ambiente partió de una formación por parte de los encargados de educación del distrito escolar. Después, se disculpó por no permitir que los estudiantes escribieran con un punto de vista alternativo y aseguró que "no tenía la intención de hacer daño a nadie".