La Media Luna Roja y el CICR ayudan a familias desplazadas por los combates en la ciudad de Tal Afar tras la ofensiva contra los rebeldes.
Al menos 32 personas murieron en nuevos ataques de la insurgencia en distintas zonas de Iraq, aunque el más sangriento de ellos tuvo como objetivo una
Al menos 32 personas murieron en nuevos ataques de la insurgencia en distintas zonas de Iraq, aunque el más sangriento de ellos tuvo como objetivo una mezquita al norte de Bagdad y causó la muerte de diez fieles chiíes. Este atentado, que hirió a otros 25 civiles, fue perpetrado en el centro de Tos Jormato, 150 kilómetros al norte de Bagdad, cuando un suicida al volante de un coche cargado con explosivos hizo estallar el vehículo frente a la mezquita Al Rasul al Adha. Según fuentes policiales, la explosión tuvo lugar hacia las 13.30 horas (09.30 GMT) en un momento en el que decenas de fieles chiíes salían del templo tras la plegaria del mediodía. Las fuentes también informaron de la detención en la misma zona de un hombre que tenía adosadas al cuerpo varias granadas de mano que quería hacer estallar entre los fieles chiíes frente a la mezquita, después del ataque con el coche bomba.
Al atentado ocurrido en Tos Jormato siguió a otro en Baquba, donde hombres armados dispararon y mataron a seis miembros de una misma familia chií que viajaban en coche por una carretera de esta ciudad, situada a unos 60 kilómetros al noreste la capital.
En el barrio bagdadí Al Sadr, un clérigo chií, Fadel Alami, perdió la vida y otro resultó gravemente herido al ser tiroteado su vehículo en la carretera Al Qanah.
Por otra parte, la Media Luna Roja Iraquí estima en cerca de 5.000 el número de familias de la ciudad norteña de Tal Afar que tuvieron que huir de sus hogares y refugiarse en localidades cercanas tras la escalada de violencia en la ciudad, informó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en un comunicado.
Muchas familias están viviendo en pueblos abandonados o en pequeños campamentos, sin acceso a productos básicos como alimentos, agua o un lugar donde dormir. Por ello, la Media Luna Roja ha desplegado campamentos en los alrededores de Tal Afar para acoger a las familias desplazadas, indica la nota.
Los ataques contra los chiíes se registran dos días después de que el líder de Al Qaeda en Iraq, Abu Musab al Zarqaui, amenazara, en un mensaje divulgado por internet, con atacar a los miembros de esa comunidad, a los que acusa de colaborar con las fuerzas de la "ocupación" estadounidense.
Esta organización terrorista ha asumido la autoría de los ataques de los pasados dos días, que costaron la vida a más de 200 iraquíes, muchos de ellos chiíes, y afirmó que con ellos se vengaba la reciente ofensiva de las tropas iraquíes y de Estados Unidos contra feudos de la insurgencia en Tal Afar.
En esta ciudad, del noroeste de Iraq, las tropas mataron a más de 150 presuntos rebeldes y detuvieron a otros trescientos, según el Ministerio de Interior. Las autoridades iraquíes y estadounidenses acusan al grupo de Al Zarqaui de intentar provocar una guerra civil entre los suníes y los chiíes.
Los chiíes, marginados durante la dictadura de Sadam Husein, controlan Iraq desde la caída del antiguo régimen, en abril de 2003.
La insurgencia golpeó también el viernes en la capital, donde hombres armados en dos vehículos abrieron fuego contra un grupo de obreros en una plaza del barrio Nuevo Bagdad (oeste), lo que causó la muerte de dos personas y heridas a otras doce.
"Los mismos atacantes dispararon y causaron la muerte de un funcionario del Ministerio de Transporte e hirieron a otros dos mientras viajaban en un vehículo por un barrio vecino", dijeron fuentes del Ministerio de Interior.
En Al Hasua y Latifiya, en el llamado 'triángulo de la muerte', al sur de la capital, tres policías perdieron la vida en un ataque suicida con coche bomba, mientras que presuntos rebeldes dispararon y mataron al director del Consejo Municipal de la vecina localidad Al Iskandariya, Amer Al Jafayi, y a cuatro de sus guardaespaldas.
Al menos 32 personas murieron en nuevos ataques de la insurgencia en distintas zonas de Iraq, aunque el más sangriento de ellos tuvo como objetivo una mezquita al norte de Bagdad y causó la muerte de diez fieles chiíes. Este atentado, que hirió a otros 25 civiles, fue perpetrado en el centro de Tos Jormato, 150 kilómetros al norte de Bagdad, cuando un suicida al volante de un coche cargado con explosivos hizo estallar el vehículo frente a la mezquita Al Rasul al Adha. Según fuentes policiales, la explosión tuvo lugar hacia las 13.30 horas (09.30 GMT) en un momento en el que decenas de fieles chiíes salían del templo tras la plegaria del mediodía. Las fuentes también informaron de la detención en la misma zona de un hombre que tenía adosadas al cuerpo varias granadas de mano que quería hacer estallar entre los fieles chiíes frente a la mezquita, después del ataque con el coche bomba.