Lechugas, cebollas, repollos, remolacha, judías, tomates, pimientos, patatas y frutas variadas. Comen sano. Su confinamiento es absoluto. El súper es su casa. Crían conejos, cerdos y gallinas y sus despensas siempre están a rebosar.

María tiene 83 años. En su aldea, Casares, en el ayuntamiento de Santiso (A Coruña), solamente hay dos casas habitadas, la de sus vecinos y la suya. No hay muchas personas con las que hablar pero todas las horas de cada día ella las ocupa, porque cultiva y cría.

Sus rutinas son las mismas que antes de la emergencia sanitaria. Así que enclaustramiento total. Lo que hace le permite rebajar el importe anual de la cesta de la compra y además estar en forma.