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Johnson, investigado por desacato a Westminster: ¿cuánto puede aguantar?
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¿Mintió o no al Parlamento?

Johnson, investigado por desacato a Westminster: ¿cuánto puede aguantar?

En caso de mentir deliberadamente al Parlamento, se podría forzar su dimisión. Pese a ser multado por Scotland Yard, insiste en que no sabía que incumplió la ley

Foto: Boris Johnson en la Abadía de Westminster. (EFE/Andy Rain)
Boris Johnson en la Abadía de Westminster. (EFE/Andy Rain)
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Boris Johnson se convertirá en el primer inquilino de Downing Street en ser investigado para esclarecer si ha mentido deliberadamente al Parlamento, lo que podría forzar su dimisión. La semana pasada ya se convirtió en el primer jefe de Gobierno en ser multado por Scotland Yard por violar la ley. Así que digamos que el ratio de su primera legislatura no va nada mal.

El líder 'tory' se encuentra de viaje oficial en la India. Pero ni poniendo tierra de por medio ha sido capaz de impedir que el escándalo del 'partygate' vuelva a ocupar de lleno la agenda de Westminster en un momento especialmente delicado, ya que están a la vuelta de la esquina las elecciones locales del 5 de mayo, donde los conservadores podrían perder más de 800 asientos a manos de la oposición laborista. ¿Es el principio del fin de la era Boris?

Foto: El primer ministro británico, Boris Johnson. (Getty/Chris J. Radcliffe)

La sanción impuesta por Scotland Yard corresponde a la pequeña fiesta sorpresa que su pareja Carrie le organizó por su cumpleaños en plenas restricciones en 2020. Aunque él insiste en que “ni en ese momento, ni posteriormente” pensó que la celebración en la Sala de Gabinete previa a la reunión con sus ministros estuviera en contra de las reglas que existían entonces en pandemia, aunque a los británicos se les prohibía cualquier reunión en interiores. El 'premier' insiste en que dijo la verdad cuando repitió en varias ocasiones a la Cámara de los Comunes que se habían cumplido las reglas porque así lo pensaba.

A la oposición laborista, sin embargo, le cuesta creerle. De ahí que presentara una moción para abrir investigación al respecto que recibió este jueves luz verde en la Cámara Baja. La jornada estuvo llena de los habituales volantazos que caracterizan al Gobierno de Johnson. Inicialmente, el Ejecutivo presentó una enmienda para retrasar la investigación. Pero tras la indignación que eso provocó entre las propias filas 'tories', se acabó retirando y se dio libertad de voto a los conservadores. Ninguno se opuso a la petición de la oposición, por lo que finalmente la moción salió adelante sin necesidad de votación. El influyente 'tory' Steve Baker lideró las críticas desde su bancada al esgrimir que “hace tiempo que Johnson se tendría que haber marchado”.

Foto: Boris Johnson. (EFE/Neil Hall)

La Comisión de Privilegios estará a cargo ahora de la pesquisa. Eso sí, no comenzará su trabajo hasta que haya concluido la investigación que sigue llevando a cabo Scotland Yard sobre las fiestas en pleno confinamiento y se haya publicado el informe completo que realizó sobre la materia la alta funcionaria Sue Gray, quien ya adelantó a principios de este año que “hubo fallos de liderazgo y juicio”.

De momento, Scotland Yard ya ha impuesto alrededor de 50 multas. No se descarta que Johnson reciba más sanciones, aunque la Policía ha indicado que no habrá nada nuevo hasta pasadas las elecciones locales. En cualquier otra circunstancia, otro mandatario en Westminster no habría sobrevivido. Y, sin embargo, a día de hoy, las cosas no están tan mal para Johnson como lo estaban hace tres meses, cuando los rebeldes de su partido estuvieron a punto de llegar a 54 cartas necesarias para promover una moción de confianza en su liderazgo.

Foto: La residencia del primer ministro británico. (EFE/Rain)

Los conservadores están unos siete puntos por detrás en las encuestas, pero David Cameron y John Major habrían matado por una brecha tan estrecha en sus días al frente del Ejecutivo. Incluso una pérdida de 800 escaños en las elecciones locales podría considerarse 'leve' en comparación con los 1.300 asientos perdidos bajo el mando de Theresa May en mayo de 2019. Los partidarios del primer ministro confían en que pueden cambiar la situación actual, aun cuando, según una encuesta reciente, la palabra más asociada con Johnson es la de “mentiroso”.

Pero, hoy por hoy, el excéntrico político se mantiene y confía que su nuevo equipo de asesores haga sus deberes. El objetivo es detener las rebeliones de las filas por políticas diseñadas para complacer a la derecha del partido, como la firma de un acuerdo con Ruanda para enviar a este país solicitantes de asilo que crucen el Canal de la Mancha buscando refugio en Reino Unido. Estas políticas no han permitido que los conservadores tomen la delantera sobre los laboristas, pero todo se acerca bastante a la agenda de derecha que ofrecería cualquier nuevo líder tory.

Foto: Las portadas de la prensa británica tras las disculpas de Johnson. (EFE/Andy Rain)

Y ahí está otra de las grandes claves: a día de hoy, Johnson sigue en el poder porque los suyos no tienen un reemplazo. El ministro del Tesoro, Rishi Sunak, que durante tiempo fue visto como el gran favorito, se ha quedado ahora sin ninguna posibilidad. Y no solo por el hecho de que también ha sido multado por el 'partygate', sino porque su popularidad ha caído en picado tras la subida de impuestos y un escándalo respecto al estatus fiscal de su mujer.

Ben Wallace, el titular de Defensa, es el nuevo favorito entre algunos parlamentarios conservadores, gracias a su manejo de la crisis de Ucrania. Se le atribuye haber persuadido al primer ministro para que enviara armamento defensivo antes de la invasión de Rusia, contra la oposición de su propio departamento y de Whitehall en general. Pero le falta carisma y no es visto como candidato. La otra es Liz Truss, responsable de Exteriores. Pero dentro de las filas despierta tantas filias como fobias. No son pocos los que dicen “cualquiera menos Truss”.

Por lo tanto, parece probable que los 'tories' se queden con Johnson por la misma razón por la que mantuvieron a Theresa May durante tanto tiempo, porque no pueden ponerse de acuerdo. Aunque eso no quita para que por primera vez en mucho tiempo exista nerviosismo ante una posibilidad real de que la formación -en el poder desde 2010- pierda las próximas generales previstas para 2022. La encuesta que preocupa especialmente a los estrategas es que, en la economía, la ventaja de los conservadores sobre los laboristas se ha derrumbado. La actual mayoría de 80 escaño no garantiza otra victoria. Y los de Keir Starmer tampoco necesitarían una mayoría para gobernar.

Boris Johnson se convertirá en el primer inquilino de Downing Street en ser investigado para esclarecer si ha mentido deliberadamente al Parlamento, lo que podría forzar su dimisión. La semana pasada ya se convirtió en el primer jefe de Gobierno en ser multado por Scotland Yard por violar la ley. Así que digamos que el ratio de su primera legislatura no va nada mal.

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