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El Año Chino de la Cabra, en imágenes
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El Año Chino de la Cabra, en imágenes

Los chinos ya han dicho adiós al Año Lunar del Caballo para dar la bienvenida al de la Cabra, en una celebración que, pese a su

Los chinos ya han dicho adiós al Año Lunar del Caballo para dar la bienvenida al de la Cabra, en una celebración que, pese a su carácter familiar, también llena las calles de gente con desfiles, ferias o espectáculos escénicos.

El Festival de la Primavera -el nombre con el que se conoce en el país asiático el Año Nuevo lunar- es ante todo una fiesta familiar, por eso trae aparejado un éxodo de cientos millones de personas que supone el mayor desplazamiento poblacional del planeta. Las grandes urbes se quedan medio vacías en favor del medio rural, ya que, en un reequilibrio de la densidad poblacional de China, quienes viven lejos de sus hogares vuelven a sus localidades natales para festejar el cambio de año con sus familias.

La superstición hace acto de presencia en los días previos al Año Nuevo. para comenzar con buen pie, los rituales deben seguirse al pie de la letra. Así, las familias chinas han de salir a la calle al filo de la medianoche y lanzar petardos para celebrar el nuevo año tras reunirse en torno a un gran banquete y regalar a los más pequeños un sobre rojo -color de la buena suerte- con dinero. En este sentido, el lanzamiento de petardos ha multiplicado por 25 los índices de contaminación de Pekín y la concentración de partículas PM 2,5, las más dañinas para la salud.

La costumbre del norte del país dice que en la mesa no pueden faltar los jiaozi (una especie de raviolis), en cuya elaboración, de participación obligada para toda la familia, se ha de introducir una moneda en uno de ellos, que traerá fortuna a quien lo coma.

Los chinos ya han dicho adiós al Año Lunar del Caballo para dar la bienvenida al de la Cabra, en una celebración que, pese a su carácter familiar, también llena las calles de gente con desfiles, ferias o espectáculos escénicos.

El Festival de la Primavera -el nombre con el que se conoce en el país asiático el Año Nuevo lunar- es ante todo una fiesta familiar, por eso trae aparejado un éxodo de cientos millones de personas que supone el mayor desplazamiento poblacional del planeta. Las grandes urbes se quedan medio vacías en favor del medio rural, ya que, en un reequilibrio de la densidad poblacional de China, quienes viven lejos de sus hogares vuelven a sus localidades natales para festejar el cambio de año con sus familias.