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Los jóvenes emprendedores que convirtieron “la mierda en oro”
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UNOS ESTUDIANTES DEL MIT SE CONVIERTEN EN ‘ALQUIMISTAS’

Los jóvenes emprendedores que convirtieron “la mierda en oro”

El negocio está delante de nuestras narices. Sólo hace falta tener olfato y, a veces, no tiene que ser demasiado agudo. Así les ha ocurrido a

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Los jóvenes emprendedores que convirtieron “la mierda en oro”

El negocio está delante de nuestras narices. Sólo hace falta tener olfato y, a veces, no tiene que ser demasiado agudo. Así les ha ocurrido a los chicos de Sanergy que han decidido, tal y como dicen ellos mismos, “convertir la mierda en oro”.

Estos peculiares alquimistas, encabezados por David Auerbach, han tenido en cuenta una ley básica en el mercado, la de la oferta y la demanda. Los miembros de Sanergy pensaron en las necesidades más elementales del hombre y en los datos proporcionados por el Consejo Mundial del Agua, según el cual, cerca de 2.600 millones de personas no tiene acceso adecuado a instalaciones sanitarias. Allí vieron el negocio.

Sanergy, según explica The Huffington Post, ha decidido matar dos pájaros de un tiro. Mientras propone la construcción de retretes con equipamientos para lavarse las manos que, a su vez, servirán para recolectar los desechos que serán transformados en fertilizantes y biogás, es decir, oro.

 “Cada retrete es una franquicia. Pertenecerá y será gestionado por un emprendedor local que podrá obtener beneficios de él”, indica Auerbach a The Huffington Post. “Nuestro objetivo es que en cinco años hayamos construido unos 6.000 puestos sanitarios que  servirán para 500.000 personas”, agrega, al tiempo que lo resume en datos empresariales: “podemos llegar a crear unos 3.000 empleos”, sólo en Kenia.

El embrión de este proyecto se encuentra en la provincia china de Hunán, donde Auerbach ejerció dos años como maestro. Durante ese periodo de tiempo, este estadounidense reparó en el lujo de los países avanzados donde en cualquier momento se puede acceder un sanitario digno.

Auerbach acaba de concluir un MBA en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusets (MIT). Allí, en 2009, cursó la asignatura Empresas para el desarrollo, en la que se instaba a crear un negocio a raíz de un problema global. Lo que empezó siendo un proyecto de esta asignatura acabó convirtiéndose en Sanergy, implicando a otros estudiantes del MIT de arquitetura, negocios, diseño e ingeniería.

Kenia, centro del proyecto

El proyecto centró sus miradas en Kenia, donde cerca de ocho millones de personas no tienen acceso a urinarios. Muchos kenianos tienen que hacer sus necesidades al aire libre o bien pagar por utilizar letrinas públicas.

El MIT creyó en el proyecto y, gracias a las concesiones económicas, logró enrolar en el empeño a la Universidad de Nairobi. Llegaron incluso a participar en el concurso MIT 100K sobre futuros negocios creados por estudiantes del Instituto. De entre los 280 proyectos presentados, Sanergy logró el gran premio de 100.000 dólares, con 5.000 extras por su presentación, que terminaba con su curioso lema: “Convertimos la mierda en oro”.

“Asumimos que la gente se vería atraída por el lado social de nuestro proyecto, pero el negocio tiene que ser viable, por lo que necesitamos presentarlo como una oportunidad atractiva”, indica Auerbach.

Un proyecto con un lema un tanto extraño pero que demuestra que los negocios están a la vuelta de la esquina. Tras dos años de trabajo, el equipo de Sanergy se instalará en las próximas dos semanas en Kenia para desarrollar la expansión de estos retretes.

El negocio está delante de nuestras narices. Sólo hace falta tener olfato y, a veces, no tiene que ser demasiado agudo. Así les ha ocurrido a los chicos de Sanergy que han decidido, tal y como dicen ellos mismos, “convertir la mierda en oro”.

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