Un neonazi confiesa ser el asesino de un político alemán conservador
El democristiano Walter Lübcke, de 65 años y miembro del partido de la canciller Angela Merkel, era conocido por sus posturas aperturistas acerca de la acogida de refugiados
El cuerpo del político cristianodemócrata Walter Lübcke apareció a principios de junio en la terraza de su domicilio con un disparo en la cabeza. Los investigadores no tardaron en descartar la hipótesis del suicidio y vincular la muerte del dirigente -líder de una ciudad en la región de Hesse- con la motivación política.
Lübcke, de 65 años y miembro del partido de la canciller Angela Merkel, era conocido por sus posturas aperturistas acerca de la acogida de refugiados, por lo que había sufrido constantes amenazas de muerte por parte de grupos antiinmigración alemanes.
El principal sospechoso del asesinato, Stephan E., ha confesado este miércoles la autoría de los hechos, según ha informado el ministro germano del Interior, Horst Seehofer, en las afueras del Parlamento. Stephan, de 45 años, acumula un largo historial de actividades delictivas de carácter xenófobo y ya había llamado la atención de los investigadores del caso por sus vínculos con la extrema derecha, aunque no estaba bajo observación de los servicios de inteligencia del país.
Según 'Der Spiegel', el asesino confeso estuvo presente en un acto en el que Lübcke defendió la acogida de los refugiados en 2015, un año récord en la llegada de desplazados -más de un millón- a territorio alemán.
En su comparecencia, el ministro de Interior ha subrayado que, a pesar de la confesión, "aún no ha terminado el esclarecimiento de este asesinato político", ya que las investigaciones continúan para intentar desvelar si hubo cómplices en el crimen. Asimismo, Seehofer ha instado a los ciudadanos alemanes a distanciarse de las formaciones xenófobas y antisemitas.
La muerte de Lübcke ha revivido en Alemania el debate sobre la violencia ultraderechista. Para desviar la atención de esta cuestión, el partido Alternativa para Alemania (AfD) sugirió este miércoles una eventual participación de la mafia en el asesinato del dirigente, aunque el neonazi Stephen E. ya se había declarado culpable del crimen.
El cuerpo del político cristianodemócrata Walter Lübcke apareció a principios de junio en la terraza de su domicilio con un disparo en la cabeza. Los investigadores no tardaron en descartar la hipótesis del suicidio y vincular la muerte del dirigente -líder de una ciudad en la región de Hesse- con la motivación política.