Nueva York, plagada: Nike cierra su tienda de Manhattan por chinches

Desde Wall Street, pasando por el SoHo hasta Central Park. Manhattan está plagada de chinches. El último rascacielos infectado ha resultado ser el que acoge la tienda que Nike regenta en la calle 57, entre la 5º avenida y Madison Ave, cuyos responsables informaron ayer de su cierre temporal. Según informó la BBC, Nike ha optado por precintar su tienda de ropa y calzado “por el bien de los consumidores”, a la vez que tomaban “las medidas necesarias para erradicar la plaga lo antes posible”.

Pero Nueva York no es un caso aislado. La plaga se propaga rápidamente en viviendas y comercios a lo largo de todo el país. Según fuentes municipales, la plaga en la ciudad apenas se puede ver durante el día, pero en la noche se alimentan con la sangre de sus habitantes y están convirtiéndose en un gran problema para miles de personas.

La creciente propagación está elevando las tasas de colonias de chinches a unos niveles que no se habían visto en décadas, de hecho, las quejas por la presencia de estos insectos en Nueva York han pasado de 500 a 10.000 en sólo cinco años.

Los expertos en la materia no han podido esclarecer los motivos de la alta presencia de las chinches, aunque todo apunta a que los parásitos podrían haber desarrollado algún tipo de resistencia hacia los pesticidas modernos. Desde la Agencia de Protección Ambiental se recomienda a la población utilizar con precaución los productos químicos que se utilizan en los hogares para atacar la plaga.

Ratas contra zarigüeyas

La noche Neoyorkina no sólo acoge plagas entre las sábanas y los escaparates. Las calles del barrio de Brooklyn tienen desde hace años su propia epidemia; aunque ahora por duplicado. Según informaron este fin de semana varios medios locales, las zarigüeyas introducidas por la concejalía del barrio para erradicar la plaga de ratas que azota la ciudad se han convertido en otra plaga.

Las ratas, que lejos de menguar en número siguen multiplicándose, comparten gustosamente los muchos desperdicios que se producen en la ciudad con la nueva especie introducida, que han preferido la basura y los deshechos a los roedores de los que supuestamente se alimentan.

Estos marsupiales se propagan hacia Slope Park y la isla de Manhattan ante la mirada insólita de quiénes no comprenden cómo los responsables de la iniciativa no previeron lo sucedido. Para los habitantes de la ciudad no difieren mucho de sus supuestas presas: peludos, nocturnos, malolientes, omnívoros y fácilmente portadores de enfermedades como la rabia. Según varios testimonios publicados en la prensa local, muchos habitantes tienen miedo de atravesar ciertas zonas de noche.