El mismísimo Darth Vader ha llegado desde una galaxia muy lejana hasta las calles de Manila para ayudar en la crisis del coronavirus y asegurarse junto a sus soldados imperiales, que los vecinos de la capital filipina cumplen con las normas.

Detrás de estos trajes elaborados con material reciclado está un grupo de jóvenes amantes de la saga Star Wars que ha decidido poner su granito de arena.

"Además de asegurarnos que se respeta la cuarentena, nuestros disfraces sacan una sonrisa a la gente y ayudamos a que se olviden por un momento del coronavirus", explica Muriel, uno de los promotores de la idea.

El lado oscuro de la fuerza ha hecho el bien por un día y su labor ha sido todo un éxito. Han entregado comida a los más vulnerables y han patrullado el vecindario, donde también han posado para las cámaras.