Grecia prohíbe a los turistas obesos subirse a los famosos burros de Santorini

Los burros de Santorini son tan famosos como sus casas blancas y azules; son parte del encanto de la isla. Sin embargo, grupos animalistas piden desde hace años que se termine con el maltrato animal que, a su juicio, supone el arduo trabajo al que se enfrentan estos ejemplares. Ahora, el gobierno griego ha decidido tomar cartas en el asunto, aunque su decisión salomónica no ha dejado contento a nadie.

El Ministro de Alimentación y Desarrollo Agrícola griego, Evangelos Apostolou, ha decidido que los burros no pueden ser sobrecargados con un peso excesivo, ni abusar de su edad y su estado físico. Para evitarlo, la norma establece un límite de 100 kilos para las personas que quieran utilizar sus servicios, por lo que los turistas obesos no podrán volver a subirse a lomos de un burro de Santorini.

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Esta idílica isla griega es famosa por sus laderas escarpadas, sus caminos empinados y muchos otros atractivos que hacen que miles de turistas la visiten cada día. Los cruceros que surcan el Egeo tienen parada obligatoria en Santorini y los burros son una parte más de su encanto. Sin embargo, los animalistas llevan años exigiendo que no se permita su uso para el transporte de personas.

De hecho, una petición en change.org ha sumado más de cien mil firmas exigiendo el fin del abuso animal en los burros y caballos de Santorini. Grupos como PETA, que defiende los derechos de los animales, califican esta medida del gobierno griego como una “pérdida de tiempo que no ayudará a prevenir el sufrimiento diario de los burros”.

En declaraciones a la CNN, Mimi Bekhechi, director de programas internacionales de PETA, asegura que pese a la prohibición, “los burros tendrán que seguir subiendo cuatro o cinco veces al día más de 500 escalones con personas de casi 100 kilos encima”, además de seguir sufriendo "un maltrato constante por parte de sus dueños".