La próxima generación de líderes saudíes que Bin Salman ha diseñado en la sombra

Tienen poco más de 30 años, son nietos o bisnietos del fundador del reino, Ibn Saúd, y parecen estar destinados a jugar un papel crucial en las aspiraciones 'reformistas' del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, convertido en la figura que aglutina más poder en décadas tras haber eliminado a todos sus potenciales rivales.

La purga sin precedentes que acabó con la detención de 11 príncipes y varios ministros acusados de corrupción se ha interpretado como una maniobra de Bin Salman para borrar de un plumazo todos los contrapesos a su poder, hasta el punto de que el Gobierno se ha visto obligado a desmentir los rumores sobre una posible abdicación del rey Salman bin Abdulaziz, de 81 años, en favor de su hijo. El príncipe heredero parece dirigir el país hacia una dictadura mientras arrasa con el tradicional método de gobierno saudí: la búsqueda de consenso entre la familia real. El mensaje, para el reino y para el mundo, es claro: la Casa de Saúd ya no está por encima de la ley.

Se trata de una maniobra perfectamente calculada. El príncipe heredero, de 32 años, sabe que no puede gobernar en solitario; por ello, desde el pasado abril ha orquestado discretamente el ascenso al poder de un grupo de jóvenes príncipes que deberán ejecutar sus planes. Antes de eliminar a cualquiera que amenazase su liderazgo —cuando el rey sustituyó al antiguo heredero, Mohamed bin Nayef, el hombre fuerte del país, por su hijo desató el rechazo de muchos sectores—, Bin Salman promovió a un grupo de jóvenes para asegurarse su lealtad, una estrategia que busca impedir conflictos entre ramas de los Saúd y calmar los ánimos de la generación que ha sido apartada del poder. Hasta ahora tenido éxito: la 'jugada' del príncipe heredero ha evitado una temida revuelta familiar.

El ascenso de estos príncipes "resuelve la incógnita del enfrentamiento de Bin Salman con el sector clave que ha ostentado el poder. También el factor tribal, porque Arabia Saudí siempre se ha regido por la lógica del consenso, de la consulta a una serie de personas muy mayores y respetadas. Es decir, viene a confirmar la fractura con el modo tradicional de gobierno, además de la fractura entre los Saúd y el estamento religioso, que mantenía el apoyo a la familia gobernante a cambio de leyes muy rigurosas", explica a El Confidencial Ignacio Álvarez-Ossorio, profesor de Estudios Árabes en la Universidad de Alicante y coordinador de Oriente Medio y Magreb en la Fundación Alternativas.

En la lista de príncipes 'emergentes', llaman la atención varias ausencias: no hay ningún hijo o nieto del difunto rey Abdullah y solo un nieto del rey Fahd. Tampoco ningún familiar directo del príncipe Ahmed bin Abdulaziz, quien votó en contra del nombramiento de Bin Salman como príncipe heredero el pasado mes de junio. Los nombres a los que debemos seguir la pista son los siguientes:

Abdulaziz bin Fahd. Bisnieto de Ibn Saúd y vicegobernador de la región de Yauf, ubicada en el norte y fronteriza con Jordania. Su padre, militar, fue nombrado comandante de las fuerzas terrestres del reino en abril de 2017.

Faisal bin Sattam. Fue nombrado embajador en Italia el pasado mes de junio. Ya antes había mostrado su aprobación por el ascenso del príncipe heredero: como miembro del Consejo de la Lealtad, votó en contra de que el príncipe Muqrin se convirtiese en príncipe heredero suplente en 2014, una prueba de su fidelidad por el bando de los Salman.

Abdulaziz bin Saud. A sus 30 años, ocupa el cargo de ministro del Interior. En junio sustituyó a su tío y por aquel entonces príncipe de la corona, Mohamed bin Nayef, quien fue obligado a dimitir. Su padre es gobernador de la rica provincia petrolera oriental, donde la comunidad chií es mayoritaria. Días después de su nombramiento, se limitaron sus nuevos poderes al transferirse algunas de sus responsabilidades a una nueva organización estatal de seguridad.

Abdulaziz bin Turki. A sus 34 años, es vicepresidente de la General Sport Authority, cargo que ocupó el pasado mes de junio. Su padre, Truki bin Faisal, fue embajador en Washington y Londres, así como máximo responsable del cuerpo de inteligencia exterior del reino, la General Intelligence Presidency. Recientemente, ha participado en debates públicos con antiguos miembros del Gobierno israelí.

Ahmed bin Fahd. Bisnieto de Ibn Saúd, fue nombrado vicegobernador de la importante provincia oriental en abril de 2017. Su padre, que había ocupado ese puesto entre 1986 y 1993, murió en 2001.

Khalid bin Bandar. Nombrado embajador en Alemania en junio de 2017 y educado en Oxford, es hijo del príncipe Bandar bin Sultan, el antiguo embajador en Washington que forjó vínculos con numerosos presidentes de EEUU.

Khalid bin Salman. A sus 29 años, fue nombrado embajador en Washington hace unos meses. Es expiloto de cazas y hermano de Mohamed bin Salman, el príncipe heredero.

Turki bin Mohamed. Fue nombrado asesor de la Casa Real en junio, con 38 años. Su padre, hijo del rey Fahd, fue gobernador de la provincia oriental entre 1985 y 2013.