Las puertas de la fantasía se abren de nuevo tras meses de confinamiento. Disneyland Shanghái arranca su andadura postcoronavirus y lo hace con un exhaustivo protocolo de protección.

El parque funcionará siempre por debajo del 20% de su aforo. Los visitantes deberán usar mascarilla para entrar. Y en los accesos se llevarán a cabo controles de temperatura para garantizar que todo el mundo está sano.

El camino de baldosas amarillas se ha convertido en el de las pegatinas amarillas. Todo el recinto se ha llenado de ellas y servirán para marcar la distancia física entre personas en las colas de entrada a las atracciones. Por el momento lo que sí se han cancelado son las tradicionales sesiones de fotos con Mickey y compañía.